Niffty, la psicóloga

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—Vengo a limpiar tu chiquero, niña sucia— dijo sencillamente, mientras continuaba agarrando papeles que se le atravesaban en su paso, Vaggie quería decirle educadamente que se fuera a otro lado, que quería estar sola, pero no encontró las palabras adecuadas

—Vete a la mierda— masculló entre sollozos, regresando a abrazar la almohada que tenía entre sus brazos, cerrando fuertemente los ojos con la esperanza de que todo su mundo volviera a la normalidad al abrirlos

Sin embargo, solo sintió como aquellos pequeños bracitos la levantaban con una fuerza singular y la obligaban a sentarse en una parte específica del piso en el que no había nada de suciedad, podría pensar en que Niffty por sí sola era una mujer fuerte, pero también tenía que admitir que su peso era un poco por debajo al que debería de tener, aunque eso no era de vital importancia para nadie, así no tenía por qué preocuparse por eso

—No puedes sufrir en este basurero, no me lo voy a permitir— escuchó decir a Niffty mientras continuaba limpiando el piso, acomodando los papeles y crayones para posteriormente colocarlos todos en una pila encima de una mesa y continuar moviéndose

—No sería la primera vez que lloro en un basurero— rio ante sus propias palabras, no se equivocaba, anteriormente había llorado en el cielo, que era parcialmente un bote de basura brillante que podía encandilar a más de uno. Posteriormente, había llorado, de manera literal, al lado de un bote de basura recién llegada al infierno, y finalmente, en la cama matrimonial que compartía con Charlie que, en este momento, era un basurero en todo el sentido de la palabra; almacenaba aquello que la gente no quiere

Y Vaggie, quien no podía sentir cariño por ella misma, se consideraba basura inmunda, haciendo así que aquella cama fuese el basurero y ella el desperdicio, la inmundicia, la porquería y sobre todo, la mierda que rebosaba en aquel depósito

Pero a Niffty solo le importa la limpieza, y si tiene que sacar la basura para conseguirlo, entonces lo hará

—No hay porque regresar a la basura— mencionó niffty —Ya no estás en la bazofia, estás en Hazbin Hotel— Había terminado de limpiar aquella mancha verde y de ceniza que estaba en el piso de la habitación, tomó su tiempo pero lo logró

—Prefiero quedarme en la bazofia con tal que Charlie recupere la memoria— se cruzó de brazos y miró hacia la puerta cerrada con dolor en sus ojos, ¿Por qué su novia debía recibir aquel ingrato castigo? ¿Por qué no pudo recibirlo ella en su lugar?

—El pasado es como una sábana sucia— naturalmente, Vaggie no entendió el comentario de la mujer

Cuando ella hacia algún tipo de comentario fuera de lugar, te dabas cuenta de que definitivamente la habrías perdido y que ahora solo empezaría a hablar con puras referencia a la limpieza del hogar o a la cocina familiar, y dado a su veloz pronunciación, pocas veces podrías entenderle algo de lo que decía por qué rápidamente cambiaria el rumbo de la conversación y terminarías con muchas palabras sin sentido rondando tu cabeza

Buscó a la mujer con la mirada, y aparte de notar que ya no estaba presente en la habitación, notó el sonido del agua procedente del baño que caía y golpeaba una superficie que hacía un sonido extraño, sin muchas opciones, se levantó del piso y caminó con dirección al baño

Al entrar, vió la sábana sucia en la que se habia acostado para ahogar sus penas en llantos incontrolables siendo lavada de forma notoriamente agresiva y sin control por Niffty, quien parecía desesperada por lograr hacer desaparecer las manchas sucias que se podía apreciar en la misma. Sorpresivamente, estaba haciendo un excelente trabajo, eliminando múltiples manchas que anteriormente estaban postradas en la pobre sábana

—Me sorpende lo rápido que trabajas, Niff— admitió asombrada —No sé como es posible que puedas lavar una mugrienta sábana en solo una tina de baño y con... solo tus manos—

—Como te digo, mugrienta, el pasado es como una sábana sucia— y nuevamente, no entendió ni una fracción de esa frase —Así sola está fea y no parece tener algún arreglo, ¿verdad?—

Siendo esto lo único que logró entender, asintió con la cabeza y se cruzó de brazos, esperando algún otro comentario, con o sin sentido, de parte de Niffty

—Solo las manos correctas pueden arreglar este desastre ruin y lleno de cochambre— volvió a asentir con la cabeza, empezando a entender a donde iba la conversación —Y tú, pulgosa, eres la sábana en tu vida— puso su mirada en blanco, fastidiada por aquel comentario —Estás llena de mugre y desesperación y no tienes ni la fuerza de voluntad para hacer algo al respecto—

Ya estaba empezando a sacarla de sus casillas, pero prefirió quedarse callada, esperanzada de que dijera algo mínimamente positivo para hacer aquella situación menos abrumante para ella, cosa que veía poco probable, considerando que Niffty es... Niffty, y con ella, poco se puede hacer

—Y Charlie llegó como criada de hotel multinacional a salvarte— ahora de verdad que no sabía que tenía que ver una cosa con la otra, genial —Charlie limpió tus manchas, arregló tus cortes y hasta te perfumó, quedaste reluciente y solo necesitó sus manos para hacerlos ¿Entiendes?—

—Vagamente... pero sí— Niffty suspiró y continuó tallando —Siguiendo tu ejemplo... ¿Entonces Charlie se volvió la sábana sucia y yo la criada de hotel multinacional?—

  —No, hedionda, nadie puede reemplazar las manos de Charlie para arreglar la misma repulsión con la que llegaste— poco a poco empezaba a entender lo que decía la mujer —Sin embargo, tú eres capaz de coser los agujeros que resaltan en Charlie— y tal y como ella dijo, empezó a coser la sábana ahora limpia —Puedes agregar parches nuevos y llamativos, por qué quizás y la sábana no es igual que ayer, pero hoy siempre será mejor que ayer, y eso es lo importante aquí—

Niffty de alguna forma tenía razón, nunca sería capaz de arreglar a Charlie, no existe forma alguna de ello, porque la gente no se arregla, se ayuda a mejorar, justo como la sábana sucia. La única cosa que ella es capaz de hacer es apoyarla, limpiando sus manchas y dándole parches con los qué cubrir sus heridas, alentarla a seguir adelante, por qué eso es lo que sabe hacer Vaggie, alentar a sus conocidos a continuar, ella no es una criada, es una Coach motivacional

—Creo que tienes razón... Gracias Niff— cuando bajó la mirada, notó que la mujer ya no estaba en el baño, tambien se dió cuenta que tampoco estaba la sábana

Caminó fuera del baño y notó como la sábana, sorpresivamente, estaba seca y doblada, la cama estaba en perfecto estado y las hojas y crayones estaban en sus cajas correspondientes, Niffty se había marchado y la dejó ahí parada en el baño sin siquiera despedirse... Nada nuevo

Vaggie sonrió suavemente al sentir la habitación sin aquella tensión que había antes y ahora era opacado por un aroma a manzana y canela que llenaba sus sentidos de confort y la hacía sentir relajada, todo obra de Niffty

—... ¿Acaso Niffty es autista? Habla mejor con las manos ocupadas— hizo una pequeña pausa y soltó una suave risa —No, creo que eso es más TDAH—


















































 ¿Acaso Niffty es autista? Habla mejor con las manos ocupadas— hizo una pequeña pausa y soltó una suave risa —No, creo que eso es más TDAH—

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Quiero agradecerle mucho a Michiru-Asami por ayudarme a concentrarme para escribir esto, !Te debo la vida mon amour¡ JAJAJA

Ojalá me imagine un nuevo capítulo pronto, sino, se queda en Hiatus XD

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⏰ Última actualización: Aug 25 ⏰

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