⌗ 01 ; Una última vez

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  ꪆৎ ㅤׂ  Caprichos & Anhelos 

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La accionista sentía que su corazón caía en un abismo sin fondo

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La accionista sentía que su corazón caía en un abismo sin fondo. Ahí estaba, la "mujer" que le había quitado a su prometido. Lo peor no era verla ahí sentada cómo si nada hubiera ocurrido. Lo peor, o mejor dicho lo mejor era su aspecto. Ya ni siquiera llevaba los mismos anteojos a la vez anterior que se había fijado detalladamente en ella. Beatriz estaba distinta, aparte de su renovado y deslumbrante aspecto.

Ahora de alguna manera... Era segura, decía todo lo que ella creía estar bien o mal sin siquiera signos de vacilación o desconfianza en su tono. Le parecía curioso, pero cada pensamiento sobre Beatriz se esfumó con la rapidez de un chasquido al notar la mirada que el mismo Armando Mendoza ponía sobre la actual, la nueva Beatriz Pinzón Solano. Era un fastidio puro.

Pero debía admitirlo, verla en el pasillo, después de tanto tiempo, verla ahora "linda". Se quedó sin aliento al poner su mirada sobre ella, Patricia tuvo que afirmar sus brazos para evitar un pequeño tropezón.

Sin embargo, a pesar de la impresión de tanto cambio en su aspecto físico, el rencor seguía plasmado en su corazón. El mal sabor en la boca al verla no se iría con nada, al menos eso creía la pelinegra. Tuvo que volver al presente, a la reunión en la que seguía.

Le molestaba, le dolía ver cómo el hombre que amaba, no decidía si verla a ella o a la recién llegada.

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Beatriz, por su lado, se sentía sola. Estaba dando la batalla ella misma, sin ninguna ayuda de aquellos que la rodeaban en la sala de juntas. Las miradas insistentes e indiscretas sobre ella, por supuesto no pasaban desapercibidas por ninguno de los presentes, mucho menos para la pelinegra de cabello cuidadosamente alisado, quién se mantenía atenta al alrededor. Beatriz no tenía ganas de hacer presencia en ese lugar, el lugar en el que había trabajado ahora se sentía tan ajeno y desconocido a ella.

Pero no tenía más opciones, debía sacar a flote la empresa que Armando y ella misma se habían encargado de hundir cuál barco. Sería complicado tirarse al barranco por una empresa que realmente no le pertenecía, una empresa que a ella no le correspondía.

Caprichos & Anhelos  |  Marcela Y BeatrizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora