⛓️ 𖥻 ┈┈ 𝕿𝐇𝐄 𝕮𝐑𝐔𝐄𝐋 𓂃
rhaenyra targaryen ft.
❝Let Me Ruin You❞
Oscuridad y soledad eran dos palabras
que representaban perfectamente a
Maegor, como un anillo al dedo. Desde
su nacimiento, dictaban los
...
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Las gotas de agua se escapaban de sus manos, recorriendo su pecho desnudo y marcado por las cicatrices de batallas pasadas. Mojó sus manos nuevamente en el agua helada, pasándolas por su rostro hacia atrás de la cabeza, como si intentara lavar la fatiga y la amargura que lo consumían. Su cansancio se reflejaba en los jadeos entrecortados, mientras luchaba por respirar correctamente.
Tres años, tres malditos años exiliado de Lanza del Sol, condenado a vagar por las tierras oscuras, reuniendo un ejército de rebeldes y descontentos. Su misión: ejecutar cualquier rebelión que amenazara el orden establecido. Pero a pesar de su disgusto, aún no podía regresar a "casa", si es que se le podía llamar así. Su abuelo, el hombre que lo había enviado al exilio, se encargaría de decapitarlo por desobedecer sus órdenes.
En solo tres años, su espalda se había convertido en un mapa de cicatrices, un recordatorio de cada batalla, cada espada que lo había marcado. Su pecho fornido y musculoso no podía ocultar las heridas que aún no sanaban, las que lo hacían sentir vivo, pero también lo recordaban que nunca estaría completo.
Se había convertido en un guerrero formidable y temerario a la hora de luchar, su nombre era capaz de causar revuelto en el campo de batalla. Las miradas de desprecio habían cambiado a una de pánico, desesperación, eso le fascinaba.
Los pliegues de la carpa fueron abiertos, haciendo que la luz entrará por completo. Frente a él, uno de sus soldados hizo una reverencia antes de acercarse. —Mi príncipe, un cuervo ha llegado desde el Palacio Antiguo. — informó, extendiendo su mano donde mantenía el mensaje sellado con el sello de la Casa Martell.
Estas últimas palabras desconcertaron a Maegor, frunciendo el ceño confundido. ¿Un cuervo? ¿Cuánto había pasado desde que había recibido un mensaje de su abuelo? Sin contestar, tomó el mensaje, su mano cerrándose en torno al papel sellado.
Maegor miró el sello de la Casa Martell, su corazón latiendo con una mezcla de curiosidad y aprensión. ¿Qué podría querer su abuelo después de tanto tiempo?
