Cicatrices de fuego

First therapy session

Está previsto que sean tres capítulos, pero eso podría cambiar y es probable que se añadan etiquetas a medida que avancemos, solo por quién soy como persona. Sin embargo, ¡te garantizo que este será el final de Daemyra! Puede que sufran un poco, tienen mucho con lo que lidiar de ambos lados, pero es lo más saludable para ambos. Espero que disfrutes leyéndolo.

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El despacho es cálido, con paredes recubiertas de madera oscura y una suave luz que emana de una lámpara en la esquina. Rhaenyra está sentada en un sofá de terciopelo rojo, su postura tensa. Daemon, con los brazos cruzados, parece desafiante, casi aburrido. Frente a ellos, la terapeuta, una mujer de cabello negro y expresión serena, observa atentamente la dinámica entre ambos.

"Mi nombre es Alys Rivers, y seré su terapeuta de pareja", dice la mujer con voz calmada.

Daemon rueda los ojos, visiblemente irritado, mientras Rhaenyra es la primera en responder: "Es un gusto conocerte. He estado esperando mucho tiempo para tener esta cita contigo."

Alys asiente, revisando algunas anotaciones en su libreta. "Entiendo que llevan más de seis años casados, pero su historia es aún más larga." Luego, levanta la vista con sorpresa. "¿Tienen siete hijos? ¿Es correcto?"

Rhaenyra se sonroja y suelta una pequeña risa. "Sí, pero tres son míos de una relación anterior, y dos son de Daemon con su primera esposa. Tenemos dos hijos juntos," añade, frotándose las manos con nerviosismo.

"Está bien, gracias por aclararlo," responde Alys con una sonrisa. "Antes de comenzar, quiero asegurarles que todo lo que se diga aquí será confidencial. Nada saldrá de esta sala. ¿Están de acuerdo? ¿Ambos vinieron por su propia voluntad?"

Rhaenyra asiente de inmediato, pero Daemon la mira con enfado antes de dirigirse a la terapeuta. "¿Eso importa?"

Alys se acomoda en su silla, manteniendo la calma. "Es muy importante. Me gustaría que se sintiera cómodo, señor Targaryen. ¿Vino porque lo obligaron?"

Daemon baja los brazos, apoyándolos en sus piernas, y gira la cabeza hacia Rhaenyra. "Podría decirse que sí, fue una obligación. No lo considero necesario," dice, volviendo su mirada a la terapeuta. "Pero sigamos con esto."

Alys asintió con comprensión, sin dejarse perturbar por la actitud de Daemon. "Entiendo que esto puede ser incómodo, pero mi intención es ayudarlos a ambos. No estamos aquí para juzgar, sino para entender y mejorar la comunicación entre ustedes."

Rhaenyra entrelazó sus dedos, su mirada se fijó en el suelo por un momento antes de levantarla hacia Alys. "No sé por dónde empezar. Todo ha sido tan complicado..."

Alys la miró con empatía. "No hay un lugar correcto o incorrecto para empezar. Lo importante es que ambos se sientan escuchados. Tal vez podrían comenzar con que les ha traido aqui?

Daemon aparta la mirada, su escepticismo evidente. No es un hombre acostumbrado a abrirse, y mucho menos frente a una desconocida que lo mira con ojos clínicos y una libreta en las manos. "Entonces, ¿qué sigue? ¿Quieres que hable de mi infancia? ¿De cómo mi madre no me abrazó lo suficiente?" Su tono es sarcástico, casi burlón, y lanza una mirada de reojo a Rhaenyra, buscando su reacción.

La terapeuta, sin inmutarse, mantiene su calma habitual. "Solo si cree que es relevante, Señor Targaryen."

Rhaenyra suelta un suspiro, pero no pierde la compostura. "Daemon, si no te lo tomas en serio, esto no funcionará. No estamos aquí para que te burles de todo." con voz firme