Los Pergaminos De Tale Teller.

Tomo de Mythos.

Mientras tanto en un mundo que estaba en el mismo sistema planetario que Arcanoira, se desarrollaba una raza distinta en todo sentido.

Mythos, un planeta rocoso que poseía océanos y grandes montañas; luego de que las Bestias se sacrificaran, una semilla de la Bestia del Este, Dracea, cayó en este mundo y muchos otros más. De esta semilla nacieron unos lagartos alados muy particulares, llamemosles Dracidos.

Capaces de exhalar fuego a temperaturas similares a su sol y nitrógeno liquido tan potente como para quemar y congelar a la vez, se posicionaron rápidamente en la cima de la cadena alimenticia de Mythos y rigieron este mundo por muchos Ciclos Solares… Hasta que una especie decidió subir e intentar cazarlos.

Los Mythones evolucionaron velozmente, seres de un aspecto bovino y musculatura impresionante por genética, pasaron de ser sus presas número uno a ser sus cazadores, dejando la vida de los pastizales para una dieta fibrosa. Los Mythones se convirtieron en una especie guerrera bastante fuerte... Pero no lo suficientemente inteligente.

Durante su desarrollo evolutivo, muchas razas de Mythones se extinguieron dejando solo a los que podían crear armas y armaduras con vida, sin embargo, aún seguían siendo débiles ante los lagartos acorazados de más de 25 metros de largo, 10 toneladas de puro músculo y una inteligencia estratégica superior; pero los mamíferos bovinos tenían un az bajo la manga: la Wolframita.

La Wolframita es un metal resistente y poco común en este lado de la galaxia, lo suficientemente ligero y maleable para ser fundido en una forja normal y ser usado hasta de manera doméstica en el día a día, pero lo suficientemente resistente y poderoso para proteger a los Mythones del fuego, nitrógeno y dientes afilados de los Dracidos. Gracias a la Wolframita los bovinos lograron someter a sus enemigos durante incontables batallas y salir vencedores.

Los altos mandos de Mythos solían usar armaduras hechas a partir de las corazas de Dracidos derrotados como símbolo de poder, aún siendo algo primitivos, se esparcieron por su planeta y comenzaron a ser una especie floreciente.

Fué durante esta época que los pensantes de su mundo comenzaron a ver a las estrellas con duda.

Unos pocos milenios antes de su época próspera, contaba la leyenda, una de las estrellas más brillantes del cielo pasó de ser color azul a ser color rojo y de manera sorpresiva desapareció, ellos en ese tiempo no le tomaron mucha importancia pero los pensantes de la época próspera comenzaron a teorizar si realmente hubo una estrella brillante que desapareció sin dejar rastro; comenzando así la búsqueda por la mítica estrella de Leviathan.

Fueron unos 100 años Mythones de debate sobre la desaparecida cuando sucedió una cosa impensable y que sin que lo supieran marcaría el inicio de un conjunto de tragedias ocurridas una tras otra en toda la galaxia, un suceso que borraría del mapa a su recién nacida civilización; esa noche una estrella amarillenta apareció en el cielo.

El debate se reanudó, mientras los pensantes intentaban hablar sobre qué podría significar esto, los altos mandos pensaban que era una señal de sus dioses, comenzando a prepararse por si acaso; unos meses pasaron y parecía que las aguas se habían calmado... Hasta que una lluvia de objetos extraños comenzó a caer en las fronteras de cada pueblo.

Los Mythones mandaron grupos de soldados a averiguar que eran los objetos extraños, encontrando solo esferas de hielo sólido, pero una vez intentaron romperlas la sentencia de muerte había sido firmada para ellos.

=[En otro sitio]=

— Señor, tenemos noticias del visodromo número 20 en Castor — había dicho una mujer que no era ni Mython ni Arcana, portando papeles en sus brazos y una toga.

Era una reunión de más de su especie, ancianos la gran mayoría, con bandas de lana en sus cuernos mostrando distintas figuras; uno de ellos se alejó con diplomacia del resto para prestarle atención a la mujer.

— ¿Ha fallado acaso uno de los cristales?, Hemos trabajado muy duro en contra de la ilusión del espacio y la tela del tiempo para poder visualizar otros mundos a tiempo real, no me gustaría que algo salga mal después de nuestro banquete de celebración — le sonrió con gentileza, como si estuviera bromeando, pero al ver que ella lucía seria se retractó.

— El visodromo número 20 está funcionando a la perfección justo como ayer, sin embargo nos hemos dado cuenta de algo terrible, algo que no pensábamos posible y menos en ese sector del firmamento — empezó ella — Aparentemente está sucediendo un ataque —

— Bueno, según los datos recopilados el día de ayer, el comportamiento violento parece ser un rasgo común en esa especie — ella le mostró los papeles, imágenes, datos y mucho más; entre más pasaba página más su sonrisa gentil se iba desvaneciendo para ser reemplazada por un rostro repleto de temor y una confusa sorpresa — Pero... Pero esto no puede ser... —

Los demás ancianos, curiosos por el cambio de humor de uno de los suyos, se acercaron y empezaron a revisar los papeles quedando igual de temerosos y sorprendidos.

— Pero no hay más mundos inteligentes cerca de ellos, sin contar AliceRoja-D o Lapislázuli-B — dijo uno de ellos.

— Debe haber un error, ¿No será una especie autónoma que no habíamos visto? — habló el más joven, quien parecía ser hijo del gentil.

— No, los datos hubieran arrojado algo, solo tenemos registro de dos especies superiores; si hubiera una tercera lo habríamos visto — habló una mujer distinta.

— No se encuentran más mundos inteligentes potenciales en los al rededores tampoco... — dicho esto el debate terminó, había que hacerse algo al respecto.

Su reunión con motivos de discutir si era plausible la visita a otros mundos para ayudar o solo vigilar más de cerca había sido reemplazada por un debate para encontrar una manera de moverse rápido hasta aquel mundo en peligro; su especie, pacífica por naturaleza, no toleraría un ataque que desestabilice el delicado sistema de los mundos que han estado viendo desde lo lejos. A pesar de no estar capacitados para pelear, si lo estaban para evacuar y tenían a su disposición naves primitivas que podían alcanzar velocidades suficientes para ir de un mundo a otro por tramos cortos.

Sin embargo se preguntaban si eso sería suficiente para doblegar a los misteriosos agresores de aparentes alas cafés, pero estaban seguros de algo, si estos seres salidos de la nada del cosmos podían atacar una especie guerrera de esa forma entonces serían capaces de hacer lo mismo con otros mundos cercanos.

Así surgió entonces una organización que tenía como propósito principal proteger mundos de ataques externos. La O.P.S.