Uso de Oc
La gran Tokyo, conocida por ser la ciudad nocturna, donde en la noche se está más que en el día. Donde en los callejones hay símbolos de pandillas...Donde los ojos dicen más que mil palabras vivían dos almas enredadas en un amor imposible: Baji y Helen. Sus caminos se cruzaron en una cafetería, donde el aroma del café y el sonido suave de las tazas chocando crearon un vínculo inesperado.
Keisuke, un jóven adolescente capitán de una de las divisiones de la Tokyo Manji, con cicatrices en su piel visibles, pero con cicatrices aún más visibles en su alma. Helen, por otro lado, era una joven camarera que siempre sonreía, pero sus ojos ocultaban tristeza. Estaba atrapada en una relación tóxica con un muchacho llamado Toji, un ex miembro de la pandilla en la que Keisuke estaba
Su novio era posesivo y controlador. Sus palabras afiladas dejaban marcas invisibles en Helen, y su presencia la asfixiaba. Pero el miedo y la dependencia la mantenían atrapada en su telaraña. Keisuke notó las señales de abuso en Helen desde el primer día. Sus ojos se encontraron, y algo en ellos se conectó como hilos invisibles. Keisuke compartió su historia con ella, revelando su pasado oscuro y cómo la pandilla habia sido siempre su soporte
“Helen”, dijo Keisuke con voz suave, “mereces algo mejor. Alguien que te trate con amor y respeto. Alguien que no te haga llorar”. Helen lo miró con lágrimas en los ojos y asintió. Los dos comenzaron a verse en secreto, como cómplices de un amor prohibido. Baji le hablaba a Helen de su pandilla y de las grandes hazañas que hacian, cómo siempre resultaban victoriosos en todas sus batallas, eran hazañas con valentía, una valentía que ella deseaba tener. Helen a su vez, le enseñaba a bailar bajo la lluvia, a encontrar belleza en los momentos simples.
Juntos, tejieron una historia de complicidad y valentía, enfrentando miradas acusadoras y sus propios miedos. Una noche, mientras paseaban por la plaza, Keisuke le mostró una estrella fugaz. “Helen”, susurró, “pidamos un deseo”. Ella cerró los ojos y deseó liberarse de las cadenas que la ataban a Toji. Baji deseó ser el hombre que la hiciera feliz.
El día que Helen finalmente dejó a Toji, Baji estaba allí para sostenerla. La lluvia caía suavemente mientras se abrazaban bajo un paraguas rojo. “Te trataré mejor”, le prometió Baji. “Con cada parte de mí ser, con cada beso, con cada abrazo”. Y así, Baji y Helen aprendieron que el amor verdadero no es posesión ni control, sino libertad para ser uno mismo
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One Shots ✧˚ ༘ 𝐌𝐔𝐋𝐓𝐈𝐅𝐀𝐍𝐃𝐎𝐌
Fanfiction𝐎𝐒 ─── D𝒾ferentes h𝒾storias con tus personajes favor𝒾tos⃤Ped𝒾dos ab𝒾ertos Todos los derechos reservados ©