Todo a terminado

24.9K 1.2K 79
                                    

Primero Gracias por todos esos comentarios en el capítulo pasado, sé que me odian por no actualizar hasta hoy, pero espero que valga la pena la espera. Gracias por el apoyo que me dan y me alegro que disfruten de esta novela como yo de escribirla:')
Coménteme que les pareció y voten si les ha gustado
Pd: El domingo puedo subir un capítulo más si gustan:$
cuídense<3 les mando un abrazo<3


−¿Estas segura de que estarás bien? –me pregunta Nick cuando llegamos a nuestro destino

−Sí, solo necesito tiempo a solas

−Pero...

−Nick, estaré bien

−Llama si quieres que venga por ti

Solo asiento, doy las gracias de nuevo y bajo del auto. Miro frente a mí. Mi antigua casa, luce igual que siempre pero todo es diferente ahora. Entro sin dudar. La llave de repuesto aún está enterrada en la maseta de la entrada. No parece que alguien haya venido desde la última vez que estuve aquí. Al entrar me encuentro con el lugar más ordenado de lo que recordaba, sin embargo todo está lleno de polvo. Tengo trabajo que hacer.

Sin pensarlo me pongo a limpiar la casa, me sorprendo a mí misma de que los servicios de agua y luz aun estén disponibles. El único problema es que no hay gas, así que hacer de comer será algo imposible. Sin embargo el microondas funciona así que algo se podrá hacer. Limpio cada rincón, como antes lo hacía, se siente bien volver a esto en realidad.

Cuando toda la planta baja está terminada subo. Arriba no hay mucho, solo el cuarto de mi madre, el mío y el baño. Me entretengo otro rato mientras limpio el baño. No tardó mucho en realidad. Salgo y me paro frente a la puerta del cuarto de mi madre, quiero entrar, pero de solo pensarlo el estómago se me revuelve. No me atrevo y voy al mío entonces. Todo está como lo recuerdo en realidad. No hay tantas cosas para ver porque todo lo valioso me lo llevé a casa con Liam. Pero la cama sigue ahí. No dudo en lavar las cosas y cuando están listas las pongo de nuevo, me dejo caer en la cama una vez que he terminado de limpiar cada rincón de esta habitación. Todo hubiera sido muy diferente si yo siguiera viviendo aquí. Con ella, con mi madre.

Me levanto, esta vez estoy decidida a entrar a su habitación. Abro la puerta con cuidado, un olor extrañamente familiar viaja por mi nariz, como si ella acabará de salir del baño y se puso ese perfume que tanto me gustaba. Pero al parecer solo es mi imaginación. Miro el suelo, la mancha de sangre viene a mi mente, pero ya no está ahí.

Recorro cada rincón hasta que llego al espejo, miro mi reflejo, me siento como diez años más vieja ahora. Agacho mi cabeza y miro los productos de mi madre que aún siguen ahí, el famoso y lindo perfume que si no mal recuerdo huele a rosas. No me detengo a comprobarlo. Si, son rosas. Miro más por el mueble y entonces encuentro lo que parece ser un sobre, parece como su alguien lo hubiera lanzado al espejo y cayó ahí sin mucho esfuerzo. Lo tomo y quito un poco la capa de polvo que tiene encima.

Me parece un poco sorprendente que esto esté aquí, hubiera pensado que la policía reviso cada rincón de este lugar. Pero claro, al tratarse de un suicidio no había mucho que investigar supongo. Abro el sobre que ahora luce amarillo por el tiempo que ha estado aquí quizá.

Es una carta por supuesto, desdoblo la hoja y al comenzar a leer me sorprendo al ver mi nombre al inicio de esta.

Victoria Laurence.

Un día estaba sentada en la sala de espera de un hospital muerta de nervios, había estado sintiéndome mal por toda una semana y quería saber que me pasaba. El doctor me mandó hacer análisis y me los entregaría pronto. Mi esposo estaba conmigo, apoyándome como siempre. Él también estaba nervioso, se preocupaba tanto por mí que quizá estaba más nervioso que yo. El doctor apareció entonces y nos pidió pasa a su consultorio. Mi esposo y yo nos sentamos frente al escritorio del doctor y esperamos a que hablase. Entonces, nos dio la noticia más emocionante de toda mi vida. Iba a ser mamá. Mi esposo y yo estábamos tan felices, sabíamos que no iba a ser fácil, pero estábamos seguros de que haríamos lo posible porque nuestro próximo bebé fuera feliz siempre.

La niña de mi vida ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora