La niña de mi vida ©

Vacía

Tarde pero seguro:3

Si si de nuevo Advertencia al inicio, juju  ustedes ya saben ♥
Gracias de nuevo por su apoyo, espero disfruten, no olviden comentar que les parecio y votar si les gusto:)
Provecho... ♥ 

Bien, confesar de esa manera que me había enamorado de él fue un poco precipitada. Pero bueno es que después de todo como no hacerlo. Admito que fue un poco duro que después de que confirmará mi afirmación lo único que obtuviste a cambio fuese una sesión de besos algo intensa. Aunque pensándolo bien no estuvo del todo mal. Después de eso tuvimos que irnos a arreglar claramente. Es Lunes, nueva semana, nueva yo. Nadie tiene que decirme que tengo que compórtame como si nada hubiese pasado, pero aunque esté consciente de ello es un poco difícil. Y más cuando él se queda para tomar el desayuno. Nadia se sienta con nosotros y Héctor también. Un poco apenado por Liam pero él mismo les ha pedido que lo hagan.

−¿Y cómo esta Natalie?

−Ella está muy bien –dice Nadia− Señor Liam, ya estamos terminando los preparativos para el bautizo, solo queríamos recordarle que…

−Nadia… ¿Qué paso con el usted?

−Lo siento –dice ella sonrojada

−Y claro que no he olvidado que seré el padrino

−Y Tori…

−¿Estás muy segura de que no quieres a alguien más calificado para ser la madrina de Natalie? Digo, no lo sé…

Nadia posa una de sus manos sobre la mía.

−No hay nadie mejor que tú… me dice

−Bueno… −habla Liam− Los dejo

−Que tenga un buen día hoy

−Gracias Nadia

Él se levanta y se va. Si bueno, admito que esperaba más de despedida, pero sé que tengo que acostumbrarme.

−Yo iré por el auto –dice Héctor mientras se pone de pie

Nadia entonces me mira con una sonrisa de oreja a oreja.

−¿Qué pasa? –pregunto

−No te hagas, tienes que contarme lo que ha pasado en la cena

−Ahora no puedo Nadia, ya voy tarde a clases, iré por mis cosas –digo mientras me levanto de la mesa y recibo una de sus miradas molestas, dile a Héctor que ya vengo

−Pero…

No la dejo terminar, subo las escaleras y es una sorpresa para mí cuando encuentro a Liam de pie frente a la puerta de mi habitación. No puedo evitar sonreír como una tonta. Camino más hasta quedar frente a él.

−No podía irme sin despedirme –me dice mientras me mira detenidamente el rostro 

−Adiós –le dije

Él meneo la cabeza como examinándome con una sonrisa torcida y luego sin más atrapo mi rostro entre sus manos y me beso. Sonrió ante su acto, pongo mis manos detrás de su cuello y acarició y cabello entre mis dedos. Una de sus manos baja a mi espalda de a poco haciéndome estremecer. Me separo solo un poco de él y veo sus hermosos ojos.

−Será mejor que me vaya –dice− No puedo llegar tarde

−Entonces anda

Me besa de nuevo esta vez con más cuidado.

−Adiós Victoria

Me deja en libertad y luego simplemente se va, dejándome por completo vacía y con ganas de mucho más.