I N E F A B L E

| |CAPÍTULO 3 | |

C A P I T U L O | TRES

3

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Scott

A pasado un día después de la oferta del director.

Es increíble las cosas que el destino puede colocar en nuestro camino y ser tan ciegos para no verlas, pero ¿Si lo pudiéramos ver? Tan siquiera tener una pequeña vista previa de lo que sucedería ¿Aceptarías lo que el destino tiene para ti?

De mi parte agradezco que no sea así, agradezco que esa vista previa es inexistente, y no puedo ver nada de lo que me tiene preparado, si fuese de otro modo sería usual, conveniente y trataría siempre que las cartas jueguen a mí favor ¿Cuantas personas no estarían dispuesta a cambiar todo o lo que no les agrade en él?

Extraordinariamente todas cambiarían hasta lo más mínimo de su destino.

No obstante, esa opción no es coherente, es sólo producto de la imaginación de un chico que no acepta su destino de organizar y llevar con suma responsabilidad lo que por castigo hacia las faltas cometidas dentro de San Marín cometió. Llevar a cabo la exhibición de arte en el mismo lugar mencionado.

¿Te cuesta tanto aceptar tu error?

Tienes veinte años, Jonás, ya no es como antes, como en aquellos días que veías llegar a tu madre reluciente, llena de furia y con ganas de cortarte en pedacitos, a la escuela, ya no es así, los tiempos cambian, las cosas cambian, nada en este mundo queda exactamente igual. Tu madre no te salvará esta vez, solo te bajara la cabeza al verte si se entera del porqué de la pelea.

Ya no importa, es irrelevante para mí.

Sin embargo, no quiero causarle otra decepción.

Es eso lo que hace un buen hijo, ¿No?

Tumbado en mi cama admiraba el cartel de Deadpool que mantenía pegado a mi pared, mientras esperaba un poco desesperado a Dan, un amigo de la infancia, para ir a la fiesta de esta noche, en el club de los Miller.

Esa chica ¿Elizabeth?

Siempre he mantenido curiosidad hacia ella, Klaus la menciono un par de veces, junto a Bertod y alguien más, pero no recuerdo quien.

El día que la vi llegar junto a la mejor amiga de Polo a su casa, me sorprendió verla en ese lugar, impaciente y un poco inquieta. Recuerdo a Polo invitándome a pasarla junto a ellos esa noche, propuesta que rechacé de inmediato, por cosas pendientes.

El claxon del auto de Dan llega a mis oídos como una señal de llegada, unos minutos más y hubiera estado dormido y podría ir junto a él, al club de los padres de esa chica.

Tratare de controlarme esta noche, mañana tengo que ser "responsable".