⁎⁺˳ 彡 🥞༉‧₊ Epilogo

326 34 15
                                    

⁎⁺˳ 彡 🥞༉‧₊

Minho cosechó las fresas que estaban más rojas y se aseguró de regar muy bien todo el huerto antes de comenzar a prepararse. Era un día muy importante. Su hermano vendría a la ciudad solo para estar con él y vería al padre de Félix después de bastante tiempo. La última vez que lo vio fue cuando nació el menor de sus nietos.

Chan llegó a la casa del alfa de gatos y este lo recibió con un abrazo.

—Hoy es el día...—se limitó a decir Chan.

Ya estaba vestido con un traje negro, formal, perfecto para la ocasión. Acompañó a Minho a vestirse también y le ayudó a vestir a los pequeños gatitos que tenían por hijos Minho y Félix. Cuando estuvieron listos, partieron hacia el lugar donde esperaban ver a sus amigos y a los de su pareja.

Cuando Minho llegó, fue recibido enseguida por su hermano, quien lo abrazó y tomó a sus dos sobrinos mayores en sus brazos, mirando a los gatitos con mucha tristeza. Saludó a algunos invitados más antes de divisar a lo lejos a Hyunjin hablando con el padre de Félix y su novia. Se acercó a él algo tímido; su hijo menor iba en sus brazos y este no sabía muy bien qué sucedía. Era algo raro en Minho estar cabizbajo, pero en realidad el momento hacía relucir emociones que no esperas sentir tan joven.

—Ha pasado un tiempo—habló Minho.

Su suegro lo abrazó, dejando salir algunas lágrimas. La última vez que se vieron fue cuando nació el niño que iba en sus brazos. La novia del padre de Félix tomó al bebé de un año y medio en sus brazos, y Minho se aferró con fuerza al mayor que lo abrazaba, dejando salir sus lágrimas también. Cuando se separaron, limpiaron sus rostros y Minho se dirigió ahora a Hyunjin, quien también soltaba lágrimas. Lo abrazó dándole palmadas en la espalda.

—Lo siento mucho—habló Hyunjin antes de separarse.

—A ustedes tampoco los hemos visto mucho—dijo Minho con una sonrisa tratando de aligerar el ambiente.

—Hemos estado muy ocupados con los niños y... bueno, Jeongin está en cinta de nuevo—habló el hurón con una sonrisa.

—¡Wow, felicidades!—exclamó Minho.

—Sí, creo que ya somos expertos en esto de la paternidad—habló orgulloso Jin—. Lamento traer estas noticias en un momento así...—dijo algo apenado.

—¿Cómo fue?—preguntó con miedo el padre de Félix, por si era muy pronto para Minho.

—Estaba durmiendo, sabía que su momento había llegado, así que se despidió de los niños... me pidió que los cuidara con mi vida, no quería que les sucediera lo mismo que a él. Nos fuimos a dormir y murió abrazando a los niños y dándome la mano. Yo no pude dormir y sentí cuando aflojó su agarre y se rompió el lazo. Así que luego de eso llamé a una ambulancia para confirmar y se lo llevaron—habló Minho con su voz quebrándose.

—Lo siento mucho...—lamentó Hyunjin y abrazó fuertemente a Minho.

—Alcancé a decirle que lo amaba y a besar sus labios una última vez...

Hyunjin cerró sus ojos, dejando escapar lágrimas, y miró a sus novios, quienes observaban con lástima detrás de Lee. Chan se acercó y apoyó su mano en el hombro de Minho.

—Ya va a comenzar—anunció el tigre.

Minho y Hyunjin se separaron y comenzaron a caminar hacia donde estaba el ataúd. Cuando el cura comenzó a hablar, Minho miró los anillos que adornaban su mano; el de él estaba en su dedo anular y el otro estaba en su meñique. Este pertenecía a su ahora difunto esposo. Se aseguró de poner la foto más hermosa que tenía de Félix en el marco de flores a un lado del ataúd. En la foto, Félix tenía una sonrisa y sus ojos no estaban tan abiertos, pero se veía el brillo en ellos. En el fondo se veían los arbustos llenos de fresas rojas. Félix vestía un overol y una camisa rosa que lo hacían ver muy tierno, además de un sombrero de paja que se amarraba a su mentón con un listón de satén rosa.

⁎⁺˳ 彡 🥞༉‧₊

El aire estaba impregnado de un silencio pesado. Solo se escuchaba al sacerdote, un hombre mayor con una voz profunda y resonante, quien leía las últimas palabras del ritual. El silencio de los presentes era interrumpido solo por el ocasional murmullo del viento que movía las hojas secas en el cementerio, parecía lamentar la partida de Lee Félix. Las sombras alargadas de los cipreses se extendían sobre los asistentes, proyectando una atmósfera de melancolía.

Minho se mantenía de pie cerca del ataúd, con la mirada perdida en la caja de madera oscura que cubría el cuerpo de su esposo. Su traje negro, sobrio y luctuoso, contrastaba con la palidez de su rostro, marcado por el dolor y la falta de sueño.

Sus cuatro hijos estaban con él: Hyeongjun, el mayor de 5 años, se abrazaba a una de sus piernas, arrugando su pantalón entre sus pequeñas manos y llorando. Quería a su papi Félix, pero sabía que después de que se despidió de ellos no lo vería nunca más. Su otro hijo, Seongmin, que era unos meses menor que Hyeong, se aferraba a su otra pierna. Su mirada estaba perdida en el ataúd mientras su labio temblaba y las lágrimas salían de sus ojitos. Chaewon, su única hija de apenas tres años, era cargada en uno de sus brazos. Ella tenía su cabeza escondida en el pecho de su padre, apretando el saco de este. Su llanto era más fuerte que el de sus hermanos, pero se apaciguaba al tener su cara hundida. Y por último, su hijo menor, Hyunsuk, de un año y medio, era apenas un bebé y no entendía nada de lo que sucedía, pero estaba somnoliento en el otro brazo de su papá.

Minho, con el dolor en el corazón, separó a sus hijos de su cuerpo y los dejó con su abuelo para acercarse al podio.

—Primero que todo quería agradecer a todos por venir. Sé que Félix lo hubiera apreciado mucho. Probablemente hubiera hecho postres deliciosos para recibirlos y tendría una sonrisa en su rostro... él siempre fue así, sonreía incluso cuando estaba triste. Tenía una herida inmensa en su corazón, pero eso no lo frenaba de sonreír inmensamente—leía Minho. Había preparado un discurso, pero con la tristeza del momento, las palabras solo salían de su boca—. Yo... amaba esa sonrisa y por eso traté de cada día mostrársela y hacerle sonreír en cada rincón del mundo al que pude llevarlo—ahora una sonrisa se hacía presente.

Minho recordaba todos esos momentos y lloraba, pero sus lágrimas eran de felicidad.

—Aunque nos dijeran que Félix estaba enfermo y le quedaban pocos años de vida, su optimismo alargó su felicidad dos años más. Aunque nos dijeran que no podía tener hijos, encontramos la forma de tener cachorros biológicos sin arriesgar más su vida. Me alegra saber que fue feliz en cada momento de su vida y esto no fue solo gracias a mí. Agradezco a nuestros amigos aquí presentes que hicieron posible el sueño de Félix de ser padre. Sin ellos jamás podríamos haber conocido a estos maravillosos niños que me acompañan hoy a este lugar donde no deberían estar siendo tan pequeños—miró a sus hijos, quienes miraban con admiración a su padre y secaban sus rostros—. Ellos comprometieron su bienestar y su tiempo para que los hijos de Félix pudieran nacer sin complicaciones y es algo que jamás se podrá dejar de agradecer...

⁎⁺˳ 彡 🥞༉‧₊

Cuando finalizó la ceremonia, los asistentes se acercaron uno a uno para ofrecer sus condolencias. Las palabras de consuelo eran pocas y cuidadosamente elegidas, pero la mayoría de las veces eran acompañadas por un apretón de manos o un abrazo, como si los gestos pudieran aliviar el peso del duelo.

El hijo mayor observaba a su padre con una mezcla de admiración y tristeza. Sabía que, a pesar de la fortaleza aparente de Minho, el dolor de perder a Félix era un vacío que nunca podría llenar. En su mente, Hyeongjun recordaba las enseñanzas de su padre, los valores que le había inculcado, y sentía una responsabilidad creciente de honrar su legado.

Cuando el cementerio comenzó a vaciarse, Minho se quedó un momento más, mirando el ataúd que ahora estaba parcialmente cubierto por la tierra. La imagen de Félix, su esposo, su compañero, su amor, parecía hacerse más difusa en su mente, como un sueño que se desvanece al despertar. Con un suspiro profundo, Minho se dio la vuelta y se dirigio su auto donde esperaban sus hijos, sintiendo que, aunque el funeral había terminado, el verdadero duelo apenas comenzaba.

⁎⁺˳ 彡 🥞༉‧₊

˖˚♡ !! ᵏⁱᵗᵗᵉⁿˢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora