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Minho amaba los juguetes de todo tipo

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Minho amaba los juguetes de todo tipo. Le encantaba el color rosa, los brillitos, los moños y los corazoncitos. Amaba esos juguetes que podía meter entrada; de esos que vibraban y lo hacían sentir bien. Le gustaban sus juguetes donde podía usar su pene, en especial cuando este estaba duro y rojizo, pero sobre todo le gustaba aún más usar todos esos juguetes con su querido y amado novio: JiSung. El sabía usar los juguetes, sabía hacerlo sentir lleno con un dildo de 10 centímetros. El sabía como hacerlo venir con un cubo de hielo y sabía hacerlo tocar las estrellas con una vela encendida. Él conocía el punto exacto donde se encontraba su próstata, el sabía el lugar precisó donde estaban todos sus puntos débiles, el sabía hacerlo sentir como nadie más.

Abrió el clóset en el que guardaba todos sus juegues para añadir a la colección el último producto que había pedido en línea. Se sintió gustoso al ver su armario lleno hasta el tope de productos eróticos. Al fin le ganaba en algo a Félix.

Colocó la caja de su nueva adquisición en una de las repisas, arriba de la colección de los vibradores, entre la caja con cuerdas y el montón de lencería. De un momento a otro le entraron las ganas de estrenar algunas cosas con JiSung, porque era una tradición que ambos estrenarán las cosas, así que Minho no perdió el tiempo y marco al primer número en su lista de favoritos, para después de varios pitidos escuchar la dulce y suave pero dominante voz de su JiSung.

— Hola, ¿Honnie? –preguntó el mayor del otro lado de la línea–

— ¡Hola mi amor! Este... Me preguntaba si podías venir a probar un nuevo juguete...

— Solo si me dices lo que es –respondió juguetón –

Minho lo pensó unos segundos y luego lo dijo

— Dados.

— Magnífico, bebé. Allá voy -la llamada se terminó en ese instante. Minho se apresuró para ponerse su mejor lencería, perfumarse y arreglar todo lo que podían llegar a usar. No pasaron más de cinco minutos y el timbre del departamento del rubio se escucho, anunciando la llegada del castaño.

Bajó apresurado a abrir, sin una pizca de pudor por recibirlo en ropa transparentada más que un cristal. Ni siquiera les dió tiempo de saludar para cuando sus bocas estaban juntas y dentro de ellas sus lenguas danzando, buscándose entre si para crear un tacto placentero. Llegaron entre besos y tropezones a la cama, donde la bonita lencería recién puesta de Minho fue desabrochada y arrojada hacia algún lugar al azar de la habitación. –¿Me puse mi ropa favorita para nada? – pensó el menor.

— ¿Qué tienes preparado para mi, bebé? – preguntó con el mismo tono divertido que usaba a menudo mientras estaba con su novio.–

Minho apunto hacía una cajita entre las desordenadas sábanas. JiSung la tomó con una sola mano y por instinto, la agitó para poder escuchar el sonido de lo que había dentro. Abrió la cajita y envoltorio percatándose de que era exactamente lo que quería ver: dados. Volteaba una y otra vez las pequeñas piezas en la palma de su mano para ver cada lado de los dados. Miró al rubio como para pedirle permiso de ser el primero en tirarlos y el contrario asintió, el rizado sonrió y tiró el par de dados en la cama observando con atención los resultados: SUCK y NIPPLES. Minho le dio una mirada al mayor y este se acercó hasta los lindos y rosados pezones del rubio para luego lamerlos con una suma delicadeza a cada uno por aparte. Cuando Minho exigió su turno, tomo los dados y los volvió a lanzar quedando como resultado las palabras: LICK y DICK.

TOYS | HANKNOWDonde viven las historias. Descúbrelo ahora