Brujo Oscuro (Re:Zero Fanfic/Isekai)

Capitulo 3: Capella

Pasaron horas, me encontraba en medio de un pueblo incinerado, el sol saliendo detrás de las montañas, cientos de cadáveres como de Onis y del culto alrededor de mi.

Como llegue a estar aqui? Fue lo que me pregunte durante estas ultimas 6 horas mientras miraba el gran charco de sangre que al paso del tiempo solo se sacaba.

-"Si que se lucio ese payaso..."- una voz femenina se escucho a lo lejos, la reconocí al saber que era de lujuria, me pregunte que debería hacer, si salia a saludar me mataría? Igual no lo pensé mucho, estaba con la mente en las nubes.

Me acerque con paso lento, al estar a la vista de lujuria solo me arrodille frente ella.

-"Alguien quedo  vivo por lo que veo...Ehm? Pero si eres el niño chistoso"- Se le veía una expresión serena y seria, supongo que estaba decepcionada por que el culto haya muerto.

-"Dime...Como te llamas?"- respondí al instante captando la orden -"Con que Dairis...Quien te puso un nombre? Se supone que las basuras estas desde que nacen solo se les lava el cerebro. Curioso"- Debido a los pensamientos que tenia se me olvido ocultar esa parte, pero no se le veía tan molesta por saber mi nombre.

Señalándome con su mano que me levantara, se me quedo viendo fijamente varios segundos a los ojos, intente desviar la mirada hacia el piso, pero sabia que si hacia eso seguro me llevaría algún castigo.

-"Aun conservas emociones...Con solo ver tus ojos se nota que tienes miedo, tienes pánico...Y el que sigas con vida. Huiste acaso? No...Huelo sangre en tus manos"- Por como pintaba la situación parecía que era una clase de bicho raro para ella? No entendía muy bien por que trataba de analizarme.

-"Sabes? El plan era que absolutamente todo el culto que atacara este pueblo morirían a manos de ese payaso...Deberías estar muerto, quieres que te mate ahora?"- Intentaba quebrarme o alguna tortura mental? Sin duda mis piernas empezaron a temblar del miedo a la muerte, de por si esta mujer nos puede utilizar como muñecos de prueba a diversión. Acaso moriré?

Una risa burlona se escucho por todo el pueblo incinerado -"Tu cara...Tu maldita cara. Deberías verla JAJAJA!"- Su risa era tan ruidosa y molesta que me exalto enormemente, no era solo una risa burlona sin mas, era como si transmitiera lo débil y vergonzoso que era, me rebajaba a un simple gusano.

Poniéndose a un lado mio, me miraba de reojo con unos ojos fijos, solo podía pensar en que me perdonara la vida.

-"Seguro debes pensar en que te perdone la vida, en que por algún milagro, tu cabeza no este en el suelo. No? Son tan predecibles...La gente que siente amor"- Pasando al lado mio, se fijo en toda la masacre que había, con un suspiro dio la vuelta y se empezó a alejar.

-"Tu cara me encanta cuando te pones así...Ahora seras mi juguete...Te va a gustar"- Señalando con su dedo indice que la siguiera, solo estuve procesando lo dicho unos segundos para luego hacer caso.

Un año después.

Paso un año desde que básicamente quede como el esclavo, perro, juguete, como le quieran decir, de lujuria, esta mujer tenia un claro problema a la hora de sus pensamientos. Si ya con lo de Oni no creí que volviera a tener mas experiencias o ver algo peor, pues con ella presencie cosas aun mas peores. Y lo peor de todo, es que estos arzobispos, lujuria, tenían sus lados vulnerables o momentos "tristes".

-"Ya volví..."- Volvió mi "dueña" una cosa que no entendía eran los actos que esta cometía conmigo. Los primeros 3 meses fueron los peores, me trataba como la peor basura del mundo, me reclamaba todo el tiempo que todo el amor y respeto debía ser monopolizado por ella misma, que todos le debían amor, después de esos 3 meses cambio su actitud hacia a mi, los arzobispos cuentan con una orden gracias a su titulo de arzobispo, ella se quejaba de que su autoridad de lujuria y amor no funcionaba conmigo.

-"Te traje lo que tanto te gusta..."- Capella abrió la puerta, en este tiempo me dio su nombre completo como recompensa. Al abrir la puerta elevo un conejo moribundo y muerto que lo alzo lentamente hasta su cabeza para luego despedazarlo en pequeñas partes con sus manos, la sangre chorreo por todo su pequeño cuerpo a la vez que sus partes caían por ella.

Ella solo estendio sus brazos en señal de que tomara acción, mi cuerpo se movió solo, llevaba días sin comer nada, me abalanze sobre ella derribandola en el piso, pase mi lengua por todo su cuerpo a la vez que comía sobre su abdomen y en general en ella. Capella solo llevo sus manos hacia mi cabeza acariciándome lentamente.

-"Si...Buen chico, eres el único que merece mi amor. Mi lujuria"- Con un claro sonrojo en su cara, Capella solo se deleitaba del "amor" que le estaba dando.

Al terminar de comer nos quedamos por varios minutos uno con el otro. Capella me encerró en un pequeño sótano después de los 5 meses, esto por que en uno de los días que cazaba para comer ella no me encontraba y por desesperación me encerró todo el día y noche.

Me decía que era por mi bien, que ella me daría de comer, me daría amor.

-"Esta noche podre estar contigo...Dime, me amas?"- Elevándome la cabeza con sus pequeñas manos, me obligaba a verla a los ojos, solo pude respondes con un simple y seco "Si" ella puso una pequeña sonrisa, para luego darme una fuerte cachetada derribandome al suelo.

-"Tus ojos no lo demuestran...Tu cuerpo no demuestra tu amor hacia a mi. Pero no te preocupes mi pequeño, haré que me ames, lo haré..."- Levantándose del suelo, solo me miro de reojo para cerrar fuertemente la puerta del sótano dejándome encerrado.

Solo pude caer al suelo soltando un gran suspiro, otro día que pude sobrevivir, el papel del niño sin emociones y que estaba totalmente entregada a ella como un animal costaba de interpretar, y mas por que en verdad era lo que deseaba, llevaba meses así, tratado como un animal.

Ella desarrollo un afecto hacia a mi en estos meses, al ver como no correspondía a su autoridad ella se obsesiono conmigo al tratar de corresponderla, al principio solo me trataba como basura, después me trataba como su juguete que solo podía ser tocado por ella y lo últimos meses ella no podía pasar mas de un día sin sentirme. Era algo raro.

Solo confiaba en que algún día pudiera escapar de este lugar, de ella...