esta historia como tratar que en cada capitulo explico a spreen con sus parejas recuerden esto es fan para fan no quiero ofender a alguien espero que entiendan gracias
a y también estas historias tratan de que me mandan alguna canción y yo las escu...
muchas gracias por tu pedido preciosa escribiré tal y como me pediste y descuida para esto busque el ship mas toxico que tuvo spreen
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Erica no Urei = Erica's sorrow de Kashii Moimi X
" las personas deben tener libertad y ser quienes son no necesitan ningún otra persona para ser feliz * -las palabras fueron nombradas mientras ivan estaba en el sillón viendo la televisión donde un programa de los derechos humanos aportaba cada sábado en las mañanas -
un joven llamado spreen, conocido en todo el vasto imperio de Las Nevadas como un hombre influyente y poderoso. Era dueño de los más grandes casinos que jamás se hubieran visto, sus luces brillaban en la distancia como estrellas en la fría noche del desierto, atrayendo a los ricos, a los desesperados y a los aventureros por igual. Las Nevadas, una tierra de apuestas, juegos de azar y promesas vacías, se había convertido en el centro del mundo bajo su mando.
spreen no era solo famoso por su éxito, sino también por la imagen que proyectaba: alguien encantador, carismático y siempre con una sonrisa dispuesta. Pero detrás de esa sonrisa, en lo más profundo de su ser, vivía una oscura tormenta de emociones. Esta tormenta tenía un nombre, un rostro, y sobre todo, un latido del corazón que no le pertenecía. Su nombre era Maximus, un hombre mayor, serio, frío y distante. Maximus tenía un aire de autoridad natural, con una presencia que hacía que cualquiera a su alrededor sintiera respeto... o miedo. Su relación con spreen era un secreto a voces, un juego peligroso de poder y deseo que pocos comprendían realmente.
spreen había caído perdidamente enamorado de Maximus desde el primer momento en que sus caminos se cruzaron. Aunque Maximus nunca fue alguien abierto ni romántico, había algo en su silencio, en su presencia dominante, que atrapó a spreen en un torbellino de emociones incontrolables. Era masoquista, no solo en sus gustos físicos, sino también en la forma en que se relacionaba con spreen. Nunca había promesas, nunca palabras de amor, solo momentos intensos, a veces dolorosos, que hacían que el joven empresario anhelara más. Maximus no correspondía de la manera que spreen deseaba, pero eso no importaba. spreen estaba dispuesto a soportar cualquier cosa, a sacrificar su propio bienestar, por el tenue hilo de afecto que a veces sentía.
Sin embargo, con el tiempo, spreen empezó a sospechar. Rumores llegaban a sus oídos desde los rincones oscuros de sus propios casinos, donde el alcohol y las cartas hacían que las lenguas se desataran. Se decía que Maximus lo estaba engañando, que su corazón, si alguna vez le había pertenecido, ahora se encontraba en manos de alguien más. Al principio, spreen se negaba a creerlo. "Son solo habladurías", se decía a sí mismo. Pero las evidencias se fueron acumulando: noches en las que Maximus no aparecía, excusas vagas, miradas esquivas. Hasta que un día, no pudo ignorarlo más. Lo vio con sus propios ojos, a su amado, en brazos de otro.
El dolor fue indescriptible. Sintió que el mundo a su alrededor se desmoronaba, que cada una de las luces de sus casinos se apagaba. Pero lo más desgarrador no fue la traición en sí, sino el hecho de que, a pesar de todo, spreen seguía queriéndolo. Seguía necesitando a Maximus, como un adicto necesita su dosis, incluso si le estaba destruyendo. No era solo amor, era una obsesión enfermiza, una dependencia que había construido sin darse cuenta.
