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-Habían pasado dos semanas desde lo ocurrido. Para suerte de Iván, Rodrigo había olvidado el tema rápidamente y volvió a hablarle luego de pedirse disculpas.-

ㅡLo único que me hizo sentir mejor fueron las cartas de mi admirador secreto, le conté cuando peleé con vos y me animó.

ㅡMmh, pero ya nos arreglamos y no volveremos a pelear. Lo prometo, si me peleas yo siempre te buscaré y pediré disculpas, sea lo que sea que ocurra.

ㅡMe gusta ese trato.

-Iván tomó una flor del pasto y se la entrego a Rodrigo. El castaño sonrió dulcemente y sintió su estómago revolverse de una forma que nunca antes había sentido. No lo entendía, eran como mariposas revoloteando dentro suyo.-

ㅡEs muy linda.-Se recostó en el pasto.-

ㅡMe gusta el pueblo porque es mucho más tranquilo que la ciudad.-Se recostó a su lado y lo miro de reojo.-Cada día hay menos duda. Si sos el ser humano más bello que he visto en mi vida.-Murmuro. Rodrigo fingió no escuchar, cuando en realidad si lo había hecho.-

ㅡAcá, alejados de todo... Podría ser nuestro lugar.-Dijo Rodrigo mientras sonreía de una manera tonta. Como un niño dulce.-Nadie viene aquí nunca, rara vez pasan autos.

ㅡEntonces este será nuestro lugar. Solo de nosotros... ¿El chico de las cartas te gusta...?

ㅡNo lo conozco, no me gusta. Solo, sus escritos son bellisimos.

ㅡYo podría recitarte cien poemas de amor al derecho y al revés sin la necesidad de ocultarme tras el anonimato. Comienzo... Amor, cuántos caminos hasta llegar a un beso, qué soledad errante hasta tu compañía, siguen los trenes solos rodando con la lluvia. En Taltal no amanece aún la primavera. Pero tu y yo, amor mío, estamos juntos, juntos desde la ropa a las raíces, juntos de otoño, de agua, de caderas, hasta ser solo tú, solo yo juntos. Pensar que costo tantas piedras que lleva el río, la desembocadura del agua de Boroa, pensar que separados por trenes y naciones tú y yo teníamos que simplemente amarnos, con todos confundidos, con hombres y mujeres, con la tierra que implanta y educa los claveles.

Soneto II Pablo Neruda.

ㅡ¡Ese es mi soneto favorito!

ㅡEspera, no he terminado... Selevalc sol acude e atnalpmi...

ㅡ¡No lo digas al revés!

-Ambos comenzaron a reír muy divertidos. Iván repetía palabras al revés una y otra vez y Rodrigo reía tanto que su abdomen comenzaba a doler. Al lado de Iván todo se sentía tan ameno.-

ㅡ¿Es gracioso? ¿osoicarg se?-Siguieron riendo.-

ㅡ¡Eso es un talento natural!

ㅡSoy talentoso.-Comenzó a hacerle cosquillas en el cuello. Rodrigo rió cubriendose el cuello con ambas manos y entonces Iván comenzó a hacer cosquillas en sus costillas.-

-Rodrigo pataleo, lleno de risa. Iván se subió arriba sin aplastarlo para seguir haciendole cosquillas. Entonces el castaño comenzó a hacerle cosquillas también. Ambos se revolcaron por el pasto sucio lleno de barro, riendo, gozando su juventud.-

-El menor tomó barro y lo puso en la boca del mayor quien lo tomó de las mejillas y beso su mejilla ensuciandolo con barro también.-

-Pero Rodrigo no se quedo atrás, también se subió en Iván y comenzó a arrancar pasto para pasárselo por la cara mientras este trataba de bajarlo. Por un momento pararon, conectaron sus miradas, y comenzaron a reír con dulzura, como cuando se vieron por primera vez.-

1970.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora