sᴜᴍᴍᴇʀ sʟᴇᴇᴛ

𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏: 𝐋𝐥𝐮𝐯𝐢𝐚 𝐝𝐞 𝐏𝐫𝐢𝐦𝐚𝐯𝐞𝐫𝐚.

Nombre: Summer Sleet / Aguanieve de verano
Autor/a Original: Yellow_Canna
Plataforma: Archive of our Own (Ao3)
Capítulos: 3
Idioma original: Ingles.

Etiquetas adicionales: Mención ObaMitsu, ciclos de apareamiento/celo, amor a primera vista, mordeduras de apareamiento, universo alternativo, sin demonios, lactancia masculina, mentor/protegido, atracción unilateral, amamantamiento.

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Cuando Kamado Tanjiro lo vio por primera vez, quedó hipnotizado.

El joven nunca había conocido a alguien tan hermoso como Tomioka Giyuu.

Cabello negro como la tinta, piel tan blanca como la nieve que lo rodeaba y ojos que le recordaban al mar...

Él era el Omega del sueño de todo Alfa.

Tanjiro tenía quince años cuando su familia fue asesinada.

Era un día soleado y brillante cuando Tanjiro descendió de la montaña para vender carbón a los aldeanos. Cuando regresó, los cuerpos de su familia se habían enfriado y la casa estaba bañada por la sangre de su madre y sus hermanos.

La única sobreviviente fue su hermana, Nezuko. Tanjiro la encontró a salvo en la cama con vendas envueltas sobre su cuerpo y un hombre mayor con una máscara de tengu sentado a su lado.

Esa fue la primera vez que conoció a Urokodaki Sakonji.

Urokodaki era un samurái que vagaba por la tierra. Estaba pasando por la montaña cuando se encontró con que su familia estaba siendo atacada por bandidos. Aunque se había ocupado rápidamente de ellos, todavía era demasiado tarde y Nezuko fue la única que sobrevivió.

Tanjiro nunca vio los cuerpos de los bandidos.

Urokodaki se había deshecho de ellos, pero no tocó a la familia de Tanjiro por respeto. Cuando Tanjiro comenzó a cavar hoyos para enterrar a su familia, el anciano ayudó. Fue entonces cuando Tanjiro vio lo fuerte que era el hombre. A pesar de su edad, podía cargar un peso que era el doble de pesado que su propio cuerpo y, en general, era mucho más eficiente que él.

El hombre permaneció con ellos durante una semana antes de tener que continuar su viaje.

Ese día, se volvió hacia Tanjiro.

—¿Tu padre era un Alfa? —preguntó. Aunque era una pregunta, su tono era seguro.

—¿Alfa? —Tanjiro miró a Nezuko. Ninguno de los dos tenía idea de lo que estaba hablando el hombre.

—Si quieres vivir, vete a la montaña Sagiri, muchacho —le dijo Urokodaki mientras se ponía el sombrero de paja— Se te acaba el tiempo.

Tanjiro quiso preguntar qué quería decir el hombre, pero en un abrir y cerrar de ojos, el anciano desapareció como si nunca hubiera estado allí. Los dos hermanos se quedaron estupefactos. No tenían idea de lo que había sucedido... ¿Cómo era posible que una persona desapareciera de esa manera? Pero la profunda huella en la nieve les recordó que sus ojos no les estaban jugando una mala pasada.

Un hombre adulto había desaparecido ante sus ojos.

Sin ningún lugar a donde ir y sin idea de qué hacer, Tanjiro y Nezuko decidieron ir al Monte Sagiri. Ya no podían quedarse en la casa en la que crecieron. No había forma de saber si habría más de esos bandidos que podrían venir a buscar a su compañero desaparecido.

Tuvieron que irse.

Tomando los pocos objetos de valor que tenían, los dos hermanos emprendieron su viaje.