Cap 14

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By Tom

Estaba apoyado sobre la repisa de la ventana inhalando y exhalando el aire fresco, para poder relajarme y que la ira se esfumase

Comencé el día con un humor realmente bueno, pero eso se jodió a mitad de la mañana

Mi vecina era una maldita zorra de mierda, quien solo a sabido joder durante su "horario de descanso" aunque más bien, se lo a inventado ella para estar entrando cada treinta segundos a acabar con mi puta paciencia

Y por otra parte, que a mitad de camino me encontré con una de las tantas personas que le cogí coraje de crío, también siendo un maldito hijo de puta

El muy imbécil me vio y me sonrió con burla, se burlaba de mi, se burlaba de como había fallado en mi misión de matarlo

Juraría haberlo matado en pleno público, pero el cabron iba en coche y arrancó justo cuando tenía planeado ir corriendo hacia el para reentarle la puta cabeza

Así que llegue aquí con toda la ira recorriendo mis venas, decidí subir rápidamente a la habitación para estar en soledad ya que la ira
no es algo que pueda controlar demasiado

Por suerte siempre suelo encontrar la forma de que se esfumará, aunque para mí, la mejor forma es ir hacia una pequeña ventana, cerrar los ojos y coger todo el aire que puedas para poder expulsarlo

Lo solía hacer varias veces hasta notar que mi cuerpo ya se alla relajado, aunque aún no podia quitarme ese rostro que desearía también que desapareciera

Contemple un rato la pequeña vista de la ventana pero el sonido de la puerta abriéndose lentamente, capto mi atención

Sabía que era Bill, ya que cuando ve que me voy a nuestra habitación suele venir a los pocos minutos

Realmente no me molestaba, en realidad lo adoraba, porque su compañia era mas que necesario para mí

— Se que quieres que te cuente todo lo que a pasado— me aleje de la ventana para cerrar y sentarme en la cama — Y ya sabes que para mí es un placer hablar con tigo, así que estoy listo para hablar con mi psicólogo favorito— este río, sentándose justo a mi lado tomándome la mano

— Eres un amor Tom Trümper— sonreí como un maldito enamorado antes de ponerme serio

— Emma a estado todo el maldito día pegado a mi como una maldita sanguijuela, atreviéndose a decir barbaridades y afixiandome con preguntas que ni siquiera e contestado, aunque seguía como si realmente se la contestará, pero al cabo de los minutos se canso y se fue, eso fue un alivio para mi, pero...— esta era algo que realmente me iba a costar de decirselo, pero no pensaba de ocultárselo — La muy perra regresa de nuevo, invadiendo mi espacio personal, para lanzarse encima mio y besarme, pero sin pensarlo dos veces la separe rápidamente de mi dándole un puñetazo que sonó algo fuerte, llamando toda la atención de los trabajos e incluso algunos clientes, y por supuesto de mi jefe quien casi me despide, pero gracias a dios me dio una oportunidad

Jugué con los dedos de mis manos, sin atreverme al ver la reacción de mi novio, podía sentir ahora mismo el miedo recorrer mi cuerpo

— Esa zorra se está metiendo en donde no debe, ni siquiera debes de arrepentirte de haberle dado ese puñetazo en toda su cara, pero te aconsejo que no la dejes ganar, porque lo que a echo ahora mismo es jugar con el control de tu cuerpo y no debes dejarle hacer eso, así que sera mejor que hablaras con tu jefe y le pidas el favor que que esa mujer loca este lejos de ti

— Y lo haré, ya ni siquiera la quiero tener cerca y que tampoco se acerque a ti, pero por desgracia es nuestra vecina— maldije por lo bajo, al recordar que no nos librariamos fácilmente de ella

— Es mejor ignorar a ese perra, y si se atreve a tener una conversación normal y corriente con nosotros, juro que la arrastro del pelo por la calle, así pasearé un rato a la perra— rei por lo último imaginándome a mi novio arrastrandola de los pelos

Pero sabía que tendría que contarle la otra mitad, la cual si decírselo ahora mismo o esperarme unos días, ya que era algo realmente nostálgico para mí, pero sabía que tendría que contárselo tarde o temprano, no podría tardar más de la cuenta, porque no se cuales serán las intenciones de su aprecio aquí en Frankfurt

— Y si hay algo más que me debas de contar, será mejor que empieces ya, porque no pienso esperar días para que me lo puedas decir— adoro cuando me lee la mente

Amor psicológico 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora