En mis vacaciones conocí a un hombre que desde el primer día encantó por su caballerosidad bailamos nos reímos no nos despegamos ni un minuto hasta que nos despedimos esa noche. Luego con el pasar de los días nos volvimos a ver y tuvimos una platica interesante hasta que sentí sus besos desbordados de tanta pasión que mi cuerpo pidió estar sobre su pecho desnudo y no dude en estar a solas con él porque sentía una seguridad que nunca antes había sentido y desde ese día no lo puedo sacar de mi mente.