El Lindo Bebé De Ohm-Manada Supassit

Capitulo 5

Tay tomó a Gulf y a Fluke de la cintura levantándolos.

Los llevó a ambos a la oficina de Mew y los dejó en el sofá de piel.

_¿Puedes explicarme por qué estás cargando a mi pareja y a la de Ohm? Mew se puso de pie detrás del escritorio con sus manos cerradas detrás de su espalda. Tay se apartó de los dos metros diez de su Alfa.

_Señor, el hermano de Fluke está en la puerta. Él atacó a Ohm. Sentí que era mejor mover a sus parejas a un lugar seguro, hasta que se resuelva. Tay alborotó el cabello de Gulf y de Fluke A él realmente le agradaban esos pequeños chicos y podría matar a ese hermano si lastimaba a alguno de ellos. Gulf ya había pasado un infierno con el asistente de Mew envenenándolo, luego secuestrándolo y abandonándolo para que muriera. Gulf apenas estaba saliendo de la depresión y el horror. No había manera de que él permitiera que algo malo les sucediera y quedarse solo viendo.

_En ese caso, estoy agradecido de que pensaras rápido y actuaras. Por favor quédate con ellos mientras voy a ver qué infiernos sucede en mi casa. Tay asintió mientras Mew se dirigía a la puerta.

_Vamos, Fluke. El Internet nos espera. Gulf jaló a Fluke hacia el escritorio de Mew. Él tenía una cuenta que Mew había abierto para él. Ellos revisaron varios diferentes sitios de la web mientras Tay vigilaba la puerta.

_Ese es lindo. ¿Viene en rosa? Fluke estaba viendo un abrigo que Gulf tenía en la pantalla.

_Guardaré esta página porque creo que lo necesitarás para el invierno. ¿Quieres que le diga a Ohm que te lo compre?

Gulf presionó algunos botones y salió la página impresa. Se la dio a Fluke. _Solo muéstrasela a Ohm entonces le haces saber que te gusta.

_¿Él me la compraría? Fluke nunca había tenido ropa nueva. Su mamá siempre compraba en tiendas de segunda, y Sean le había dicho que la ropa nueva era un desperdicio de dinero. ¿Un abrigo nuevo solo para él? Fluke comenzó a emocionarse. _¿Crees que lo haría?

_Él es tu pareja. Él te comprará esto y todo lo que necesites. Gulf había discutido con Mew al principio cuando recién eran pareja. Mew se había sobrepasado mandando a Pluem con él de compras al centro comercial y habían dilapidado el dinero. Gulf le había dicho a Pluem que no, pero el Centinela había hecho una gran escena, así que Gulf aceptó. Él había aprendido a aceptar los regalos de Mew, pero una parte de él aún se sentía extraño al dejar que alguien más cuidara de él. Él era demasiado independiente.

Aunque Fluke era diferente. Él necesitaba que alguien cuidara de él, su hermano había hecho un pésimo trabajo. Bastaba con mirar su físico. Gulf se enojaba cada vez que veía los huesos que sobrersalían contra su piel. Todo el mundo se aseguraba de que comiera tanto como le fuera posible, enviándole comida al cuarto cuatro o cinco veces al día, las bandejas iban llenas.

Tay, ¿Crees que este abrigo es lindo? Fluke le mostró la fotografía al hombre de dos metros, y ciento cincuenta kilos de tanque Sherman. Él se apoyó en una de sus rodillas y tomó la página que le daba Fluke.

Los ojos de Tay fueron a la imagen. Seguro que era brillante. Imaginó a Fluke caminando alrededor con un abrigo rosa brillante con pelo alrededor de la gorra. Le sonrió. Ohm amaría eso.

_Es muy lindo, Fluke. Quizás Gulf pueda ayudarte a encontrar unas botas que combinen. Tayle dio a Gulf un guiño y una traviesa sonrisa. Punto para los Centinelas. Fluke iba a tener lo que sea que quisiera. Sabía que Ohm lo iba a mimar. Era hilarante que el color favorito de Fluke fuera el rosa. No es que el rosa fuera un color divertido para que usara Fluke pero era divertido que Ohm se pavoneara con su pareja usando eso. El grande y malo guerrero se estaba suavizando.

Fluke tomó la página de Tay moviéndose emocionado. _¿Puedes, Gulf? Fluke regresó al escritorio, mostrándole la página a Gulf. ¿El mismo rosa brillante?

_Seguro que puedo, Fluke mi hombre. Gulf comenzó a teclear, con la misma traviesa sonrisa.
 

_Si alguna vez vuelves a amenazarme o a Fluke, te puedo asegurar que mi mano no sale de tu garganta. ¿Quedó claro? Ohm le gruñó a Sean. Sentía tanta rabia fluyendo a través de él, que dejar a ese hombre requirió cada gramo de humanidad que tenía.

Con la cara purpura asintió. Ohm lo soltó, poniéndolo de pie. Ohm exhaló pesadamente con su manos en un puño para evitar golpear la cara de Sean.
Mew entró al cuarto, colocándose al lado de Ohm. ¡Los dos juntos! Eso asustaba a morir. Uno solo hacía que chispas eléctricas crepitaran en el cuarto, ¿pero los dos? La electricidad estática se disparaba en una espectacular exhibición de dominación y destrucción.

_Veo que decidiste aparecer por mi puerta de nuevo. Mew le habló a Sean como si conversara del clima.
Sean se frotó su maltratada garganta.