𝐵𝓊𝓃𝑔𝑜𝓊 𝒮𝓉𝓇𝒶𝓎 𝒟𝑜𝑔𝓈 - One Shots

𝒞𝒽ū𝓎𝒶 𝒩𝒶𝓀𝒶𝒽𝒶𝓇𝒶

One Shot: "Una noche mas"

Advertencias: Ninguna 

La noche se cernía sobre la ciudad, ____, una detective forjada en la lucha contra el crimen, te encontrabas en una encrucijada. La misión era clara desde el principio: capturar al mafioso Chuuya Nakahara, un hombre que parecía más un mito que una realidad, su habilidad para desaparecer en las sombras era legendaria, y, a pesar de tus mejores esfuerzos, se te escapaba una y otra vez.

Cada pista que seguías, cada rastro que creías haber encontrado, se desvanecía en la oscuridad, como si Chuuya tuviera el control absoluto de la ciudad nocturna. La frustración comenzaba a desgarrar tu determinación, y la presión de tus superiores no hacía más que empeorar la situación. 

Estabas al borde del abismo, sabiendo que si no lograbas capturarlo, tu carrera, aquello por lo que habías sacrificado tanto, se desmoronaría. Aquella noche, con la desesperación pesando en tu pecho, decidiste hacer lo impensable: tomar un respiro, aunque fuera solo por unas horas. 

Te dirigiste a un bar en las afueras, un lugar apartado donde las luces eran tenues y la música suave, lo suficientemente distante como para que pudieras esconderte de la realidad. Pediste una copa, dejando que el alcohol entibiara tu garganta, esperando que ahogara las dudas que te carcomían.

Pero entonces, en medio de esa falsa tranquilidad, una risa burlona resonó detrás de ti. No necesitabas girarte para saber quién era; esa risa se había convertido en una pesadilla recurrente. Chuuya Nakahara estaba ahí, tan cerca que podías sentir su presencia antes de verlo.

— ¿Así es como decides pasar la noche? Pensé que una detective como tu tendría mejores cosas que hacer-  menciono con una sonrisa ladeada, esa sonrisa que parecía saberlo todo, que se burlaba de cada uno de tus intentos fallidos.

Te giraste lentamente, el corazón latiendo con furia, pero tus manos permanecieron quietas sobre la barra. No podías permitirte mostrar debilidad, aunque por dentro una tormenta se desatara. Chuuya se acomodó en el taburete junto a ti, su presencia innegable, como un cazador que disfruta jugando con su presa.

— No tienes idea de cuántas veces has estado tan cerca-  continuó, disfrutando del juego. - Pero siempre te falta algo, un pequeño detalle que te impide llegar hasta mí. Es divertido verte intentarlo, pero aún más divertido verte fallar.

La rabia burbujeaba dentro de ti, pero también había algo más. Sabías que en este juego, la paciencia era tan importante como la astucia. Levantaste la mirada para enfrentarlo, dejando que una sonrisa, apenas perceptible, se dibujara en tus labios.

— Disfruta mientras puedas, Chuuya-, susurraste, tu voz cargada de una promesa peligrosa. - La próxima vez que nos crucemos, te aseguro que no será tan divertido.

Chuuya te observó por un instante, su expresión cambiando levemente, como si estuviera calibrando el riesgo. Pero entonces, su sonrisa regresó, más amplia que nunca, antes de inclinarse hacia ti.

— Me encantan los desafíos-  murmuró casi tan cerca de tu oído, dándote un leve escalofrió

Chuuya se echó hacia atrás, apoyando los codos en la mesa y dejando el vaso a un lado. 

—¿Arrestarme? ¿Y qué te hace pensar que podrías hacerlo?

La tensión creció en el aire como una tormenta a punto de estallar. ____ no respondió de inmediato, pero su mirada mostraba una firmeza que desafiaba cualquier tipo de resistencia. Chuuya, percibiendo esto, sonrió ligeramente.

—Si quieres atraparme, vas a tener que hacerlo en mis términos. —Se levantó de su asiento con una gracia que contrastaba con su actitud desafiante—. ¿Te atreves a jugar?