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Era una tarde normal de mayo

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Era una tarde normal de mayo. Hacia día realmente malo, ya que llevaba prácticamente todo el día lloviendo.

Acababa de salir del instituto, con tan solo el polo y la falda, los cuales componían el uniforme. Ni siquiera llevaba leotardos ni jersey. No sabía como iba a llegar a casa sin calarme hasta las trancas.

Al salir, me despedí de mis amiga, y a lo lejos vi la moto de una persona conocida, Marc Guiu.

Marc era el mejor amigo de mi hermano desde sexto de primaria, ya que iban juntos al colegio desde niños, y también entrenaban juntos. Se llevaban muy bien entre ellos, pero yo la verdad no podía decir lo mismo. Marc era el típico niño egocentrico, que se pensaba que todas andaban detrás de el y que el mundo gira alrededor suya. Le empecé a caer mal cuando le hice entender que eso no era así.
Desde entonces, nos seguimos viendo ya que nuestras familias eran como mejores amigas entre ellas, pero ni siquiera pasábamos de los insultos comunes.

Me acerque hacia la moto, ya que no sabía que hacía allí. Conociéndole, a lo mejor esperaría a alguna niña 5 años menor que ella, porque este se tiraba a todo lo que se movía.

-Que haces aquí? - pregunté levantando la voz debido a la lluvia, la cual corría por todo mi cuerpo.
-Tu hermano no podía venir a recogerte, así que me ha pedido porfavor que viniese a por ti y me presentaría a tu prima - respondió.
-No necesito que seas mi niñero - dije mientras ponía cara de asco al escuchar lo de mi prima.
-Me la pela muchísimo, ponte el casco y súbete va - hablo con autoridad.

Yo suspire, ya que se pensaba que todos teníamos que hacer lo que él quisiese, y directamente, empecé a andar hacia delante, dejándole a él solo.

Escuche como bajaba de la moto, con un suspiro de cansancio. La paciencia no era su fuerte ni mucho menos.

-Mira - empezó a hablar mientras me agarraba fuertemente del brazo obligándome a mirarle - te estás empapando, y como te pongas mala la culpa va a ser mía, así que quieras o no te subes a la moto, y te callas, que estás todo el puto día jodiendo macho - dijo apretando el agarre.
-Suéltame - respondí - no sé quién coño te crees para creer que puedes ir mandándome.
-Que te subas a la puta moto joder. Vámonos, la gente se va a empezar a pensar que he venido a recoger a una cría de 16 años para luego tirarmela - la ironía resonaba en su voz.
-No sería tan raro en ti - dije cableándole , con una sonrisa en mi cara.

Este directamente, me cogió como un saco de patatas mientras posicionaba una de sus manos justo debajo de mi falda, ya que si no se me vería todo, y se dirigió hacia la moto conmigo encima.

-Ahora te quedas ahí quietecita, y cierras un ratito la boca - me obligo a ponerme el casco, y sin ninguna queja de por medio y con cada parte de mi cuerpo cubierto de agua por la lluvia, arranco la moto, haciendo que me agarrase involuntariamente a su cintura.

El camino a mi casa se empezó a alejar, al ver como tomaba un camino muy distinto al que solía tomar. Yo me extrañé, ya que sabía que Marc se sabía el camino a la perfección.

A los pocos minutos, paró enfrente de una casa, se quitó el casco, a la vez yo copiaba su acción y le miraba extrañada.

-Que haces? - pregunté al ver como me entregaba su casco.
-Tengo que hablar con una persona - respondió yéndose hacia la entrada de una puerta que teníamos enfrente.

Suponía que sería el rollete que tenía, ya que según mi hermano Álvaro, estaba de rollo con una, no eran nada, simplemente me había quedado claro que estaban peleándose día si, día también.

Yo le seguí atentamente con la mirada, viendo como llamaba a la puerta. Mientras esperaba a que abriesen, este se giró para hacer contacto visual conmigo, y me chillo.

-No seas cotilla Elisa - hablo, haciéndome reír.

Yo disimule, e hice que me ponía a escribir con el móvil, pero ni siquiera tenía pensado sacarlo, ya que seguía diluviando, y no iba a esperar a que se me mojase al igual que yo lo estaba haciendo.

Una chica rubia abrió la puerta, y vi como al ver a Marc su cara se tornó a una de cansancio.

-Marc, te he dicho que me dejes en paz - hablo la chica intentando cerrar la puerta de nuevo.
-Yo no me arrastro por nadie, y menos por una como tu, venia a darte los pendientes que te dejaste en mi casa - respondió este con frialdad.
-Esos no son mi pendientes - grito la chica.

Yo estaba muy entretenida con el numerito, y me reí al ver la reacción de Marc al darse cuenta de que se había equivocado de ligue, al fin y al cabo, llevar a 20 chicas a casa cada semana, tenia sus consecuencias.

Este se dio la vuelta, dejando a la chica hablando sola.

-Vaya vaya - hable yo con gracia, haciendo que esté me mirase - ósea que la churri te ha dejado.
-No me ha dejado - respondió con enfado - no inventes Elisa.

Yo sonreí irónicamente ante su respuesta, y me volví a poner el casco al igual que el. Finalmente, arrancó y por fin pude observar a lo lejos la puerta de mi casa, por la cual llevaba deseando entrar desde que acabé el instituto, pero entre unas cosas y otras se me había hecho imposible.

En cuanto paro la moto, me baje quitándome el casco, viendo como Marc repetía mi acción.

-Que haces? - pregunté dándome la vuelta mientras le miraba - vas a entrar?
-Evidentemente - respondió seco - he quedado con tu hermano, te recuerdo que somos mejores amigos y que en cambio, el si me cae bien y me soporta.

Yo le miré con cara de asco mientras entraba a mi casa, cerrándole la puerta en la cara. Este llamó varias veces a la puerta dando golpes fuertes, y me tocó abrir de nuevo.

-Eres gilipollas o que te pasa? - hablo cabreado.

Yo sonreí con ironía y respondí.

-Yo también te adoro Marc.

𝐒𝐔𝐑𝐄 𝐏𝐀𝐒𝐈𝐎𝐍 || Marc GuiuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora