"Estrellas en la Oscuridad" - SOOKAI

Capítulo 3: Entre Notas y Confesiones

Las tardes en el estudio de grabación de BigHit siempre tenían una energía especial, una mezcla de emoción y nerviosismo. Soobin y los demás miembros de TXT habían pasado horas perfeccionando las nuevas canciones para su próximo álbum, cada uno aportando su toque único a las pistas que marcarían la siguiente etapa en su carrera.

Sin embargo, mientras la música llenaba la sala, Soobin no podía dejar de observar a Huening Kai, que estaba sumergido en su mundo, afinando algunas notas en su guitarra. Había algo hipnotizante en la concentración de Kai, en la forma en que sus dedos se movían con gracia sobre las cuerdas, creando melodías que parecían fluir directamente de su corazón.

Soobin se acercó a Kai, intrigado por lo que estaba componiendo. "¿Es una nueva canción?" preguntó suavemente, para no interrumpir su proceso creativo.

Kai levantó la vista, sonriendo levemente. "Algo así. Solo estoy jugando con algunas ideas, viendo a dónde me llevan."

Soobin se sentó a su lado, observando cómo Kai continuaba tocando. La melodía era suave, casi melancólica, y resonaba con una profundidad que Soobin no había escuchado antes en las composiciones de Kai.

"Es hermosa," comentó Soobin, sintiendo cómo las notas le llegaban al alma. "Tiene algo especial, como si estuviera contando una historia."

Kai dejó de tocar por un momento, mirando a Soobin con una mezcla de sorpresa y gratitud. "Gracias, Hyung. He estado pensando en muchas cosas últimamente, y supongo que todo eso está saliendo en la música."

Soobin asintió, entendiendo lo que Kai quería decir. Las emociones podían ser difíciles de expresar con palabras, pero la música tenía una forma única de capturarlas y hacerlas resonar en los demás.

"¿Te importa si lo intento?" preguntó Soobin, señalando la guitarra.

Kai sonrió y le pasó la guitarra a Soobin. "Claro, me encantaría escuchar lo que tienes en mente."

Soobin tomó la guitarra y comenzó a tocar, intentando seguir la melodía que Kai había creado. Al principio, sus dedos dudaron sobre las cuerdas, pero pronto encontró el ritmo, añadiendo su propio toque a la canción. Kai lo observó con atención, sorprendido por la facilidad con la que Soobin se sumergía en la música.

Mientras tocaban juntos, algo en el ambiente cambió. La sala de grabación, que siempre había sido un espacio de trabajo, se transformó en un refugio, un lugar donde las palabras no eran necesarias para entenderse. La música fluía entre ellos, creando un vínculo que se sentía más fuerte con cada nota.

Cuando terminaron, Soobin y Kai se miraron en silencio, ambos conscientes de que habían compartido algo más que una simple sesión de práctica. Había una conexión, una comprensión mutua que iba más allá de lo que podían expresar en ese momento.

"Hyung," dijo Kai después de un momento, su voz suave pero llena de significado, "gracias por estar aquí conmigo. No solo hoy, sino siempre. No sé qué haría sin ti."

Soobin sintió su corazón acelerarse al escuchar esas palabras. Había algo en la sinceridad de Kai que lo tocaba profundamente, y aunque siempre había sentido un cariño especial por él, en ese momento, se dio cuenta de que sus sentimientos habían crecido mucho más de lo que había anticipado.

Antes de que pudiera responder, la puerta del estudio se abrió de golpe, y Beomgyu entró con una sonrisa traviesa, rompiendo el momento. "¡Ah, los encontré! ¿Qué están haciendo aquí, tocando música sin nosotros?"

Soobin y Kai se rieron, agradecidos por la interrupción que aligeró la tensión en el aire. "Solo estábamos experimentando un poco," respondió Soobin, devolviendo la guitarra a Kai.

Beomgyu se acercó a ellos, seguido de Yeonjun y Taehyun, que también habían terminado sus partes en la grabación. "Bueno, si están tocando, ¡nosotros también queremos unirnos! No pueden dejarnos fuera de la diversión."

Pronto, la sala de grabación se llenó de risas y bromas mientras todos tomaban instrumentos y comenzaban a tocar juntos, improvisando melodías y creando una mezcla caótica pero llena de vida. La energía en la habitación era contagiosa, y Soobin se sintió aliviado por la manera en que los otros miembros siempre lograban traer alegría, incluso en los momentos más serios.

Sin embargo, mientras la noche avanzaba y la música llenaba el estudio, Soobin no podía dejar de pensar en lo que había pasado entre él y Kai antes de que los demás llegaran. Había algo allí, algo que necesitaba explorar, pero al mismo tiempo, sabía que tenía que ser cuidadoso.

La amistad y el compañerismo dentro del grupo eran sagrados, y lo último que quería era causar cualquier tipo de tensión. Pero, al mismo tiempo, sabía que no podía ignorar lo que estaba sintiendo.

Esa noche, mientras todos se despedían para regresar al dormitorio, Soobin se quedó un poco más atrás, observando cómo Kai salía del estudio. Algo en él le decía que esa conexión especial que habían sentido no era solo una ilusión pasajera.

Y aunque no tenía todas las respuestas, Soobin decidió que, por ahora, estaba bien simplemente disfrutar de los momentos que compartían, sin presionarse por definir lo que podría ser. Sabía que, tarde o temprano, las estrellas les mostrarían el camino.