𝗕𝗲𝘁𝘄𝗲𝗲𝗻 𝗗𝗿𝗲𝗮𝗺𝘀 𝗮𝗻𝗱 𝗠𝗼𝗺𝗲𝗻𝘁𝘀 ~One Shots De Young Miko~

ᴿᵉᵍʳᵉᵗˢ ᵃⁿᵈ ᵂᵃᵏᶦⁿᵍ ᵁᵖ

𝐌𝐢𝐜𝐡𝐞𝐥𝐥𝐞 𝐏𝐎𝐕:  𝟏𝟏:𝟒𝟕 𝐚.𝐦.

—¡DIME, MICHELLE! ¿¡Por qué carajos te comportas así!? —gritó mi novia, Victoria, mientras la furia se apoderaba de sus palabras. La intensidad en su voz era inusual, pero reflejaba lo que ambas estábamos sintiendo en ese momento.

—¡Porque siempre estás detrás del culo de Isarel! —le respondí, elevando mi tono de voz con una mezcla de frustración y dolor, sintiendo cómo mi corazón se rompía más con cada palabra que decía—. Siempre estás con ella, Isarel esto, Isarel lo otro. ¡Siempre estás con esa maldita perr...! —pero antes de que pudiera terminar, un fuerte golpe en mi mejilla izquierda me dejó sin aliento.

Mi cabeza giró por la fuerza del impacto, y por un momento, el mundo pareció detenerse. El dolor físico era nada comparado con el dolor que sentía en mi pecho.

—¡De Isa no te atrevas a hablar así! No sabes lo decepcionada que estoy de ti —Victoria bajó su tono de voz, pero la frialdad en sus palabras era cortante.

Sentí como unas lágrimas rebeldes bajaban por mis mejillas mientras me daba la vuelta para salir del estudio de música, pero me detuve justo antes de cruzar la puerta, la voz temblorosa por la emoción.

—¿Sabes al menos qué día es hoy, Miko? —pregunté, con un hilo de voz, la desesperación evidente en mi tono. Esperaba, necesitaba que lo supiera, que algo en ella reconociera la importancia de ese día.

—Miércoles... es miércoles —respondió de mala gana, sin ningún atisbo de emoción o reconocimiento en su voz.

Sollozando levemente, me giré para ver su rostro serio, el rostro de la persona que amaba, pero que en ese momento parecía tan ajeno, tan distante.

—Hoy es mi cumpleaños, María... MI cumpleaños —susurré con el corazón roto, y antes de que pudiera reaccionar, salí lo más rápido que pude del estudio, dejando atrás la casa que una vez fue nuestro refugio, nuestro hogar.

Subí a mi auto, lo encendí, y comencé a conducir sin un destino claro. Solo quería escapar, despejar mi mente de la tormenta de emociones que me consumía.

Miko e Isarel se habían conocido no hace más de dos años. Desde el principio, se volvieron inseparables, compartiendo risas, confidencias, y una conexión que crecía con cada día. No me molestaba al principio; entendía que Miko necesitaba amigas, pero con el tiempo, la relación entre Miko y yo comenzó a cambiar. Las prioridades de Miko cambiaron, y yo me convertí en una sombra, un segundo pensamiento.

Los pequeños detalles que antes la hacían sonreír ya no parecían importarle. Se olvidó de mis cosas favoritas, de los momentos importantes, de mis logros, y lo que más dolía... se olvidó de mi cumpleaños. El día que alguna vez había sido especial para ambas, ahora era solo un miércoles más en su calendario.

La rabia y la tristeza se transformaron en un vacío que traté de llenar de cualquier manera. La droga y el alcohol se convirtieron en mis compañeros constantes, el único escape que me permitía sobrevivir a la indiferencia de la mujer que alguna vez lo fue todo para mí. Cada día que pasaba, sentía cómo la distancia entre nosotras se hacía más grande, cómo me hundía más en mis vicios para poder soportar la soledad.

𝐘𝐨𝐮𝐧𝐠 𝐌𝐢𝐤𝐨 𝐏𝐎𝐕: 𝟏𝟐:𝟒𝟎 𝐏.𝐦.

Estaba sentada en el estudio de música, aún tratando de procesar lo que había pasado hace unos momentos. Mariana, mi mejor amiga, estaba conmigo, y aunque no lo dijera, podía sentir su preocupación.

—¿Vicky, no crees que fuiste un poco dura con ella? —preguntó Mariana, su voz suave, pero con un tono que mostraba su inquietud.

—No, no lo fui. Ella se lo tenía bien merecido —respondí automáticamente, aunque en el fondo sabía que no era cierto. Sabía que había sido demasiado dura, que mis palabras y acciones habían sido injustas. Pero mi orgullo, ese maldito orgullo, no me dejaba ir tras ella para pedirle disculpas.