Cuidado con la Villana

Capítulo 23

Pam. Pam. Pam. Pam.

Jack salió disparado contra una pared. Golpeándose varias veces en el proceso.

- Oh... No pude explicarme bien, Jack.
No importa que tan educada sea, después de aparecer por el aire saltando la pared. ¿Piensas que eres un Dios?- Dije ya molesta.

-* ¡¿Como una simple humana puede mandar a volar a un hombre lobo?!* - Jack parece atónito.-¡¡Oye, tú...!! ¡¿Cómo...?!¡¿Qué sucedió...?!

- Mi nombre es Melissa Fordevart, no "tú" ni "oye".

-¡Ah, si...!- Me señaló con el dedo- ¿Fon...?¿For Tengurat...?¡Cómo sea! ¡¿Qué hiciste?! ¡¿Fue magia o algún truco?!

-Es Fordevart -Le apunto con mi espada- No seas tan ruidoso. Y claro que fue mi habilidad.

¡Sí, claro!

Ahora en mi mano tengo este simple artefacto, uno de los secretos ocultos de Basillios. Un secreto entre secretos que las personas ordinarias no podrían saber... Más que eso. Porque al anterior Emperador se le olvidó el lugar donde estaba oculta y ninguna persona del imperio lo sabía.

En la novela original, Ian descubría la espada por una carta a mitad de la novela, y se convertía en el mejor caballero del Imperio.
Así que la robé... No, me la quedé.
¿Acaso no es de la persona que lo encuentra primero?

En otras palabras, como era para el protagonista...¡Es un premio gordo, que posee todas las clases de magia y protecciones!
Claro, depende de la habilidad del portador.

-¡NO MIENTAS!¡LA ÚLTIMA VEZ ERAS COMPLETAMENTE INSERVIBLE! - Jack está furioso y no deja de gritar. Esto me va a causar un dolor de cabeza más adelante.-¡DETÉN ESTE ENGAÑO! ¿ESA DEL CABELLO GRIS, SABE LO QUE ESTÁS HACIENDO?¡LO SABE!

Incluso si soy una dama...¡Este lobo mal portado tiene que ser domesticado!

-¡CÁLLATE!- Lo golpeo de nuevo con la espada.

-¡ARGH!¡ESO DUELE!¡¿QUIERES MORIR?!

-¡¿PUEDES CALLARTE?!- Esto ya me está molestando- Más tarde competiremos apropiadamente. Dime porque viniste. ¿Qué quieres que haga? O quizás, viniste a comer galletas y chocolate mientras bebes té de hierbas conmigo.

-Ugh... Vomitaré...- Hace un gesto asqueado mientras se cubre la boca.- Lo mencioné al final de la carta...

- Ya te dije que no se de qué hablas...- Jack se me hacerca y señala una cicatriz que tiene encima del ojo derecho.

-¿Ves esto?¿La cicatriz? Los lobos pueden recuperarse de algunas heridas. Pero las que son hechas por otros lobos dejan marcas como esta.
Este es un pequeño regalo dado por uno de mi clase, en la noche del baile.

- Entonces... ¿Nine es un hombre lobo?- agacho un poco la mirada.

- Es exactamente un hombre lobo, señorita.- Se separa de mi y camina unos pasos hacia atrás de manera altanera.- Pero traicionó al clan. ¿No pensaste que un chico que tuviera la lengua cortada y los caninos arrancados fuera un hombre lobo? Tengo que terminar lo que comencé. Me fastidió dejarlo ir esa noche. No pensaba que la señorita lo encontraría al final. Parecían ser cercanos, porque lo llevaste al baile.
¿No estás escondiéndolo?
Si me lo traes gentilmente, la señorita ya no será molestada...

-... Sí

- Sí. ¿Qué? Dilo de nuevo. ¡¡Si!!- En ese momento lo golpeé en el pierna  haciéndolo retroceder y caer al suelo. -~¿Por qué me pateas?~

-Callate.- Levanté de nuevo mi espada.- ¡Hayney!

- ¡S-si!¡Señorita!- Hayney, quien se había mantenido a mi lado todo este momento se acercó algo rígida.

-Como te dije antes... ¿Te encargaste de todas las cosas y las personas?

-¡Si, los saque a todos!

-Bien hecho... ¿Podrías quedarte detrás mío por un momento?
Domesticaré a un animal. Creo que tenemos que enseñarle a este amigo unos cuantos modales.

Durante un par de horas solo se oyeron gritos y sonidos de golpes en el jardín de la mansión.

-¡AHH!¡OYE!

- No uses monosílabos.

-¡ALTO!¡TÚ!- golpeé a Jack una vez más, mandándolo a volar hasta chocar con una pared.

-¿Ya te rindes?- Este loco me hirió el antebrazo. Duele un poco y está sangrado pero no es nada grave. El que está en peores condiciones es Jack con algunas cortadas en el pecho; hechas por mi espada, aunque no está muy herido tampoco. - Pedirás perdón.

-¡CÁLLATE!¡DEMONIOS!- Se abalanzó a atacarme con sus garras.-¡AHHHHHHH!

                          ..................

-Entoces. ¿Viniste por Nine?

- ~ Si señorita~- Jack estaba golpeado. Tenía algunos raspones en el rostro junto a un muy notado ojo inflamado. Además de algunas heridas con sangre en el pecho y algunos en la cabeza.
Sin embargo se muestra bastante obediente y dócil ahora que está arrodillado frente a mí . Parece que su orgullo se esfumó.
- Él tiene que morir, señorita.

Por mi parte me encontraba sentada en una cómoda silla tomando el té frente a este.  Descansando después de domar a un animal salvaje.

- Si Nine está desaparecido...¿Hay alguna razón para que creas que está aquí?

-¡Es obvio!¡Cuando escuché que había llegado a la capital , me puse a buscar por está área y pude encontrar su rastro... Señorita!¡ Y en el baile de primavera lo descubrí gracias a un hombre que participó!

Así que fue esa la razón por la que desapareció. Creo que debo de perdonarlo por huir.

- Entonces traté de matarlo.¡Pero ese bastardo atacó mis ojos y corrió! Él ni siquiera está familiarizado con la capital, así que el único lugar en el que se refugiaría sería en la casa de la chica que lo encontró...

-SILENCIO- No lo deje terminar cuando golpeé la mesa con la taza de té.

-Oh... No... Lo siento...

- Continúa.

-... Entonces... La última vez que buscaba a Nine me encontré con ese chico albino... Estábamos hablando de una manera formal antes que nos echaras... Envié una carta y vine hoy...

- Ahhh... Entonces era eso... Solo por eso te atreves a hacer tanto escándalo.- Solo corres gritando e ignoras todo, Jack.

-¡AH, HOY ESTÁS REALMENTE...!

-QUE TE CALLES- Jack cierra la boca y retrocede un poco ante mis palabras.
-Realmente... Sabía que eras estúpido.
¿Si apareces de esa forma quién te escucharía? Si Nine estuviera aquí sería algo absurdo. Pero, te reconoceré está vez... Ya que tenías razón en algo.

-¿Huh...? Ah...- Jack primero muestra confusión pero al parecer sí le sorprendió ante lo que veía frente a sus ojos.

Nine camina hacia nuestra dirección con paso constante y una sonrisa radiante, con un elegante traje de mayordomo que hace resaltar su figura. No importa como lo mires, Nine destaca mucho por su belleza.
Se coloca atrás de mi silla mientras nos miramos por un momento antes de regresar la atención a Jack.

-¡TU HIJA DE PERRA...!- Jack se levanta furioso- ¡Tenía razón!

- Sí, pero nunca oculte a Nine y no puedo dártelo.

-¿Qué?

-Ahora Nine es mío. Y yo... No le doy lo que es mío a otros.