Dianerys Velaryon era la melliza de él principe Lucerys Velaryon. Una chica calmada, tranquila, y amable, pero muy inteligente, siendo la adoración de su amada madre.
Cuando la danza de dragones empezó, Dianerys tuvo que cumplir con la misión que su...
Nota: no se olviden de votar y comentar, no sean lectores fantasmas, por favor.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"SECUESTRO PARTE 2: DECISIONES"
Su ceño estaba fruncido mientras miraba cautelosa al hombre frente a ella, sus manos se apretaron en la cabecera de la cama mientras adaptaba una postura más rígida.
—Entonces,¿seguirás comportandote cómo una desquiciada o me dejarás hablar? Mi princesa.—Lo último lo dijo con ironía, causando que la molestia de la platinada aumentará.
—Creo que confundes las posiciones, tu eres el desquiciado que me rapto, no se te debería olvidar que soy una princesa, y tu un lord, mis padres sabrán esto y serás comida de dragones.
—Bueno mi princesa, me gustaría ser comida de dragones, pero sólo si el dragón es usted.
Dianerys estaba cansada de intentar intimidar a Benjicot, no estaba en las mejores condiciones, y su cuerpo todavía seguía débil, sus ojos se desviaron al suelo cuando la imagen de su hermanito asustado se le vino a la cabeza.
Los Dioses la odiaban, ¿por qué les hacían esto? Hubiera preferido morir en una batalla que estar secuestrada por un hombre desquiciado. Hubiera hecho un plan rápido, claro, pero la vida de Joffrey estaba en riesgo, un paso en falso y le harían algo, la vida de su hermano dependía de ella, empezó a idear planes rápidos en su cabeza mientras se sentaba en la cama ante la atenta mirada del Blackwood que esperaba otra respuesta enfadosa de ella, su corazón se apretó ante la idea de Joffrey sufriendo.
Sin Benjicot esperarlo, ella se levantó de la cama con pasos nerviosos y se dirigió a él.
—¿Qué quieres de mi? Haré lo que sea, pero deja a mi hermano intacto y fuera de todo esto.—Dianerys titubeo al pronunciar aquellas palabras, sus ojos lo miraban suplicante, una parte de él se puso mal al verla en ese estado, claro que la quería para él, y estaba feliz de tenerla a su lado, pero no le gustaba ver desesperada a su amada.
—Empezaré contando todo desde el principio, mi princesa, hace unos años, una princesa rechazo mi ayuda, y no quiso agradecerme cuando sus padres lo dijeron.—Dianerys palidecio más ante sus palabras.
