Eres un soldado que estaba luchando en el frente de guerra en medio de la tercera guerra mundial, caes en combate y esperas tu final para llegar a las puertas de paraíso. pero en su lugar despiertas en un mundo vasto y extenso, lleno de peligros y m...
Estabas patrullando por los alrededores de tu campamento, venciendo algunos enemigos para recolectar su geo y cosas así, pero cuando pasaste por un lugar en específico pudiste sentir algo, una presencia.
Revisaste en todos lados en busca de esta, Pero no había nada interesante por ahí con la excepción de una especie de raíz blanca algo marchita. La seguiste hasta su origen, llegando a una especie de cúpula azulada llena de más de esas raíces.
Había bastantes cuerpos de mantis alrededor del lugar, pero estás mantis parecían ser machos, no como las hembras del poblado. Entraste con cautela dentro de la cúpula y llegaste a una pequeña habitación, en la cual estaba una gran figura pálida.
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Junto a ella estaba también otra figura, caminaba cojeando y parecía muy adolorida, al verte se puso en una posición defensiva que demostraba entrenamiento y disciplina, Pero la enorme raíz la detuvo.
(???): Dryya *dijo con voz suave y gentil* deja que se acerque.
Con sus palabras, la desconocida figura, que al parecer se llamaba "Dryya" redujo su guardia y permitió que te acercaras.
Podías sentir una aura cálida proveniente de la gran figura, se sentía tan....familiar, no sabías el porque, Pero parecias tener recuerdos de ella en tu cabeza ¿Tal vez recuerdos de ese cuerpo?
(???): Mi pequeño, ¿Que te trae a este lejano rincón del jardín?
(T/N): No....no lo sé. Solo sentía algo, una sensación cálida y dulce que me llevo hasta aquí.
(???): Tu aura me resulta muy familiar....¿De dónde proviene?
(T/N): Eso es algo un poco difícil de explicar. No recuerdo mucho, pero solo recuerdo haber salido de una especie de huevo encerrado en una sala.
(???): ¿E-encerrado dices? ¿Tiene de casualidad alguna marca en su pecho?
(T/N): ¿Cómo lo sabe? *Abre su uniforme mostrando la insignia que estaba grabada en su pecho*
Al ver la marca, la figura comenzó a temblar un poco, seguido de esto empezó a llorar.
(???): *llorando* ¿Mi niño.....?
Tu de forma impulsiva te acercaste a ella y la abrazaste, no sabías el porque exactamente. Pero los recuerdos de ese cuerpo lo dijeron por tí...era tu madre.
Ella te abrazo con fuerza mientras sus lágrimas caían sin parar durante varios minutos. No fue hasta que ella paró su llanto cuando te soltó de regreso al suelo.
(???): Tantos años esperando tu llegada....y aquí estás, frente a mis ojos.
(Dryya): Es un honor tenerlo aquí, príncipe.
(T/N): ¿Que? ¿Cómo que príncipe?
(Dryya): Usted es el hijo entre la reina de Hallownest y su rey, por lo que usted es el principe y heredero a la corona.
En ese momento notaste que ella parecía temblar bastante, te acercaste a ella y viste varias marcas de sangre en su armadura.
(T/N): ¿Estás bien? No te ves en tu mejor estado
(Dryya): Yo estoy bien, aún puedo continuar.
(Dama blanca): Otra vez con eso Dryya *empezó a regañarla" tienes que aceptar que las heridas necesitan sanarse, reposar y cicatrizar ¿Porque tú orgullo no te permite ver eso?
(T/N): Yo podría sanar sus heridas, no me llevaría tanto tiempo.
(Dryya): Pero....no puedo dejar desprotegida a la reina.
(T/N): Tranquila, no tardaré mucho, solo serán unas pocas horas. Créame.
(Dama blanca): Haz lo que dice Dryya. Porfavor.
Obedeciendo a las ordenes de su reina, Dryya envaino su arma y tomo asiento cerca de donde estabas tu.
(Empiezas a narrar): Cuando ella dijo que estaba bien no esperaba que mintiera tanto, porque estaba muy muy mal.
Tuvo que sacar de mi mochila cuatro equipos médicos para poder reparar tanto daño. Para empezar tenía una herida en el torso horrible, se le notaba que llevaba varias semanas con el, pues estaba infectado horrible, luego teníamos el brazo derecho....que estaba casi abierto por completo, aunque como era un exoesqueleto pues solo era sangre e infecciones.
Y por último las piernas, dios que horror de piernas, no sabía el como, pero de alguna manera Dryya tenía la enfermedad de "pie de trinchera" en ambas piernas, además de tener encajado un pedazo roto de garra de mantis.
El tratarla me llevo casi ocho horas, Pero al final logré contener el sangrado y vende las heridas más problemáticas, le inyecte un anti-inflamatorio y suture las cortadas. Para el pie de Trinchera fue algo más difícil, pues su tratamiento toma tiempo, pero aún así remoje sus pies an un poco de agua tibia y los cubrí con vendas secas.
(Fin de la narración)
(T/N): Eso es todo. La mayoría de tus heridas tomarán tiempo en sanar por completo, en especial ese pie de Trinchera, te recomiendo que limpies tus pies en agua tibia a diario, y trata de usar ropa limpia y seca.
(Dryya): Tomare eso en cuenta, gracias.
(Dama blanca): Supongo que no planeas quedarte.....
(T/N): Me duele aceptarlo, pero si. Aunque no vivo muy lejos, tengo un campamento cerca de aquí, aunque tengo planeado mudarme a bocasucia.
(Dama blanca): Lo entiendo....aunque fue corta nuestra reunión, espérare el día en el que regreses mi niño.
(T/N): También espero ese día, y muchas gracias...madre...
Tras un pequeño abrazo y una despedida te dirigiste afuera de la cúpula, dónde te preparabas para continuar con tu viaje.
(Dryya): *se acerca a tí* Joven príncipe.
(T/N): ¿Si?
(Dryya): *se arrodilla ante tí* Permítame exprésar mi gratitud al sanar de mis heridas y permitirme el continuar con mi labor.
(T/N): P-porfavor no te arrodilles, no estoy acostumbrado a eso, y no me siento cómodo con eso.
(Dryya): ¿Y porque no mi señor? Es propio que se arrodillen ante la realeza.
(T/N): si, pero nunca me gustó la idea de que alguien fuera superior que los demás, si, talvez tenga más dinero o mas tierras o talvez una casa más linda, pero me gusta pensar que en el fondo todos somos iguales, tanto en libertad como en derechos.
(Dryya): Entiendo, me disculpo por mi error.
(T/N): No te disculpes, los errores pasan. *Cargas tu arma* ¡nos vemos!
Saliste del lugar donde estaba escondida la cúpula y regresaste a tu campamento para preparar tus cosas e iniciar la mudanza.
Preparaste un poco de comida condimentada con la miel que recientemente obtuviste, logrando crear una especie de panques dulces bastante deliciosos, tomaste algunos para comer durante el viaje y guardaste los demás para otro momento. Encendiste tu música e iniciaste tu travesía hacia bocasucia.
