¿Confusión?
¿Acaso estás dentro de mi cabeza
para saber lo que quiero?
¿Acaso no puedo decidir por mí misma?
No es una confusión.
No soy lesbiana porque me gusta que
me prohíban casarme, adoptar o vivir.
Créeme que no soy así porque quiero.
Soy así porque soy así.
Y punto.
No tienes poder para cambiarme.
No te voy a dar ese privilegio.
Aunque se lo daré a ella,
ella puede influirme,
cambiarme,
hacer lo que se le antoje conmigo.
Puede destrozarme,
me da igual,
mientras sea ella la que lo haga.
Me concedo el honor,
hasta de ser su títere,
si se diese el caso.
Haría lo que ella quisiera.
Morir, vivir,
la verdad es que es lo mismo
si no la tengo aquí conmigo.
Ahora no está,
y el vació de mi pecho está
consumiendo los recuerdos.
Creo que el Vozka también ayuda.
Siento paz,
después de todo,
el alcohol no es tan malo como nos hicieron creer
cuando aún éramos inocentes.