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*me quedé con ganas de escribir Checo futbolista

Todo comenzó en 'El Clásico'.

Los ánimos siempre eran diferentes a los de otros partidos. La afición se comportaba diferente en el clásico de clásicos también.

El marcador se encontraba empatado. Un horroroso 0-0. Habían tenido oportunidad de cambiar el cero por al menos un dos, pero la defensa de los merengues era difícil de traspasar. Después del segundo tiempo, Ocon empezó una pelea, y no le interesaba investigar si él tenía la razón, porque él era así. El otro jugador, Yuki, estaba diciendo demasiadas groserías por minuto. Max estaba impresionado. Existía demasiada ira en un contenedor tan pequeño. Max se había acercado desde su posición. Estaban perdiendo tiempo valioso. Los jugadores del equipo rival estaban compartiendo comentarios en diferentes idiomas, al igual que sus compañeros. Max puso los ojos en blanco. Daniel y Kevin tenían en un agarre firme a Ocon, mientras que los blancos habían dejado libre al Chihuahua japonés. El árbitro no estaba siendo de ayuda. Frente a él, se encontró con la mirada marrón de uno de los blancos. No lo había visto antes, y tal vez el entrenador lo había mencionado en las prácticas. A Max no le gustó la sonrisa tonta, y puso su usual cara de poker. No le parecía profesional pelear, pero tenía que defender el honor de su equipo. Su mirada no se alejó de los ojos marrones que en realidad eran bonitos pero que no lo aceptaría aún siendo torturado. Por un momento, solo existían ellos dos, en un duelo infantil de miradas. Un duelo que Max estaba destinado a perder, porque de la nada, el jugador le envió un beso y Max se echó a reír.

Fue surrealista.

Y luego, el término 'Chestappen' era tendencia. El video de apenas unos segundos consiguiendo miles de reproducciones antes de que el partido llegara a su fin con los blancos llevándose la victoria.

Todo comenzó allí, con un simple gesto. Max después descubrió quién era Checo, 'el ministro de defensa', la nueva adquisición del Real Madrid.

Cuando Max estaba revisando el perfil de Checo, se le escapó un me gusta. Max lanzó el teléfono, esperando que un hoyo se abriera y se lo tragara. Había bajado demasiado y no tenía una explicación. Pero, no recibió ningún mensaje por parte de Checo.

La siguiente vez que se vieron, el marcador quedó en ceros. Había sido un partido lleno de adrenalina y de oportunidades de ambos lados de anotar. Al final del partido, Checo se acercó a él y se quitó la playera, revelando su torso trabajado. Max no quería mirar, porque había cámaras por todos lados y sabía que sus acciones terminarían llamando la atención. Pero, era un simple hombre, así que con discreción, según él, su vista recorrió el abdomen y los pectorales. Max se quitó su playera y las intercambiaron.

—Buen trabajo— Checo dijo, y se dieron un apretón de manos.

Max notó como su mano envolvía casi por completo la de Checo. Eso no debió poner a su corazón a latir como si aún estuviera corriendo en el campo.

—Buen partido— Max aún mantenía la mano de Checo en un fuerte agarre.

—¿No vas a pedir mi número?— Checo alzó las cejas y ladeó su cabeza.

Oh, qué atrevido. Max se cubrió el rostro con su mano libre. Le daría su número, y harían el Chestappen real.

*Gracias por leer!

Chestappen Plot BunniesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora