cap24.

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Vemos a Brown aun abrazando el cuerpo de atreus mientras este de desvanecía.

Mimir:adiós atreus.

Brown:adiós*se levanta *

Mimir:a donde vamos hermano?

Brown:.....no lo se.

Pasaron meses donde brown estuvo vagando peleando con los astro toilets hasta que se entero que querían una tregua con el.

(30 años después)

(Ubicación: Las tetas panama)

La guerra continuaba pero Brown se había retirado por completo de eso aún sabiendo que la alianza lo buscaría haci que seguía preparado.

Mimir:aun me sorprende que si pudieras superar todo lo ocurrido.

Brown:si talvez tienes razón.*En eso tocan la puerta*que quieres....¿odin?

Odin observaba al guerrero con una mezcla de desprecio y precaución. El aire a su alrededor estaba cargado de poder, y la propia realidad parecía doblarse a su voluntad. Brown permanecía firme, su cuerpo una masa de cicatrices y músculos tensos, con las Espadas del Caos colgando de sus manos, listas para desatar una furia incontenible.

Odin: Has traído destrucción al mundo spartano.

Brown: ustedes son los que ocasionan esto Odin.

Odin levantó una mano, invocando su lanza, Gungnir, que apareció en un destello de luz dorada. Con un movimiento casi imperceptible, la lanzó hacia Brown. La lanza voló como un rayo, perforando el aire, pero Brown giró en el último momento, desviándola con sus espadas. El impacto resonó en el aire, pero no logró derribar al espartano.

Odin: Impresionante. Pero no suficiente.

El Padre de Todo extendió ambos brazos, y el cielo se oscureció. Rayos y truenos estallaron desde las nubes, descargándose sobre Brown. El guerrero espartano rugió de dolor, pero se mantuvo firme, absorbiendo la energía que lo envolvía, sintiendo cómo su cuerpo luchaba contra el poder divino.

Brown: ¡No serás tú quien me detenga, Odin!

Con un grito de batalla, Brown lanzó sus Espadas del Caos hacia Odin, las cadenas chisporroteando mientras cortaban el aire. Odin retrocedió, pero una de las espadas logró cortar su mejilla, dejando una línea de sangre dorada. El dios observó la herida con incredulidad, como si no pudiera creer que un simple guerrero hubiera logrado alcanzarlo.

Odin: ¡Insolente! ¡Te enseñaré el verdadero poder de un dios!

Odin invocó un remolino de hielo y fuego, una tormenta que se desató sobre Brown con la furia de mil tempestades. Brown se vio envuelto en un caos de elementos, su cuerpo golpeado por ráfagas de viento helado y llamas abrasadoras. A pesar del dolor, Brown avanzó, cada paso una declaración de su voluntad indomable.

Brown: ¡He matado a muchos antes, y no serás la excepción, Odin!

El espartano, con una fuerza sobrehumana, rompió la tormenta con un golpe devastador de sus espadas. El suelo se partió bajo sus pies mientras se lanzaba hacia Odin, sus espadas girando en un arco mortal. Odin apenas tuvo tiempo de levantar su lanza para bloquear, pero el impacto lo hizo tambalearse.

Odin: ¡Maldito seas, Kratos!

Odin contraatacó con una ráfaga de magia oscura, sombras que surgieron del suelo, intentando atrapar a Brown y arrastrarlo a la oscuridad. Pero Brown, con un grito de furia, rompió las sombras con su fuerza bruta, avanzando sin cesar.

Brown: ¡No podras detenerme!

Brown lanzó un golpe brutal con sus espadas, que atravesaron la defensa de Odin y se clavaron en su costado. Odin gritó de dolor, su cuerpo temblando bajo el impacto. Pero con un gesto rápido, golpeó a Brown en el pecho con su lanza, atravesando su carne y hueso.

the new ghost of spartaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora