Mira lo que dice el titulo XD
El clásico me morí y tengo 3 deseos.
Puede haber errores gramaticales y de escritura ya que estoy escribiendo la historia en portugués y luego traduciéndola para español con Google traductor.
El grupo de sobrevivientes avanzaba por las calles de la ciudad, cauteloso, con cada paso marcado por el sonido amortiguado de sus propios zapatos contra el asfalto y el ocasional gemido de un zombi a lo lejos. El caos que se había desatado parecía haber sido rápido, pero la destrucción aún no era total. La ciudad de Fujimi estaba sumida en una calma extraña, donde la civilización, aunque destrozada, aún mantenía vestigios de su antiguo orden.
Vincent y Saeko caminaban al frente, con los ojos atentos a cualquier movimiento. Detrás de ellos, Takashi lideraba al resto del grupo, tratando de mantener la formación cohesionada. Sabían que necesitaban encontrar un lugar seguro lo antes posible, antes de que el número de muertos vivientes aumentara o antes de que algún grupo hostil surgiera de las sombras.
Takashi: "No podemos seguir vagando así. Nos estamos quedando sin suministros, y si no encontramos refugio pronto, seremos un blanco fácil para cualquier cosa que venga en nuestra dirección."
Vincent, escuchando las palabras de Takashi, miró hacia el horizonte, su mirada fija en una estructura que destacaba en la distancia. Un almacén industrial, con sus paredes de concreto reforzado, ventanas altas y pocas entradas. Sabía que era la mejor oportunidad que tenían para asegurar un refugio seguro, al menos temporal.
V: "Ese lugar allí. Parece sólido, podemos fortificarlo."
Saeko asintió a su lado, con la mano descansando sobre la vaina de su espada, lista para actuar en cualquier momento. Ella ya había aprendido, junto a Vincent, a no bajar la guardia ni un segundo.
El grupo se dirigió hacia el almacén, cruzando calles desiertas y evitando cualquier enfrentamiento innecesario con los zombis. Cuando finalmente llegaron, la entrada estaba bloqueada por algunos coches abandonados. Un obstáculo que, aunque parecía dificultar, en realidad se revelaría una ventaja. Con los coches apilados, la entrada podría ser reforzada aún más.
V: "Perfecto. Necesitamos bloquear las otras entradas y usar los coches como barreras. Este lugar puede darnos refugio por un tiempo."
Takashi y los demás comenzaron a ayudar a empujar los coches, mientras Vincent subía a uno de ellos para tener una vista más amplia del interior del edificio. Las ventanas eran altas, perfectas para impedir que cualquier zombi escalara. Solo quedaba fortificar el perímetro, cerrar las entradas y almacenar lo necesario.
Kohta, con su habilidad para improvisar armas, comenzó a buscar materiales en el almacén. Encontró tablones de madera, clavos y algunas herramientas que podrían ser útiles para construir barricadas. Mientras tanto, Saya y Rei buscaban en el lugar suministros, encontrando algunos alimentos básicos y botellas de agua que habían sido dejadas atrás.
Saya: "No es mucho, pero esto debería mantenernos vivos por un tiempo más. Si logramos organizar todo, podemos resistir hasta que encontremos algo mejor."
Takashi, con una expresión decidida, ayudaba a levantar barricadas en las ventanas y reforzar las puertas. Sabía que ese lugar podría ser la única cosa entre ellos y la muerte segura afuera.
Takashi: "Esto tendrá que servir. Al menos por ahora."
El cielo comenzaba a oscurecer, y la sensación de peligro inminente solo crecía a medida que la noche se acercaba. Los sonidos distantes de disparos y gritos aún resonaban en la ciudad, pero dentro del almacén, el grupo se sentía un poco más seguro. Habían creado una pequeña base, improvisada y simple, pero que podría fortalecerse con el tiempo.
Vincent observaba a los demás mientras trabajaban. Sabía que el grupo tenía potencial, pero necesitarían adaptarse rápidamente. El sistema que tenía a su disposición lo mantenía tranquilo, proporcionando información sobre lo necesario para sobrevivir, pero sabía que debía mantener esto en secreto, al menos por ahora.
Saeko se acercó a Vincent, la espada ahora reposando sobre su hombro, pero sus ojos, como siempre, atentos a cualquier detalle alrededor.
Saeko: "Parecen estar haciéndolo bien. Pero este lugar no durará para siempre."
Vincent la miró de reojo y esbozó una pequeña sonrisa.
V: "Lo sé. Pero, por ahora, es lo mejor que podemos hacer."
Mientras caía la noche, el grupo se reunió en el centro del almacén, rodeado por las barricadas improvisadas. Estaban exhaustos, pero aún vivos. Ahora, con un refugio, tenían un punto de partida. El verdadero desafío comenzaría a partir de ese momento: mantenerse unidos y sobrevivir a lo que viniera a continuación.
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