Capitulo 1

5 0 0
                                    

"La batalla más dura de mi vida tiene la ironia de no ser en la ultima en la que estare,pero tener al amor de mi vida en mis brazos sin vida me duele más que cualquier daño que mi cuerpo pueda recibir"

Todo comienza en una fría mañana de otoño. Los primeros rayos del sol apenas logran mitigar el frío, que se siente tan intenso como en esas madrugadas en las que, tras agotar hasta la última molécula de mi cerebro, finalmente me entrego al sueño, víctima de la rutina de insomnio a la que ya me he acostumbrado.

"Supongo que es hora de levantarme... otro día monótonamente asqueroso, al que seguiré encadenado como siempre." Murmuré en voz alta, mientras pasaba las manos por mi rostro en un intento desesperado de terminar de despertarme.

Finalmente, después de quince minutos de una lucha interna entre la pereza y la molestia por escuchar la quinta alarma de mi teléfono, me levanto de la cama. Lo había dejado cargando cerca del ordenador antes de caer rendido.

Mi nombre es Soren Izuck. El lugar donde vivo... es un secreto. Ha pasado bastante tiempo desde que comencé a estudiar en la universidad. Ahora me encuentro en mis vacaciones de un mes a mitad de año, después de haber sobrevivido, una vez más, a la intensa pesadilla conocida como la Semana de Entregas Finales.

Esa es, en parte, la razón por la que ya no puedo conciliar el sueño correctamente.

Aunque, si lo pienso bien, es algo a lo que siempre he estado acostumbrado. Fue una de las razones que me llevaron a elegir mi carrera universitaria. Sin embargo, debo admitir que el desorden en mi cuarto ha empeorado desde mis primeros años en la universidad.

Más que un cuarto de un joven adulto, parece un almacén...

Mis días de descanso se resumen en actividades sencillas: comer un par de veces al día, viciar en el ordenador hasta agotarme mentalmente entre juegos o series, y dormir como si estuviera hibernando. En definitiva, el paraíso soñado.

Si te lo estás preguntando, creo que ya es evidente que mis amistades son... limitadas. Además de tener una personalidad que, por alguna razón, genera incertidumbre en los demás debido a mi dificultad para expresarme emocionalmente, mi apariencia tampoco suele ayudar mucho, para ser sincero. Juro que intento ser lo más amigable posible, pero realmente es difícil parecerlo.

Vivo con mis padres, aunque nuestra relación se reduce a lo esencial: pedirles dinero semanalmente. Y para ser honesto, estoy bien con eso. Hace mucho tiempo que dejé de necesitar afecto constante; siempre he disfrutado de mi soledad, aunque algunos a mi alrededor dicen que les preocupa mi situación.

Si tuviera que describir mis habilidades, diría que siempre comienzo bien las cosas, pero a veces me cuesta mantener la constancia, o no entiendo por qué los demás pierden el ritmo. Aun así, trato de ser lo más comprensivo posible. Uso mi intuición para deducir lo que podrían estar pensando o sintiendo, y casi siempre acierto,pero tambien suelo hablar demasiado conmigo como si fuera otra persona con otra perspectiva distinta,yo lo llamo "El borde entre la cordura y la esquizofrenia",pero estoy seguro que es una variable más de mi intuicion y pensamiento

Siempre pienso en estas cosas aburridas por las mañanas y antes de dormir, pero después de un rato se me pasa.

Realmente, no hay mucho más que decir sobre mí.

Pasaron los días, y seguía atrapado en la monotonía sofocante que me envolvía. El pensamiento que no lograba apartar de mi mente era incesante: Estoy desperdiciando mi habilidad... Se supone que con esto debería ser una figura representativa, un ancla para el siglo en el que vivo. Me lo repetía a diario, resignado a estar atrapado en esta vida. Aunque me gusta lo que hago, esa extraña sensación de lentitud en mi cabeza no desaparece.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 26 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Garden of TrialsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora