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__Naruto... Debes cuidar de ella, por mi__ una voz susurró a su oído trayendo escalofríos. No sabía dónde estaba, no sabía que estaba pasando, no sabía que ocurriría luego, Pero el reconocía esa voz, porque- Una mano atrapó su chaqueta en un puño para tirar de ella con brusquedad, y con la sensación de un nudo en la garganta miro hacia abajo, dónde en sus brazos sostenía el cuerpo pálido de Neji... __Naruto! Lo prometiste!__ gritó el Hyuga. No pudo contener sus lágrimas, mucho menos el dolor que le causaba (no sabía exactamente qué)

__N-Neji__

__Hinata-Sama... No tires mi esfuerzo a la basura, idiota__ Alzó su vista sin poder soportar ver más... __Su destino está sellado...__ negó apresurado.

No le gustaba Hinata

Ni siquiera tenía idea de saber dónde diablos estaba. Tenía meses sin verla. Y a él...

A el le gustaba Sasuke

__Perdoname, Neji__ susurró, abrazándole con fuerza sin importar la presencia de su adolorido brazos, sin que le importarle sus lágrimas, sin importarle su estómago revuelto

__Eres un maldito... Traidor, Naruto. ¿Por ti di mi vida? Por tí me sacrifiqué?__ sus sollozos aumentaron, y no fue capaz de mirarle __Respondeme Naruto!__

Con un jadeo que escapó de sus labios se despertó y fue tan vez inconscientemente que se puso de pie y corrió al cuarto de baño, dónde subió la tapa de la taza y se arrodilló, vaciando su estomago alli. Quizás no debió aceptar esos seis tazones de ramen, y pudo haber comido poco menos en la cena antes de irse a dormir... Definitivamente había aprendido la lección, mucha comida daba pesadillas.

Se dejó caer al suelo cuando acabó y quedó sentado en su lugar un largo tiempo, imaginando miles de escenarios que al final, acababan desastrosos... Suspiró calmando sus nervios y talló su rostro...

Ahora que se fijaba

Su brazo derecho dolía, Pero eso era imposible, porque no estaba. Miró confundido las vendas que rodeaban lo poco que había, y se pregunto si eso al menos era posible ¿Cómo algo que no está, puede doler tanto? Con su mano apretó ese lugar con fuerza y se encorvo hacia adelante, mientras atrai sus rodillas al pecho y apoyaba su barbilla allí... Una mierda...

Sus noches después de la guerra, acabaron siendo una tortura...

¿Sasuke también habría pasado lo mismo?

¿También tendría pesadillas?

¿También lloraría o vomitaria como el?

¿Que estaría haciendo ahora mismo?... Con cuidado de levantó del suelo mientras se sostenía apoyado a la pared, y se acercó a la taza de baño para tirar de la cadena.

Con una rápida lavada de dientes se deshizo del asqueroso sabor y volvió a la cama para esconderse entre las suaves mantas... Quizás si pudiese despertar algo tarde por la mañana, sin interrupciones ni alarmas... Sería muy genial.

__Sasuke... Que estás haciendo ahora bastardo?__ preguntó al aire, justo antes de caer dormido una vez más.

...

Sacó una pluma y un pergamino, y con la poca luz que le proporcionaba la vela dentro de su tienda de acampar, comenzó a escribir.

Acababa destruyendo el papel o arrugandolo y tirándolo porque no encontraba las palabras!

¿Que le podía decir a Naruto?

¿Hola? No, por supuesto que no. Tamborileó sus dedos frustrado y suspiró apartando el flequillo de sus ojos antes de fijar nuevamente la atención en el pergamino.

"Naruto, solo llevo una semana en este viaje, y Kami, los animales me van a matar de un susto en cualquier momento" Se sintió un estúpido al confesar eso, Pero sonrió imaginando las risas del rubio cuando leyese su carta... "No tengo ni la mas mínima idea de como un gato llegó al bosque, Pero era naranja con franjas blancas, quizás al revés, y muy fastidioso. Lo adopté tiempo después que ví que no se quería ir de mi lado, se llama Aiko. Tampoco sé si hembra o macho... Cuando vuelva, podrás conocerlo, o conocerla. Estoy muy seguro que se llevarán bien, tiene tu energía." Solo eran trivialidades de las que habló, más no preguntó por Sakura o Kakashi... Esa carta iba especialmente dirigida a él con toda la intención. Y Sasuke, el se entretuvo toda la noche escribiendo...

Carraspeó cuando una incomodidad en su garganta le molestó, y Aiko se acercó a el, acurrucándose en sus piernas con cariño. Cuándo los rayos del sol comenzaron a salir, el supo que ya era hora de irse a dormir, si algún Ninja le atacaba, el sueño estaba seguro que no le permitiría luchar como es debido. Tosió un par de veces y apartó todo, colocó las mantas sobre su cuerpo y se permitió relajarse por completo antes de caer rendido con la incomodidad en su pecho...

Aiko lamió su mejilla antes de recostarse a su lado.

Quizás era un gato

Pero a pesar de eso, Sasuke juraba que junto a ese animal, tenía un parte de Naruto con el... Sobretodo cuando esos grandes ojos azules le miraban pidiendo mimos.

Una locura sin dudas.

En algún punto tu y yo- (Sasunaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora