Pelos de mierda/Blatsy

379 30 0
                                    

Su cambio de actitud se me hizo raro, conmigo estaba riendo calmadamente, siendo amable y gentil y ahora era alguien distinto, serio y algo lejano

-señor- entro Sero

-si-

Sero se acerco y le dio una tableta, vi como el ceño de Kirishima se arrugo

-dame mi celular- ordeno a Sero

Este se lo dio, marco un numero y solo sono una vez para que contestara la persona

-Sho- dijo Kirishima

Puse atención a la conversación

-ya lo viste-

Kirishima se quedó callado

-comprendo, te vere en-

Se callo y suspiro largamente

-escucha si en dos días no se arregla esto, con o sin tu permiso actuare, sabes muy bien que, lo sé, pero, Sho-

La cara de Kirishima mostraba frustración

-de acuerdo, esperare pacientemente, te veo en la cena, la misma hora, mismo lugar, nos vemos-

Kirishima iba a colgar, pero antes rio divertido, volvió hacer el mismo hombre gentil que estaba bromeando conmigo

-yo también te quiero- dijo con cariño y colgó

Me sentía molesto, mi estomago se cerro y solo deseaba irme

-debo irme- dije serio

-que- dijo Kirishima

-es tarde, debo saber dónde están esos tontos-

-pero-

Me levanté de la cama recogí mi ropa y me encerré en el baño, me cambien en menso de 5 minutos y salí

-el auto está listo joven Bakugo- dijo Sero

Busque a Kirishima por el cuarto

-el señor salió a su despacho, me ordeno llevarlo a casa-

-mierda- murmure enojado

Sali del cuarto y me di cuenta de que estaba en una mansión, anoche no me di cuenta mi alrededor, pero ahora puedo darme cuenta de las cosas, bajamos las escaleras y llegamos al primer piso

-espere aquí por favor, iré por el auto-

-aja- dije de mana gana

Cuando se fue, me puse a ver a mi alrededor, llegue a la sala y esta era enorme, había un cuadro grande arriba de una chimenea, en ella había una pareja de pelinegro con su hijo de no más de 5 años, en el cuadro el padre estaba de traje, con una sonrisa sutil en el rostro, poniendo su mano derecha en el hombro de la mujer, ella estaba con un hermoso vestido color rojo, ella sonreía de ore a oreja, en sus piernas estaba el niño, este llevaba un traje negro como el padre, pero con una camisa roja, de igual manera sonreía grande

-Kirishima- murmure al ver al niño

-Bakugo- dijo mi nombre

Al oírlo salte

-mierda, no me asuste asi- lo regañe

-lo siento- dijo el

-mierda-

- ¿Qué haces? - pregunto

-solo estaba viendo el lugar, estoy esperando a salsa de soya-

-¿A quién? -

-a tu guardia-

-que-

-mierda el pelinegro ese-

-hablas de Sero-

Omega de Ojos CarminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora