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Por primera vez en muchos meses, Force se sentía tranquilo. Pond había vuelto a casa ya que lo había perdonado, su jefe dejó de exigirle horas extras, Sam se mudó relativamente lejos...

Todo parecía estar bien.

Había regresado a casa y no escuchó un grito o un reclamo, se sentía increíble.

"¡Papá!"

Bueno, los gritos de su hijo los aceptaba.

"¿Qué sucede?"

"Estaba pensando... y quería pedirte algo"

"¿Qué cosa hijo?"

Lanzó su maletín al sofá y se sentó mientras Pond hablaba y le daba una larga introducción sobre sus aspectos positivos solo para convencerlo, lo conocía muy bien.

"Definitivamente mejoré mis notas esta vez y...

"Pond, solo dime que deseas"

"¿Puedo hacer una fiesta aquí?"

"¿Una fiesta?"

Pond hizo un puchero "Por favor, dime que si"

"No sueles ir a muchas fiestas"

"Es por el cumpleaños de Dunk"

Force arqueó una ceja "Pero falta mucho para su cumpleaños"

"Faltan dos semanas" Argumentó el chico.

No pudo evitar reírse "Eso es mucho Pond. ¿Por qué me pides permiso ahora?"

"Porque quiero planearla bien y necesito mucho tiempo"

"Entiendo y ¿Cómo vas con la planeación?"

El chico comenzó a contar con sus dedos "Bueno, lo primero es el lugar y debía preguntarte. Lo segundo es conseguir un pastel, luego la comida y por última la música"

"¿Seguro que no te falta nada?"

"Supongo que debo repasarlo" Se encogió de hombros "Pero lo primero es saber dónde haré la fiesta"

"¿Por qué no la haces en su casa?"

Pond rodó los ojos "Es una fiesta sorpresa papá. Ese es el concepto ¿No crees que eso arruinaría todo?"

"Lo que yo creo es que ambos deberían seguir castigados por huir"

"Pueden castigarnos después de la fiesta" Pond sonrió.

Force suspiró "Bien, puedes hacer la fiesta aquí..." El chico celebró "Pero tu deberás encargarte de la limpieza antes y después"

"Papá, soy tu hijo, no el chico del servicio"

"¿Prefieres no tener un lugar?"

Pond resopló "Esta bien". Se dio la vuelta para regresar a su habitación.

"Y nada de alcohol" Le recordó Force.

"Le quitas lo divertido a la fiesta" Reclamó Pond, pero Force logró ver su sonrisa juguetona.



Cuando cualquiera de sus hijos cumplía años, ambos jóvenes parecían estar más unidos que nunca.

Force lo había denominado, la semana de cumpleaños.

En esos días los niños prácticamente vivían en casa del otro. Nunca se sabía si estarían en la suya o en la de Book.

Excepto que esta vez, Pond estaba más enfocado en planear la fiesta sorpresa.

Llegó el día, y justamente Force no había tenido que trabajar, por lo que decidió quedarse y dormir un poco. El ruido lo despertó y cuando llegó a la sala de su casa, se pudo dar cuenta del por qué.

Best FriendsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora