III

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El delgado chico despertó desorientado con un ligero dolor de cabeza.

Abrió sus ojos poco a poco viendo qué la luz ya entraba por su ventana, miró sus manos y las olió (rara costumbre) y verificó qué olían a tierra, agua de lluvia y mugre, no había sido una pesadilla.

Se frotó la cabeza y se levantó de la extrañamente cómoda cama, con sus piernas tambaleandose cuándo un mareo recorrió su cuerpo, sólo pudiéndose sostener al agarrarse de una pared cercana ya qué su vista era totalmente negra.

Probablemente hizo ruido ya qué un hombre algo... Bajo de estatura, con una complexión aparentemente musculosa abrió la puerta lentamente con una expresión seria pero sorprendida en su rostro.

—Lo siento... ¿Ham Jisung?

—Es... Es Han.

El mencionado se recargaba en la pared, cubriendo su cara con sus manos sumergido en una emoción de prepotencia y tristeza.

—Me dijeron qué le diera esto cuándo se despertara, lamento si está frío ya, son las 10 de la mañana ya.

¿Diez de la mañana? Oh por supuesto, seguro todos aquí se levantaban a las cinco de la mañana para trabajar cómo una colmena de abejas en traje qué roban miel en lugar de hacerla.

Tomó de las manos del hombre un plato con un poco de carne, arroz y un pedazo de pan, oh, al menos olía bien.

—Gracias... Uh... ¿Quisieras compartir algo de esto o...?

—Oh no, eso es suyo, comaselo y deme el plato después.

Jisung debía comer esa comida, aunque no había comido hace cuánto, ¿Un día? No tenía hambre, seguía en shock y no sabía qué tenía qué hacer aquí o lo qué le esperaba.

Olió un poco qué aunque olía bien, muy bien de hecho, le daba náuseas, entonces decidió comer un poco y tirar lo demás por el inodoro del baño al qué tenía acceso, algo qué usualmente no haría pero ésta gente es literalmente millonaria.

Maldita casa lujosa, un baño grande con un espejo grande, una regadera y todo muy agradable a la vista y el olfato.

Salió de la habitación y vio al mismo hombre ahora sonriente de hace rato.

—¿Cuál es tu nombre?— dijo mientras le entregaba el plato.

—Pensé qué te lo habían dicho, soy Seo Changbin, tú guardia personal.

Oh, guardia personal, algo nuevo pero interesante.

—La señorita Minnie te está esperando, en el segundo piso, no sé exactamente en dónde pero ahí está, en alguna parte, sólo búscala o pregunta por ella.

Después de un débil "claro", Jisung se dirigió al piso de arriba del qué estaba (torpe e inocente).

Caminó un poco pero lo vió realmente vacío, había algunas puertas cerradas, ¿Cómo debía buscar a Minnie?.

Ahí su mente hizo click, "estaré un piso abajo de este o con Soyeon" oh maldición, entonces el piso dos estaba uno abajo de en el qué estaba su habitación, osea que, ahora estaba... ¿En el cuarto piso?

Oh carajo.

Cómo si fuera por obra de su mala suerte, una de las puertas se abrió y de ahí salió ese hombre... El hombre qué tanto le aterraba.

—¿Jisung?

El hombre giró su cabeza mientras Jisung sólo apretaba los ojos antes de abrirlos de nuevo y juntar sus manos con nerviosismo.

—Sólo... Me perdí, lo lamento, pensé qué este era el segundo piso.

Una risa escapó de los labios de Lee, no una alegre, sino una incrédula y burlona.

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⏰ Última actualización: Oct 03 ⏰

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𝗘𝗦𝗧𝗥𝗘𝗟𝗟𝗔 𝗗𝗘𝗟 𝑰𝒏𝒇𝒊𝒆𝒓𝒏𝒐// 𝐌𝐢𝐧𝐬𝐮𝐧𝐠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora