13

69 10 0
                                    

Observó perpleja la escena, venía de una reunión con Yaga, era un poco tarde, pasando las nueve de la noche, regreso a su habitación con los ojos pesados y entró con normalidad hasta que vio a Satoru acostado en su cama completamente dormido mientras abrazaba un Koala azul de peluche.

Era la segunda vez que se auto invitaba en el dormitorio de la chica en la semana. A penas era miércoles.

—Que remedio... —murmura, acercándose hasta la cama. Había una lata vacía del mini congelador en el suelo y el televisor estaba encendido, a un volumen bajo y por eso no lo había notado. Satoru, usando todo el espacio de la cama medianamente grande —Ni siquiera me ha dejado espacio para dormir a mi.

No le servía mucho quejarse, por lo que aceptándo su destino se movió hasta el guardarropas y sacó un conjunto de pijama común, nada fuera del otro mundo. Unos pantalones de cuadros y una camisa de tirantes. Dirigió su vista hacia Satoru una vez más, pero luego de confirmar que estuviera dormido y no fingiendo para poder quedarse a dormir esa noche, se dio la vuelta y comenzó a desvestirse en un pequeño espacio al que le llegaba poca luz.

Dejo el uniforme sobre la canasta de ropa sucia y se ató el cabello en una cola alta floja, camino hasta su cama una vez más y tomó el control de la TV que estaba a un lado del albino para apagarla. Finalmente rodeó la cabecera para acostarse dándole la espalda a Satoru, se acomodó como pudo y en cuanto se dejó caer sobre la fina tela de seda del edredón los brazos del chico la rodearon y la acercaron hacia él.

Su primera reacción fue de susto y estaba por soltar un grito alarmado cuando calló en cuenta que solo era Satoru.

—¿Estabas despierto todo está tiempo? —interrogó, sintiendo los brazos de su novio rodear su cintura mientras sentía su pecho contra su espalda

—Más que nunca. Aunque te des la vuelta puedo verte muy bien, ¿Lo sabes? Tengo los seis ojos. —se quedó en silencio esperando una respuesta por parte de la chica —Tienes un lindo trasero.

—Eres una rata. —reprocha

—¿Me amarías si fuera una rata?

—No, que asco. —responde sin dudar

—Eres cruel. ¿Y si los dos fuéramos ratas?

—Lo pensaría.

—¿Lo pensarías? —interroga, claramente indignado con su respuesta

—¿Que pasaría si me encuentro con una rata más linda? No puedo prometer nada.

—¿Me serías infiel con una rata?

—Que no, joder. —frunce el ceño aunque él no lo ve —Ya duérmete.

—No tengo sueño... ¿Quieres hablar?

—No... Yo si tengo sueño. Quema calorías y así tendrás sueño, que se yo.

—¿Entonces que cuentas? ¿Nuevas misiones? ¿Algo nuevo? —habla, ignorando lo que ____ había dicho antes

La chica suspira y se queda callada por unos segundos, antes de darse vuelta con cuidado y quedar frente a frente a Satoru, el aun mantenía sus manos sobre la cintura de la chica, a su vez, _____ apoyaba su cabeza sobre el pecho de Satoru.

—Yaga me ha asignado una nueva misión. Aunque, no estoy segura. —menciona

—¿Entonces ya estás completamente recuperada? —pregunta, como si no fuera algo obvio

La Sato ríe —Ya pasaron casi dos meses de eso, naturalmente lo haría.

—¿Ya dos meses? El tiempo se va volando.

—No quiero ir a ninguna misión aun. —interrumpe —No quiero ir sola nunca más.

—¿Es en solitario? —la peli_____ asiente —Estarás bien... —Satoru pasa una de sus manos al cabello de la chica, acariciando suavemente las fibras

—Tengo miedo, casi muero. No quiero morir aun.

—No seas tan pesimista. ¿Que haría yo si tú mueres? —interroga —No tienes permitido morir.

—¿No crees que puedas hablar con Yaga para que me cambien de misión o al menos algún acompañante? —ella levanta su mentón para conectar mirada con Satoru, —Por favor.

—No tengo tanta influencia.

—Pero si se lo dices tú, podría considerarlo. —insiste

—Bien... —él deja descansar su mentón sobre la punta de la cabeza de _____ —Si de verdad no quieres ir, no vayas. Hablaré con Yaga y veré si puedo reemplazarte a ti.

—¿Harías eso?

—Claro. A demás, no me gusta que andes sola por ahí haciendo misiones sin acompañantes, no puedo saber si estás bien o si necesitas algo. Eres mi novia, y es parte de mi responsabilidad que estes bien siempre.

—Eres una buena persona, Satoru. Te quiero. —ella se acurruca contra él albino

—Yo te amo. ¿Tú me amas?

—Por supuesto. ¿Porque dudas?

—Dilo.

—Te amo, Satoru.

Ambos se quedan en silencio un par de segundos, hasta que Satoru decide hablar una vez más. Como si fuera su turno de hablar.

—______, ¿Tu crees que soy fuerte?

—Si, ¿Por que?

—¿Que tanto?

—Mucho.

—¿Y en una escala?

—Él más fuerte de todos.

Satoru asiente pero no está conforme con la respuesta.

—¿Apreciarías a alguien por que es fuerte?

—¿Apreciar? No lo sé, tal vez me tenga admiración, pero la apreciación es un sentimiento más profundo.

—¿Que fue lo primero que pensaste cuando me viste?

—Recuerdo haber pensado que eras muy alto.

—¿Solo eso?

—Si, fue lo primero que pensé. ¿Por qué?

—He estado pensando, recordando... Hay algo que no sale de mi cabeza. La última vez que hablé con Suguru... —suspira —"¿Eres el más fuerte porque eres Satoru Gojo o eres Satoru Gojo porque eres el más fuerte?"

—¿Ah...? —exclama, sin comprender mucho —No entiendo a qué se refiere...

—Yo tampoco lo comprendo.

—¿Crees que las personas me admiran por que soy fuerte? ¿Me valoran y me toman en cuenta por eso? ¿O porque realmente les importo?

—¿Por qué no te valorarían como una persona? No creo que exista alguien así de inhumano.

—No lo sé... Eso me dejo pensando, llevo los últimos días así, he teñido sueños también... Es extraño.

—¿Que clase de sueños?

—Sueños donde vivo ese momento, una y otra vez y Suguru me hace esa maldita pregunta una y otra vez. Y luego despierto, en una profunda oscuridad y completamente solo. No quiero sentirme solo.

—No estás solo, Satoru. Me tienes a mi.

—Lo sé, pero es difícil no extrañarte todo el tiempo.

—Puedes venir a verme si te sientes solo, sabes qué pasó la mayor parte del tiempo en mí habituando no tengo misiones.

—Él problema es que Yaga me ha estado encargando demasiadas misiones. Una y otra, y otra, no puedo venir todo el tiempo. Por eso me gusta pasar las noches aquí en tu habitación.

—Ya entiendo... —murmura —Puedes venir siempre que quieras, esta bien por mi.

—¿Segura?

—Si eres bienvenido siempre.

promise ;; gojo satoruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora