Love at first sight #Book1

Capítulo 1.

La Push.

Me encontraba en el aeropuerto de Barcelona, dispuesta a tomar un avión para ir a Forks, Estados Unidos.

MiPadre: Amber date prisa que perderás el vuelo -dijo tomando mi maleta entre sus manos.

Perdón por mi fallo, no me presentado... Me llamo Amber, tengo 17 años y me voy un año a vivir a Forks a casa de mis tios, Mark y Sara. Sara es la hermana de mi padre y vive en La Push con su marido Mark, originario de allí. Soy una chica normal (1'67), no soy ni delgada ni gorda, tengo el pelo largo y rubio y unos ojos azules cristalinos y soy de piel pálida, raro siendo de la Costa Dorada...

Volvamos al aeropuerto, le arrebaté la maleta a mi padre y los miré.

Yo: Diré lo de siempre -dije sonriendo- Cuándo llegue os llamo, prometo no ocasionar problemas (a ratos), ayudar a la familia, estudiar (ironía), llamaré cada miércoles y algún que otro día más.

MiMadre: Así me gusta -dijo abrazandome- Cuándo veas a tus tíos dales saludos de mi parte, ¿de acuerdo?

Yo: De acuerdo -dije suspirando- adiós, no me añoréis -dije abrazando a los dos.

Me despedí con una sonrisa y un sonoro beso en sus mejillas. Le enseñé el billete a la azafata y me acomodé para el viaje más largo de mi vida, más de 11 horas en un avión y lo que me quedaba en coche... Así que decidí matar el tiempo durmiendo mientras escuchaba música.

Me desperté y miré la hora las 21 de la noche y el vuelo había salido a las 16, solo 5 horas de viaje. Le pedí un bocadillo y una cocacola a la azafata y tiempo después me trajo el pedido. De fondo oía la canción Hasta Que Salga el Sol de Don Omar, hacía poco que había sido Carnaval en Barcelona y como no, yo participé en el espectáculo, bailando y sonriendo bajo los focos de las carrozas. Esa era una canción muy pegadiza y no lograba quitarmela de la cabeza.
Al terminar, me volví acomodar en el asiento y me dormí.

Sentía que me movían en mi sitio, abrí los ojos lentamente y oía susurrar a la azafata, pero no la entendía pues aún llevaba los auriculares puestos

Yo: ¿Perdón? -dije confundida.

Azafata: Ya hemos llegado señorita -repitió sonriendo ante mi adormilada cara.

Yo: Gracias.

Tomé el equipaje de mano y me fui a la terminal en busca de mis maletas. Una vez las tuve me dirgí a una cafetería, encendí el movil y miré la hora, las 21 de la noche en horario americano. Me fuí hacia el aparcamiento y llamé un taxi. Tenía dos días de viaje.

2 días después...
Dios mío no aguanto más en este maldito coche, mi culo ya tiene la forma del asiento. Tomé el móvil y llame a mi tia Sara.

Yo: ¡Sara! -grité.

Sara: ¿Cariño dónde estás?

Yo: No lo sé, a mira acabo de pasar un cartel que pone Bienvenidos a Forks.

Sara: Falta poco, aguanta un poco más -dijo riendo ante mi mal humor.

Yo: Más te vale que cuándo llegue estés, si no te mato -dije riendo.

Entramos en un pueblo, era bastante... Frío. Miraba cada sitio, haber si había algo que me resultara familiar de España alguna tienda o algo, pero nada. El conductor continuó todo recto sin parar, pensaba que ya habíamos llegado.