Día 1. El caballero de reluciente armadura

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Notas: ¡Aquí tenemos el relato del primer día! Os recuerdos que las posibles temáticas eran:

FIRST TIME / ROMANTIC/ CREAMPIE

Y para empezar con fuerza la semana os traigo un pleno porque se cumplen las tres. La verdad es que eran tropos muy compatibles y fácilmente combinables, de modo que no fue complicado ensamblarlo todo.

Esta historia tiene ambientación medieval europea, dado que siempre he tenido ganas de sacar a estos personajes del Japón de la era Edo. Ha supuesto todo un soplo de aire fresco en cuanto a mi manera de escribir a esta pareja, la verdad.

Sin más preámbulos, os dejo con la diversión!


A Rin le temblaban las manos, las rodillas y todo el cuerpo. Sentada en el borde de su lecho nupcial, había comenzado a sudar abundantemente, a pesar de acabarse de asear. Se trenzaba el cabello con nerviosismo, y se aseguraba compulsivamente de que el lacito que decoraba el pecho de su camisón se mantuviese recto. No podía permitir que estuviese torcido lo más mínimo cuando para él irrumpiese en la habitación.

Aunque seguramente todos esos detalles dejarían de importar cuando su recién desposado marido la viera esperándola en la amplia cama de matrimonio, cubierta con sábanas lechosas como su vestido de novia.

Rin era hija de uno de los duques más cercanos a la reina de Inglaterra, por lo que había sido criada casi como una princesa, rodeada de todos los lujos que una muchacha de su edad pudiera desear. A pesar de la opulencia que la rodeaba, ella siempre había sido una joven sencilla, que disfrutaba de actividades comunes como pasear por los jardines en soledad. O salir en busca de gatitos sin dueño con algún pedacito de carne como soborno. O peinar las crines de los caballos en el establo, entre otras.

Pero fue precisamente esta última afición la que le llevó a conocer al que se convertiría en su futuro esposo.

Su padre había sido invitado a rendir sus respetos al palacio de la reina por las festividades navideñas, como ocurría cada año. Rin siempre había sentido mucha curiosidad por el palacio real, y había insistido en acompañarle desde muy niña, pero por primera vez, a sus quinces años, fue cuando pudo cumplir su sueño.

Los jardines que rodeaban el Palacio de Buckingham eran lo más exquisitos en los que jamás había puesto el pie. Cada olor, cada color y cada seto estaban configurados al detalle, superando todas sus expectativas. Sin embargo, dada la estación del año, la nieve no tardó en comenzar a caer, ocultando la belleza de la vegetación bajo un manto blanco.

Desanimada, lo único que podía hacer para pasar el tiempo, antes de que llegase el momento de regresar al ducado, era visitar los establos. Aunque habían estado completamente vacíos cuando llegó en carruaje con su padre, por lo que temía que la situación siguiera siendo la misma.

Y no se equivocaba del todo, pues allí únicamente se encontró con el par de caballos de pelaje pajizo que habían remolcado a ella y a su padre hasta palacio. Les acarició los hocicos con equitativa atención, evitando que Ailann y Unity volvieran a pelearse por ganarse sus mimos en exclusiva. A pesar de que apreciaba mucho a aquellos animales a los cuales había visto crecer desde potrillos, no pudo evitar desear haber hecho nuevos amigos de la especie.

El sonido de unos cascos la hicieron volverse hacia la puerta de las caballerizas. Quizás no toda su suerte estaba echada aún, pensó aferrándose a aquella débil esperanza. Rin se apresuró a alisarse las faldas, y esperó a que el mozo del establo accediese.

Sin embargo, quien hizo acto de presencia fue un cautivador caballero de cabello níveo como un paisaje de invierno. Aun vistiendo su armadura plateada, bien lustrosa e impecable, el hombre condujo a una montura de pelaje grisáceo hacia el interior.

SessRin Smut Week 2024 (Compilación +18 relatos Sesshomaru x Rin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora