Las pruebas

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Me levanté de la cama con un dolor de cabeza terrible, me senté en la cama mientras aún con los ojos cerrados miraba hacia el suelo, solté un leve suspiro y me puse de pie, mi hermana, Sam, entró al cuarto feliz.

-¡Hoy es tu día! ¡Kath! ¡Es tu día!- Dijo ella mientras sonreía feliz, yo la mire y le di una ligera sonrisa.

-Hola Sammy, si, hoy es- Dije para después levantarme de la cama.

-¿Que te vas a poner?- Dijo ella mientras sonreía

-Ni idea-

El sonido de la puerta hizo que me girará, era mi madre.

-Hola chicas, Kath, ven te tengo una sorpresa-

-Katherine- La corregí

-Bien, Katherine, vamos-

Yo la seguí y me puse un vestido, terriblemente feo para mí gusto, era azul y me hizo un moño, me fue a hacerme las pruebas, cuando entre salude, a la mujer que me iba a hacer las pruebas, la cual se veía muy ¿Aturdida? ¿Asustada?, ni idea.

La mujer sin decir ni una sola palabra me sentó y me dio un líquido, yo miré el líquido desconfiada.

-¿Que es?- Dije mirandola, eso pareció sacarla del trance y hablo

-Es un líquido, para que tengas pequeñas alucinaciones y pueda ver- Dijo ella con una pequeña sonrisa

Yo asentí aún desconfiada y me lo bebí de un trago, dios, sabía terrible.

Todo empezó a verse negro y aparecí en una sala llena de espejos, me miré confundida, todo estaba lleno de mi reflejo, una niña pequeña, no, una niña pequeña no, era yo, me dijo.

-¡Escoge! Rápido! ¡Antes de que sea tarde!-

Yo miré hacia donde miraba ella, había un trozo de carne y una navaja, sin pensármelo dos veces cogí la navaja, escuche unos ladridos, de un perro que me ladraba con furia, yo le apunté mientras ponía a la niña detras mía, mire a uno de los espejos, suspiré y trate de calmarme, la niña salió corriendo y el perro detras de ella, yo corrí detrás del perro, no iba a llegar, le lance la navaja, y desperte de golpe.

-Tranquila- Dijo la chica

-¿Que ha salido?- Pregunte sería

-Osadia-

-¿Osadía? Debe ser una broma-

-No lo es, ya puedes irte-

Yo suspiré, y salí de allí, no podía ser de osadía, si era de osadía iba a tener que estar muy lejos de Sam.

Empecé a caminar hacia mi casa rápido cuando me choque con una chica, la miré unos segundos, por su vestimenta se podía ver que era de abnegación.

-¿Estás bien?- le pregunté mientras extendía mi mano para ayudarla a levantarse.

-Si, me llamo Beatrice-

-Un gusto, yo me llamó Katherine-

Ella me sonrió, yo solo la mire y luego segui mi camino, tal vez debería ser más amable, como Sam, pero a mí no me salia.

Llegué a mi casa, Sam me estaba esperando ansiosa, junto a mi madre.

-¿Que te ha tocado?- Pregunto ilusionada

-Osadia-

-¡¿Que?! Debe haber un error-

-No, soy de osadia-

El silencio invadió la casa, ninguna decia nada.

-Sammy, cielo, vete a tu cuarto un momento-

-Vale mami-

Sammy se levantó de la silla y se fue.

-¿Como puede ser?-

Yo no hable solo la miraba con seriedad.

-¡Responde joder!- Dijo elevando su tono de voz

-Tu ya lo sabías, sabías que no yo no encajaba aquí, no se que te sorprende- dije en un tono calmado, no iba a caer en sus juegos para pelear

-¿No lo entiendes? ¡¿Que se supone que tengo que hacer con Sam?!-

-Criarla, como una madre hace-

-Escoge erudición-

-No es mi sitio-

-Hazlo por tu hermana, ella te necesita, yo te necesito- Dijo para después irse

Yo me quedé ahí, parada unos segundos, no sabía que hacer, no quería dejar a mi hermana, salí de mi casa a dar una vuelta, era de noche pero quería despejarme un rato, todo estaba vacío, una de las personas sin facción se me acercó y empezó a toquetearme el pelo, a lo cual yo respondí con un puñetazo, no es que se lo mereciera del todo, tal vez se merecía un empujón, pero ya estaba lo suficientemente tensa como para explotar con el, me di cuenta que varios de los que supongo eran sus amigos, empezaron a ir hacia mi así que salí corriendo, llegué a mi casa y entré, lo primero que hice nada mas llegar fue tirarme a dormir, ni si quiera me quite el vestido ni el moño, me quedé dormida bastante rápido.

Me levanté de golpe de mi cama, de nuevo había soñado con ese chico que conocí de pequeña y me defendió, recordé que el había elegido la facción de osadía, y ni si quiera se despidió, solo desapareció sin mas, antes de irse a elegir facción me prometió que vendría a verme, pero nunca fue asi, suspiré aun aturdida por el sueño, me volví a tumbar, cerre los ojos y me dormí de nuevo.

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⏰ Última actualización: Aug 31 ⏰

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