Caminamos juntos por el sendero dorado,
bajo el cielo que en el jardín se ha posado,
las flores murmuran en un coro sincero,
y yo, con el corazón en un susurro entero.
Él, con los ojos llenos de un amor profundo,
sabe que el tiempo me es cada vez más escaso,
somos jóvenes para unirse en matrimonio,
pero su deseo es un gesto tan grande como el océano.
“Casémonos,” dice, “aunque no sea en realidad,
solo para sellar nuestra promesa de eternidad,
que aunque me faltes, tu amor quedará,
en cada rincón de este jardín, en cada lágrima que llore.”
A sus palabras, mi corazón se quiebra,
y juntos nos postramos junto al río cristalino,
donde nuestras lágrimas se mezclan con el
agua,
y nuestras promesas se reflejan en su brillo divino.
Lloramos abrazados, el amor en cada sollozo,
con el río como testigo de un cariño sin moño,
en el jardín de amor, donde nuestros recuerdos
quedarán eternos, más allá de los días y del tiempo.
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Mi Jardín De Amor
PoesíaEn el rincón más escondido de mi jardín, donde las flores susurran secretos al viento, cada pétalo guarda un poema de amor. Aquí, el tiempo se detiene y el alma danza al ritmo de emociones florecientes. [Poemario]
