A las afueras del Reino del Trébol se acentaban varias aldeas plebeyas, pero había una que era especial, pues allí residían los restos del craneo del Gran Demonio de la leyenda.
En un mundo donde la magia lo es todo, las personas usan dicha energía desde los cinco años de edad. En las aldeas plebeyas, usan la magia como una ayuda para el trabajo diario, como en cosechas, construcción, educación.
Sin embargo, existía un chico incapaz de poder usar tan siquiera una pizca de magia.
Dicho adolescente de quince años ahora mismo se encontraba realizando abdominales a una enorme velocidad. Llevaba un poco más de una hora en su rutina diaria de ejercicios, hasta que decidió descansar un poco.
Asta Staria
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Asta: El sol está bastante fuerte hoy. Pero diablos, apenas empiezo. ¡Aún no me rindo! ¡Aún no me rindo!_dijo este para luego volver a sus ejercicios
Llevaba ya más de quinientos abdominales, pero aún mantenía mucha energía para seguir ejercitándose.
Sus ejercicios se vieron interrumpidos cuando notó algo sobrevolando arriba de él. Al alzar la vista notó a un chico peli negro conocido para el que lo observaba desde arriba montado en una escoba
Yuno
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Yuno: Asta, la hermana Lily me mandó a verte. Quiere que regreses a la iglesia ahora. Tiene algo urgente que hablar con nosotros_dijo este para luego irse del lugar
El cenizo solo asintió para luego empezar a correr en dirección a la iglesia.
Al llegar, notó que su familia adoptiva estaba esperándolo. Esta familia eran conformada por 4 niños y 2 adolescentes, todos huérfanos. El padre Orsi y la hermana Lily eran los cabeza de familia.
