¿LA HERMANA DE KARMA?||ASANO X OC

CAPÍTULO 36

Fukushu Kin

El desayuno estaba en la mesita de noche junto a mi cama. Hoy era sábado y por ende no estudiaba, así que pasaría el resto del día sin hacer nada.

Volví a ver la comida, pero no tenía apetito, a pesar que llevaba la mayor parte del día sin comer.

—Tenemos que hablar —Karma entró a la habitación.

—¿Qué quieres?

Se adentró más, y me miró.

—¿Qué? —pregunté al notar que no decía nada.

—Lo que dijiste ayer en clase... ¿Aceptas que eres una asesina?.

Preguntó, sus ojos me atacaban y tenía un aura autoritaria. Pero no me afectaba, sin embargo, seguía con ese papel.

—¿Realmente es eso lo que quieres saber? —ataque, levantándome de la cama—. Se directo Karma, siempre..

—Siempre soy directo —términó por decir él—. Si no actuó así contigo es porque eres mi hermana.

De algún modo me dolió ¿Desde cuando empezó a tratarme así que no me daba cuenta?. Era doloroso saber que tu propio hermano quien prometió que no te lastimaria, lo estuviera haciendo ahora mismo.

—Sí, mate a mis padres —confesé—. No dudes de que vuelva a pasar... Para mi los lazos familiares no valen nada —me coloqué los zapatos mientras Karma me miraba.

—¿Así es como piensas? ¿No vale nada la sangre?

—Hasta la familia te traiciona —dije mientras terminaba de colocarme el zapato.

Camine hacia la puerta, pero Karma era un obstáculo.

—¿A donde iras? —preguntó.

—A un lado —ordené. Pero él no se movió.

Lo agarre del brazo y lo estampe contra la pared.

—Te lo pedí por las buenas.

—¿Desde cuando tienes esa velocidad? —preguntó, mientras se incorporaba y se sostenía el brazo que tocó la pared.

—Eso no te incumbe —respondí para después salir y dejarlo solo.

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—Shu —Asano llegó y me saludó con una sonrisa—. Me sorprendió que me llamaras tan temprano, ¿Ocurrió algo?

—Para nada. Solo te extrañaba —aclaré—. ¿Te metí en problemas o algo parecido?

—No —respondió y tomó mi mano—. ¿Quieres ir a un lado en especificó?

Negué.

—Quedemonos aquí —lo jale del brazo hasta sentarnos en una banca del parque—. Me gusta tu compañía.

Sonreí y él me miró por un par de segundos.  Intentando descifrar lo que querian mostrar mis ojos.

Lastima que nadie puede leerlos...

—Asano...

—¿Si? —preguntó.

—Eres un gran novio —sonreí—. Me gusta tu determinación.

Se quedó callado por un momento. Aún intentando leer entre líneas mi rostro.

—A mi me gustas tu —declaró con una sonrisa—. Pero cariño, ¿te pasa algo? Tu mirada se ve triste... tal como los primeros días que nos conocimos.