Como todos los días de mi vida, acostumbraba a levantarme aproximadamente a las 11 a.m. por mis maratones de películas extremadamente dramáticas, lo cual, para mi madre, era como si estuviera bebiendo el elixir de la muerte. Aunque prefería eso a que conociera el mundo que me rodea fuera de casa, lo cual era un sueño para mí, ya que puedo considerar que soy el ser más amante del peligro y la adrenalina… aunque eso se esfumaba cuando veía a algún insecto.
Todos los días de mi vida, mi madre me dejaba el desayuno listo en la cocina para irse a trabajar al bufete de abogados, y sí, por eso la gran sobreprotección. Pero, debido al gran entusiasmo y miedo que recorría su cuerpo, gracias a que este año iré a la universidad a estudiar arquitectura, decidió levantarme con un gran abrazo y darme mi taza de chocolate caliente, que amaba desde pequeña. No tardé en saborear el amargo del chocolate e hice unas muecas de felicidad. No existía forma de que me cansara de ese sabor.
Por fin, había llegado el día por el cual había estado esperando unos miles de meses. Primer día en un lugar totalmente desconocido, con personas desconocidas, en el que podría ser quien yo quisiera… o eso creía. Esperé tanto este momento y estoy tan feliz de no haberme quedado dormida los últimos meses de clases. Estudié demasiado para poder asistir a la universidad de mis sueños, donde los mejores arquitectos de España obtuvieron su talento y se graduaron. Si tenía suerte, sería tan exitosa como ellos. Estaba segura de que apreciaría mi beca al máximo.
Aún algo dormida, decidí ponerme de pie y mirar hacia mi ventana, que daba vista al patio trasero de mi casa. Rápidamente bajé a terminarme el desayuno con los deliciosos waffles que prepara mamá. Al llegar al comedor, pude darme cuenta de la mirada tan triste de ella, lo cual consideré algo dramático ya que solo iría a una universidad. Así que no dudé en abrazarla y mover su cuerpo ligeramente.
Pude notar algunas lágrimas en su rostro y solo decidí abrazarla aún más fuerte.
- ¿¿Podrías por favor dejar el drama, Bonnie Copper?? Solo es una universidad, no el fin del mundo.
- Respétame, señorita, mi nombre para ti es mamá, ¿vale? Y no puedo estar tranquila sabiendo que estarás sola en un lugar donde no sabrás ni llevar una dieta sana. ¿Cómo piensas que podré resistir tan solo un día sin mi niñita?
Les comenté que ese era el significado de drama.
- Mamá, ya tengo 17 años, por favor. Estaré bien y sabes que te contestaré las mil llamadas que me harás diariamente. No hace falta que te preocupes demasiado por mi dieta; sé lo que le hace mal a mi cuerpo.
- Lo sé, Lettie, pero es muy difícil no verte diariamente, hija.
- Venga ya, mamá. ¿¿Necesitas otro abrazo??
Dicho esto, corrí hacia sus brazos y empecé a besar sus mejillas.
Haciéndome a un lado, ella tomó un pequeño estuche negro que estaba dentro de su bolso y procedió a ponerlo en mis manos y acariciarme el cabello.
- Vamos, ¿qué esperas? ¡Ve qué hay dentro!
Confusa, tomé el estuche y miré dentro. Una sonrisa se escapó de mi rostro al ver la hermosa cadena de plata que me obsequió. Tenía algo así como una lágrima de color rojo de dije.
- Gracias, mamá, es preciosa.
- Mi dulce niña, así como el brillo de ese rojo escarlata, haz que brille tu nombre y tu talento, Scarlette.
Y sí, mi madre es amante del rojo y literalmente mi nombre proviene de ese color, lo cual es raro y no le encuentro sentido.
Mi madre es una mujer dulce y fuerte, aunque a veces necesita demasiado amor de mi parte para sonreír, y la comprendo. Mi padre nos abandonó cuando era pequeña y desde entonces ella solo me tiene a mí. Es súper bondadosa e inteligente; también es una mujer muy elegante, así que cree mucho en las primeras impresiones. Nada la detiene a lucir elegante y hermosa. Su cabello ondulado la hace ver genial. Es tan simple y a la vez tan divina que podría decirle diosa y miles de cumplidos parecidos. No sabe qué orgullo me da tenerla siempre a mi lado y aunque no se lo diga a menudo, es la mejor madre.
Dejando un beso en su mejilla, le sonreí y subí las escaleras dirigiéndome a mi cuarto. Al llegar comencé a maquillarme y ponerme la cadena; el color resaltaba muy bien con mi piel morena. Bajando las maletas a la sala, se las mostré a mamá. Sus mejillas descontroladas provocaron una hermosa sonrisa.
- No te la quites nunca ¿vale? Considérala como amuleto de la suerte y protección para que siempre me recuerdes.
- Siii mamaaaa.
La abracé una vez más y le susurré al oído que la amo.
- Bueno, es hora de irnos; no hay que llegar tarde el primer día -exclamó ella-
- Adiós dulce hogar, te veo pronto -no pude evitar mirarla y reírme-
Terminando nuestro drama, metimos las maletas al coche y mamá empezó a conducir hacia mi nueva residencia. Estaba tan entusiasmada como aterrada.
Nota de la autora: Y bueno, una joven aterrada sin aún saber el mar de aventuras que le espera. Espero les guste; recordar que no soy nada profesional y estoy apenas empezando. No olviden votar si les gustó y espero sigan disfrutando de más pequeños lectores <3333
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Cadenas de Sangre y Deseo.
VampireHolaaaa, me complace mucho compartir esta historia con ustedes. Dar aviso a que este libro es pura ficción, solo un 40 % combina con la realidad de la vida. Esta formada por : Misterio Amor Lujuria Drama Muerte Seres sobrenaturales y más. Espero...