Sung Jin Woo en Dragon Ball

Capitulo 14

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En el capítulo, Goki, transformada en Super Saiyajin, se enfrenta a Freezer con una determinación inquebrantable. Después de ordenar a los demás guerreros que abandonen Namek y lleven el cuerpo de Sung a la Tierra, Goki se queda sola para enfrentar al tirano. Y teniendo una abrumadora superioridad a Freezer. A pesar de que Freezer incrementa su poder al 100%, no logra igualar del todo la fuerza de Goki. Y en un intento desesperado, Freezer lanza un ataque con discos de energía, pero Goki los esquiva y lo hiere gravemente con su propia técnica. Justo cuando Goki está a punto de terminar la pelea, Vegita interviene con un rayo de energía que impacto a Freezer, sorprendiendo a Goki. Vegita muestra su determinación de no dejar a Goki sola, pero la batalla dejo agotada a Goki, quien pierde su transformación y cae inconsciente, siendo atrapada por Vegita. Y así se retiran a la nave para abandonar el planeta junto con los demas

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La atmósfera dentro de la nave continuaba siendo densa, el peso de la reciente batalla se sentía en cada rincón. A pesar de haber derrotado a Freezer, la victoria había llegado con un costo demasiado alto. Goki y Vegita, que normalmente habrían estado discutiendo o entrenando en el viaje, ahora se encontraban en silencio, sumidas en una tristeza que parecía impregnar el aire. Ambas guerreras, conocidas por su fuerza y determinación, ahora mostraban un lado más vulnerable mientras miraban hacia el infinito espacio, incapaces de encontrar consuelo en la victoria

Bulma, después de un tiempo de llorar junto al cuerpo de Sung, observó a sus dos amigas. Goki estaba sentada en un rincón de la nave, con la mirada perdida, su usual energía y entusiasmo ahora ausentes. Vegita, por su parte, estaba de pie cerca de una ventana, con los brazos cruzados y la mandíbula apretada, luchando por contener las emociones que amenazaban con desbordarse. Ambas guerreras, tan diferentes en muchos aspectos, ahora compartían un dolor profundo y silencioso por la pérdida de Sung

Bulma, con la voz aún quebrada por el llanto, intentó romper el silencio

Bulma (secándose las lágrimas mientras su voz temblaba): Vamos, no estén tan tristes. Tenemos que... ser fuertes. Ya cuando lleguemos a la Tierra reviviremos a todos

Bulma acarició la mejilla del cuerpo de Sung, que yacía inmóvil en sus piernas

Bulma (susurrando con ternura): También a ti, Sung...

Goki levantó la vista hacia Bulma, sus ojos brillando con lágrimas no derramadas. Las palabras de Bulma eran un recordatorio de la esperanza que las esferas del dragón les ofrecían, pero en ese momento, la realidad de la muerte de Sung parecía demasiado abrumadora como para ser mitigada por esa esperanza

Goki (con voz quebrada): Bulma... Sé que tienes razón, en que aún tenemos esa opción... pero ¿Y si... por algún motivo... no funci...?

Goki no pudo terminar la frase, por el temor de que las esferas no fueran capaces de traer de vuelta a Sung la estaba consumiendo por dentro. Sabía que las esferas podían revivir a los que murieron, pero no podía evitar sentir miedo de que esta vez, las cosas fueran diferentes. Debido al afecto que tenia por Sung, no podia evitar pensar en esa posibilidad

Vegita, aunque igual de afectada, se mantenía en silencio. A diferencia de Goki, no podía expresar en voz alta el dolor que sentía. En su lugar, se dejó llevar por sus pensamientos, sumergiéndose en un mar de emociones que apenas entendía

Vegita (pensamientos, con un peso en su corazón): Para ser sincera... nunca me imaginé en una situación como esta. Yo, una saiyajin que vivía para ser cruel y despiadada, que no conocía más que el ansia de una batalla perfecta. Antes, nada me importaba... No había espacio en mí para sentimientos débiles o distracciones. Pero entonces llegaste tú... ¿Cómo alguien como yo... que solo vivía para pelear... pudo sentir algo tan... humano?