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–Nos quedaremos aquí. Comenzaremos una nueva vida en este pueblo, cariño. -Le había dicho su madre solo hace diez minutos.

Ya ni siquiera consideraba el "una nueva vida". ¿Acaso tenía una vida antes? ¿El estar prácticamente como un extraño al que no le importaba ellos dejar con una mujer al que no conocía, a su niñez? ¿Un "amor" paternal y maternal que no existía? ¿Donde un niño de tan solo ocho años tuvo la obligación de depender de sí mismo porque sus padres lo olvidaban y se iban así nada más, o dejaban con una muchacha al azar y ésta le importaba un comino su labor de cuidarlo? No recuerda la última vez que sus padres asistieron a reuniones o lo recogían de la escuela. Tal vez, eso nunca existió, y el hecho de que vivirían desde ahora en adelante allí, en esa casa tan espantosa, no cambiaba las cosas. Unos padres que pondrían sus trabajos por encima de su propio hijo, y excusas tontas como: "lo hacemos por tu bien" o "es por tu bienestar". Incluso si ellos hablasen con Jimin, de vez en cuando, con tal cariño que alguna vez, su niño ingenuo interior anheló, no le provocaba la misma emoción.

Los amaba, a la vez odiaba, pero aveces era necesario que, aunque su orgullo lo negase, quería tenerlos a su lado como un apoyo, un impulso de seguir o desahogarse. De expresarse, de decir lo que sentía... Muchas cosas que aún quería hacer y decir pero no podía, porque aveces sentía que no era necesario agregar más problemas, o incluso sentía que ignoraban sus sentimientos como un perro abandonado, maloliente y moribundo que deambulaba como un alma en pena.

Ya no quería llorar. Solo ser escuchado.

Lloró ahí. No por el motivo de la "nueva vida", sino porque de verdad debería dejar de ser un niñato necesitado de amor. ¡Por Dios! ¡En dos años cumpliría dieciocho años de edad! ¡Se convertiría en un maldito adulto!

Jimin suelta leves sollozos mientras limpia las traicioneras lágrimas con su manga. Regresa su mirada a la inmensa negrura de la noche, ésta vez sorbiendo la nariz rojiza. Contempla la luna y las estrellas, permitiéndose tranquilizarse antes de regresar a su cama.

Se relaja. Mirar el cielo oscuro generalmente lo relajaba. Esta vez no era la excepción, nunca lo era, realmente. Desde pequeño, descubrió que mirar la infinidad de estrellas y sobretodo, la luna, desde su balcón le relajaba más que cualquier otra cosa, ni siquiera sumergirse en leer sus libros que tantos buenos sentimientos le traían. Pero en ese caso, la satisfacción nunca era completa, porque cuando abandonaba la vista panorámica regresaba a su realidad donde la vida era injusta con él, recordándole cuan solo estaba. Por eso miraba las estrellas que se entretejían en la negrura inmensa. Al menos ellas le daban la esperanza de encontrar todo lo que buscaba: compañía.

Jimin observaba especialmente a la luna llena. Tan grande y pequeña a la vez, hermosa y brillante, tan única, y tan sublime... Jimin se sentía tan encantado e hipnotizado por ella que no apartó su mirada de ella hasta que escuchó un ruido dentro de su habitación. En su baño, para ser exactos.

Había viento, pero no era tan fuerte como para que provocara ruido dentro, mucho menos en su baño que estaba cerrado. Tal vez, escuchó mal. Tal vez, fue muy descuidado como para no dejar bien puesto algo y se cayó. Tal vez... Oh, vamos, no iba a justificar algo que sabía que era injustificable porque sabía que había entrado a su baño hace dos horas exactas, y menos cuando sabía también que estaba solo en casa.

Intrigado y un poco inquieto, Jimin se levanta del balcón y se acercó a la puerta. Con el corazón latiendo un poco más rápido, empujó la puerta del baño y miró hacia dentro. La luz tenue iluminaba el espacio vacío; no había nada fuera de lugar. Solo el eco de su propia respiración llenaba el aire. Se sintió un poco tonto por haber dejado que un simple ruido lo intimidara.

Tal vez fue mi imaginación, Jimin se decía así mismo.

Con un suspiro de alivio, volvió a su dormitorio y se dirige a su cama. Allí, sobre la mesita de noche, yacía su libro favorito. Se acomodó en la cama, rodeado por la calidez de las mantas, y comenzó a leer. Las letras danzaban ante sus ojos, formando imágenes vívidas que lo alejaban de la realidad que a menudo lo rodeaba.

A medida que pasaba las páginas, Jimin se sumergía más en la historia, olvidando por momentos la soledad que lo abrumaba. Las palabras eran como las estrellas: cada una brillando con su propia luz, llenando su mente de ideas y emociones. Se sintió acompañado por los personajes que cobraban vida en su imaginación.

La soledad era tan palpable y constante en su vida que aveces sentía que tener compañía o afecto le era tan extraño e incómodo a la vez. Ni siquiera se esforzaba por ocultarlo. Así de fácil. Jimin tiene una vida donde la compañía no estaba en su diario vivir, aveces hasta inexistente. Acostumbrado estaba.

¿Por qué es que no sabía de otros familiares? ¿Sus padres lo ocultaban por problemas que normalmente tienían las personas? ¿Evitaban tener contacto por ello? ¿O es que no tienen? Quien sabe.

El tiempo pasó rápidamente. Después de dos horas inmerso en la lectura, comenzó a sentir los ojos pesados. Las letras empezaban a entrelazarse y desdibujarse ante su mirada cansada. Jimin luchó por permanecer despierto, pero el sueño era implacable. A pesar de ello, no quería dejar de lado la conexión mágica que había encontrado entre las páginas del libro.

Finalmente, con un último esfuerzo, cerró el libro y lo dejó suavemente sobre su pecho. Con una sonrisa nostálgica, miró hacia el techo mientras se dejaba llevar por el sueño.

Lunita.

Jimin ni siquiera supo distinguir si simplemente alucinó escuchar una voz a su costado. Quizá fue otra vez su imaginación jugándole una mala broma. No se iba a dejar engañar. Jimin era fuerte. Pero tal vez el sueño lo era más que él.

Pero, así se entregó al descanso profundo, sintiendo un leve escalofrío recorrer su cuerpo y abrazando tanto las letras como los destellos del cielo nocturno.

•••

Contexto: Jimin está solo kajsjaja

Estoy tan sola como Jimin, me lo merezco

¿Sabíais que Jimin carece de atención? ¿Os dije? ¿No? Bueno, nuevo dato chicos ☝️🥸

𝑳𝒐𝒏𝒆𝒍𝒚 𝑴𝒐𝒐𝒏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora