The umbrella academy 4 "The Rose's version"

4. Dos brujas

6 de mayo de 1957
Caracas, Venezuela

La pareja de agentes de la comisión se encontraba terminando una misión. Cuando les llega una notificación de la agencia.

—"Se les agradece a los agentes mantener la compostura mientras se arregla el fallo de energía en la sede, permanezcan donde se encuentran hasta nuevo aviso" –lee Rose la nota en la lata– y claro, no quieren que yo este por allá suponiendo que haya como llegar, ya que el maletín no sirve.

El anciano Cinco veía a su compañera de hace 3 años acostada en su cama, solo con ropa cómoda y la cadena reluciente en su cuello.

—Tal vez sea lo mejor –le respondió él desde el sofá– hemos tenido una semana llena de trabajo, no sólo con esta misión.

A ambos se les notaba los pocos ánimos que tenían de trabajar ahora.

—Pues, abra que aprovecharlo entonces –se levantó Rose de la cama– estamos en mi país natal en una de sus mejores épocas, creo que sería buena oportunidad de fingir por un rato que somos normales –hablo ella con mucho entusiasmo.

Él se limitó a mirarla con extrañeza, ya conocía a esta mujer, incluso la considera su amiga, pero a veces no le encantaban demasiado sus planes que salían de la nada.

Ella también ya conocía a su amigo, de los pocos que había tenido en la vida. Entendía que el no tenía todas las ganas de aceptar su plan, más no se negó y ella podía trabajar con eso.

—Vamos, me has dicho que querías conocer una parte de Venezuela –empezó acercándose– que te parecía un lugar interesante y además, ¿que mejor que hacerlo con tu mejor amiga? –finalizó con una sonrisa, justo frente a él.

Cinco la vio con una ceja alzada y soltó una pequeña risa.

—¿Crees que eres mi mejor amiga? –preguntó con tono burlón.

—¿Si yo no, quién? ¿La encargada? –respondió ella de igual forma.

Él hizo una mueca de desagrado.

—¿Tanto me odias para pensar eso Rose?

—Lo haré si te niegas a mi plan –concluyó, sentándose a su lado. Él se limitó a sonreír brevemente.

<Quién viera la capacidad de esta mujer para alegrarme y convencerme no lo creería> pensó él.

Se miraron unos instantes hasta que él se levantó y tomándola de la mano la levantó a ella también.

—Hagamoslo antes de que cambie de opinión –dijo Cinco finalmente.

—¿Hablamos de la salida o de otra cosa Hargreeves? –preguntó ella maliciosa.

Cinco le soltó la mano y le echo una mirada que denotaba burla e incredulidad.

—Cámbiate antes de que me arrepienta.

***

Pasaron las tarde recorriendo las calles de una Caracas que denotaba vida. Grandes avisos coloridos, personas por todos lados y una gran infraestructura. Se veían negocios de todo tipo, era un país conocido por tener muchos extranjeros que buscaban una oportunidad de una vida mejor.