«Sorpresa, sorpresa, ¡y más sorpresas!»

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   La mañana estaba en perfecta paz, con un sol brillante y un clima tranquilo con una suave brisa que los acompañaba en el día. Irónicamente, el clima es lo menos hostil y peligroso en el bosque.

   Dentro de una cueva, la más húmeda y menos habitable por animales, se encontraba el grupo de cinco amigos que se distanciaron momentáneamente de su equipo, todos durmiendo juntos en el suelo. El primero en despertarse fue el de cabellos azules, estaba en el medio siendo abrazado por el azabache mientras sostenía la mano del más bajo para que no sintiera miedo del oscuro lugar.

   Con mucho cuidado, se levantó sin despertar a nadie y se arregló para ir a una zona específica; sus pies con apretadas pero firmes botas caminaron alrededor de cuatro horas y pocos minutos hasta que llegar a su deseado destino, se acercó con sigilo y procuró no ser visto por nadie mientras observaba.

—Buenos días Gabby, ¿cómo amaneciste hoy?.— le preguntó la joven rubia

—Buenos días Ashley,— hizo una mueca —Supongo que bien, pero sé que podría dormir mejor con Ellie.— respondió la morena triste

—La extrañas mucho, ¿verdad?.— dijo acariciando su espalda

—Si... Ally y Riya son afortunadas de estar en el mismo equipo que sus parejas.— soltó con un suspiro al final

—Te entiendo, también extraño a mi Will, pero saber que está bien en mi granja me tranquiliza un poco.— la de ojos azules abrazó a la chica por los hombros y le digo: —Como dice Kai, debe manifestar vibras positivas para que sea más fáciles para las dos, estoy seguro que Ellie se siente igual pero si te ve fuerte no se sentirá mal por ti, ¡hasta podrías ser el motor para que ella quiera llegar a la fusión!.

—Tienes razón, ¡debo ser fuerte por Ellie y por mí!.— abrazó a la muchacha alzando su cuerpo sin problema y le dijo: —Gracias por escucharme, Ashley.

—Cuando quieras, compi.— se separó un poco y expresó: —Bien, tenemos que hacer la fogata y buscar más comida, ¿tú cuál quieres hacer?.

—¡Oh, yo voy por manzanas!, hace unos días ví un árbol lleno muy cerca del campamento.— explicó emocionada

—Perfecto, yo te esperaré con el fuego hecho.— asintió y vio a la chica tomar una canasta para ir rápido al bosque

   Lo morena se dirigió a la mencionada planta con fruta, sin percatarse de la presencia que la seguía a distancia. Al llegar al final del camino se puso a pensar en cómo juntar las manzanas, y cuando iba a subir, alguien habló:

—Hola Gabby.

—¡AHHHHHH!,— dio un salto en su lugar y giró todo su cuerpo —¡Jake, casi me haces escupir el corazón!.— exclamó con las manos en su pecho

—Lo siento, no era mi intención.— le sonrió y dijo: —No esperaba verte por aquí, ¿cómo estás?.

—Bien, supongo, ¿y tú?.

—Igual,— rió bajo y miró al suelo —Oh, ¿ibas a buscar comida?.— la chica asintió y entonces dijo: —Te ayudaré.

—¿Qué no está prohibido ayudar al equipo contrario?.

—Lo que no está prohibido, está permitido, ¡y es básico ser solidario con todos!.— se agachó para tomar la canasta y agregó: —Además, te lo debo por el susto que te dí.

—Yo... No lo sé,— miró al chico bajó la cabeza y se entristeció —¡Está bien, está bien!, pero no pongas esa cara, no me gusta.— aceptó con un puchero

Campamento Desventura: Cazadora de EstrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora