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Un nuevo día, los señores de tercera edad orando y dando gracias a Dios.

Probablemente más tarde SungHoon vería el típico estado de su tía lleno de bendiciones con Piolín de fondo.

Un nuevo día y unas personas celebran.

Un nuevo día y otras personas se quieren matar.

Desgraciadamente un nuevo día y SungHoon se quiere tirar por la ventana.

Otro día en el que tiene que disimular su enamoramiento por HeeSeung, la cual es una tarea mucho más difícil de lo que parece.

Se levantó a horcajadas de su cómoda cama, bufando en el proceso.

--- Todo sería más fácil si fuera un gato; nada de disimular amores, nada de colegio, solo miau miau. --- Murmuró, blanqueando los ojos y haciendo una mueca en el proceso.

Probablemente la persona que lo viera diría que es un loquito que se escapó del psiquiátrico.

Pero no, solamente es Park SungHoon; un adolescente con múltiples responsabilidades que se encarga de ocultar su visible enamoramiento por un pelirrojo alto de ojos avellana.

Desgraciadamente esa es la vida del apuesto y popular Park SungHoon.

Todos lo miraban como el extrovertido, 0 tímido, el ordenado, limpio y lindo SungHoon; pero es todo lo contrario.

Excepto por lo limpio, SungHoon se convierte en desagrado de Intensamente cuando se trata de la suciedad.

Y después está HeeSeung, que mira a SungHoon completamente lo contrario; el introvertido, 100% tímido, el calmado y precioso SungHoon.

Lo único en lo que HeeSeung concuerda con lo demás es cuando dicen que SungHoon es limpio, ordenado y lindo.

.

SungHoon rezaba en el auto para que HeeSeung no esté en el colegio a esta hora, que llegue más tarde.

--- Por favor, Diosito, todas las noches te rezo... Lo único que te pido es que no haya llegado todavía. --- Susurró con una cara de frustración.

--- Park SungHoon, ya llegamos. --- Anunció el chófer.

De hecho, habían llegado hace siete minutos con veintisiete segundos, pero el chófer como el gran bro que es, no le dirá nada al omega sentado en la parte trasera.

--- Oh... Gracias, YeonJun-ssi. Lo veré más tarde.

--- Adiós, SungHoon-ah. ¡Mándale saludos a HeeSeung!

SungHoon solo pudo sonrojarse con la mención del alfa con olor a canela y a libro.

--- Ajá... Adiós. --- Se bajó del auto, nervioso.

Que no venga, que no venga, que no venga, ¡que no venga!

No lo malentiendan, no es que SungHoon no quiera ver a HeeSeung --en realidad el alfa es la razón por la que asiste-- sino que el omega olor a fresas es extremadamente tímido cuando se trata de su hyung, lo cual siempre hace que sus mejillas permanezcan color carmesí durante todo el día.

Aparentemente HeeSeung ahora no llegaría, o por lo menos no muy pronto. Probablemente se tarde un poco más.

Y así aprovecharía a escribir en su diario.

Y sí, solo escribe sobre sus sentimientos por HeeSeung.

Disimuladamente caminó hasta la cafetería, pues a esta hora no había casi nadie en el colegio.

Mentira.

En realidad no hizo nada de lo anterior, solamente corrió sin disimular con su mochila hasta la cafetería.

☏︎ The Feels || heehoon﹆ׂׂ ˖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora