— "La inocencia es una enfermedad de la que todos terminamos curándonos." ༒ Oscar Wilde
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Lejos de toda civilización, se encuentra una tribu nómada ya casi en la extinción, se tratan de seres de piel morena, con enorme musculatura, melenas enormes y cuernos de diferentes colores y longitudes, además de largos, pues son un cruce entre las demonios Oni y los gigantes, cuya existencia se considera imperdonable, mientras mas nos acercamos a su tiendas, se puede apreciar un grupo de estos gigantes, donde el mas pequeño parece medir dos metros y medio, alboroto por todos lados, por alguna razón, el ambiente estaba muy sacudido, si no fue hasta que un gigante, mas grande que los demás, sale de aquella tienda de acampar, mientras sus brazos sujetaban algo envuelto en una tela gruesa y esponjosa, para levantarlo por encima de su cabeza, mientras que una leve brisa choco contra la tela, dejando al descubierto un bebe recién nacido, hubo un silencio rotundo, hasta que el primer grito de un gigante cambio el ambiente, todos se encontraban celebrando y gritando de felicidad, el hijo del líder del clan, Elysian, había nacido.
Sin embargo, entre toda la conmoción, se podía apreciar una reacción inesperada de su padre, pues este ni siquiera sonreía, no se inmuto a pesar de haber dado por nacido a su propio hijo, regresando a la tienda de acampar, en la cual su esposa se encontraba dentro, preocupada por su esposo, pero aun mas por su hijo, el cual recibió en brazos nuevamente, y lo abrazo con todo el calor y cariño de una madre.
En el transcurso de los años, Elysian al parecer no crecía como los demás gigantes, pues su altura no parecía ser superior, pues media exactamente lo mismo que un niño de su edad, un niño de 6 años, debido a eso, Elysian fue considerado indigno y objeto de burlas y desprecio de los demás niños y adultos de su clan, su padre, no dudo en tener mas hijos, tras lo que en secreto consideraba como su " Primer Fracaso ", pero a pesar de todo, Elysian por alguna razón, no solo era mas pequeño, si no también menos corpulento que incluso niños menores de su edad, pero su madre siempre estuvo ahí para hacerlo sentir bien, y hacerlo sentir incluido, hasta que llegaron a una nueva tierra.
Pasto verde, cielo azul, arboles por doquier, a la lejanía se podía observar, nadie en el clan tiene la edad suficiente para recordar cuando fue la ultima vez que vieron pasto verde, o si de siquiera lo vieron alguna vez, pues su tribu por primera vez se alejaron tanto de su ruta típica, ya no se encontraban en aquellas montañas cubiertas de nieve, todos, exaltados por descubrir nueva tierra, apresuraron el paso, pues es algo que solo podían ver al horizonte, y fue ahí cuando Elysian tomo aquella decisión.
Elysian : - Entrando de manera exaltada a la carpa de su madre, con ojos llenos de emoción se dirige a ella - ¡Madre!, ¿Viste aquellos colores? Pronto llegaremos allá, espero no sea tan frio como acá.
Layra : Tranquilo hijo, a pesar de que finalmente podemos apreciar aquellas planicies verdes, aun nos quedan unos días de caminata, es mejor ir con cuidado
Elysian : Pero somos fuertes madre, padre siempre dice que somos los mas fuertes de todos, además, Lo mas fuerte con lo que hemos luchado son aquellos osos enooormes, estaremos muy bien Jaja - Sale eufórico de aquella carpa, su madre, solo podía dar una sonrisa de encanto por su hijo -
A los dos días, ya solo se podía considerar que iban a horas de llegar, Elysian el cual iba en la parte de atrás de la caravana, no pudo evitar notar un color inusual, un tono naranja el cual excandecía sus ojos, quedando casi que hipnotizado, se quedo brevemente parado, pero al ser tan pequeño, nadie lo noto lo suficiente, su padre, una guerrera también, iba al frente, y así fue como Elysian salió de la caravana para perseguir a aquella esfera naranja voladora.
Elysian se encontraba corriendo tras aquella criatura misteriosa, cuando de pronto, tropezó con una rama y cayo dando múltiples vueltas en por aquella loma, hasta levantarse, todo cubierto de ramas y de nieve, para subir su mirada, la cual en sus ojos se reflejaba el color tan apreciado, pues se trataba de una mariposa, este se levanto con poca dificultad, para acercarse a ella, quien se encontraba puesta en una rama, cuando de pronto escucho una rama crujir, y levanto su mirada, viendo a un niño de su altura, pero rubio y su piel fina y blanca como porcelana, aquel silencio invadió la mente de Elysian, frente a frente, dos sujetos que apenas se estaban viendo, dos seres que apenas veían la raza del otro, en especial Elysian.
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El Nacer De La Orden ⛓️ Origines de Elysian
FantasíaElysian, quien es un joven de una tribu nomada, que toda su vida solo ha conocido lo que es el desgarrador frio de las montañas, tendra su primer contacto con el mundo exterior, pero las cosas jamas resultan ser como las esperamos realmente, las des...