𝟏𝟑

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PAOLA RUIZ.

En toda mi vida, estando en todos los partos de mis nueras, he visto muchos casos de niños prematuros, los cuales me han hecho llegar a las lágrimas, pero ver que ese bebé es ni nieto es...doloroso, desesperante, saber que tengo que decirle a mi hijo y a mi nuera que solo nos queda esperar.

Le pedí a una gran amiga especializada en neonatología que se hiciera cargo del caso y ella gustosa acepto, ya por ese lado estoy más tranquila porque Emy es excelente en su trabajo, me dijo que el bebé está estable, que con los cuidados necesarios podrá volver a casa pronto...

Ya es más de media noche y estamos todos en la sala de espera, me duele ver a Cesar así, parece que está en otro mundo y veo una lágrima rodar por su mejilla, me siento a su lado y cuando me mira su labio tiembla y sus ojos se llenan de lágrimas.

- Ellos van a estar bien - limpio las lágrimas que no pudo contener - Necesitas mantenerte fuerte para cuando T/n despierte y vea al bebé, sabes que para ella va a ser un momento difícil y tú eres su pilar.

- Si, mamá - solloza - Pero es muy difícil para mí ver a las personas que más amo en ese estado y yo sin poder hacer nada - dice, sé que no le gusta que lo toquen, pero también sé que necesita que lo consuelen, lo atraigo hacia mí y mi corazón se alegra al sentir como me abraza y llora en mi regazo - Tengo miedo, mamá - sollozo.

- Todo va a estar bien - acaricio su pelo y nos quedamos abrazados hasta que se calma, limpia sus lágrimas e intenta sonreír.

- Deberían ir a descansar - se dirige a Chloe, Fernando, Lilian, Carlos, Christian y Andrea que están haciéndonos compañía, solo falta Ramón - Mañana será otro día y los podrás ver.

- Cesar, tiene razón - dice Christian - Vayan a la casa que yo me quedo haciéndole compañía a Cesar.

- Pero yo no... - dice Chloe.

- Todo va a estar bien, Chloe - dice Cesar lleno de esperanzas - Cualquier cambio yo los llamo, Taylor llévalas a la casa.

- Sí, señor.

Cuando llegamos Luna me recibe, me pregunta por el bebé para después despedirse y sube a su habitación y yo voy a la cocina, me descalzo y pongo la tetera con agua a calentar, me siento en la isla de la cocina y fracciones de tiempo de lo que paso hoy llegan a mi mente.

Veo que alguien pone una taza de sobre delante de mí y al levantar la vista veo a Ramón, el hombre con el que he compartido los últimos 30 años de mi vida, con el que crie 4 hermosos hijos y que hace dos semanas le dio la espalda a uno de ellos en un momento difícil.

- Parece que tu día fue agotador - intenta sonreír, después de lo que paso en el hospital tuvimos una fuerte discusión - Se te ve cansada - se sienta a mi lado.

- Solo un poco - doy un sorbo a mi té.

- ¿Hiciste muchas cosas?

- Sí, un bebé prematuro - digo con voz entrecortada - Una madre luchando por su vida y un padre desesperado.

- ¿Puedo ver que eso te afecto?

- Mucho... - no puedo contener las lágrimas, él acaricia mi espalda - Ese bebé...es el de T/n y de Cesar - digo, su mano deja de moverse en mi espalda y al mirarlo a los ojos lo veo sorprendido, triste, culpable...

- Pero faltaba para que el bebé naciera - dice angustiado, yo asiento y le explico todo lo que paso - ¿Cómo está, Cesar?

- Mal, nunca lo había visto así - digo.

- ¿Por qué no me avisaron? - ahora está enojado.

- Tú dejaste claro hace dos semanas tu punto de vista - digo molesta, él me reprocha con la mirada - ¿O no? - él asiente con vergüenza - Entonces no te quejes - me pongo de pie, recojo mis zapatos y voy rumbo a mi habitación...

RAMÓN PARRA.

Me pasé todo el día en la oficina y cuando llegue a la casa no encontré a Paola algo extraño, le he marcado repetidas veces a su celular y no conecta, luego le marque a Carlos, Luna y Christian y nada, de seguros están en casa de Cesar dándole el apoyo que yo le negué, conforme pasan los días me siento peor por haberle dado la espalda y en realidad no encuentro la forma para pedirle perdón.

Me di un baño antes de cenar, Consuelo me llevo una bandeja al estudio, al terminar me pongo a trabajar perdiendo la noción del tiempo, cuando veo la hora ya es la una de la madrugada y no tengo noticias de Paola, salgo del estudio y unos ruidos en la cocina llaman mi atención, veo a mi esposa poner agua a la tetera y la pone en la estufa, se sienta a esperar que hierva y está muy pensativa, el agua empieza a hervir, pero ella ni lo nota, busco una taza y vierto el agua, pongo la bolsa de té y lo pongo frente a ella.

- Parece que tu día fue agotador - intento sonreír - Se te ve cansada - me siento a su lado.

- Solo un poco - da un sorbo a su té, pero no me mira.

- ¿Hiciste muchas cosas? - digo.

- Sí, un bebé prematuro - dice con voz entrecortada - Una madre luchando por su vida y un padre desesperado.

- ¿Puedo ver que eso te afecto?

- Mucho... - la veo llorar y acaricio su espalda, en todo el tiempo que tiene siendo médico nunca la había visto tan afectada - Ese bebé... - duda - Es el de T/n y de Cesar - dice, dejo de mover la mano en su espalda y esas tres palabras me hacen sentir triste, culpable...

- Pero faltaba para que el bebé naciera - digo lleno de miedo, ella asiente y me explica todo lo que paso - ¿Cómo está, Cesar? - solo puedo pensar en él.

- Mal, nunca lo había visto así - dice y siento un nudo formarse en mi garganta.

- ¿Por qué no me avisaron? - digo enojado.

- Tú dejaste claro hace dos semanas tu punto de vista - dice molesta, la reprendo con la mirada - ¿O no? - asiento con vergüenza - Entonces no te quejes - se pone de pie y sale de la cocina, paso la mano por mi pelo y me imagino la angustia que debe sentir mi hijo, él siempre le ha gustado el control y con esto debe sentirse desesperado, voy hacia el estudio para marcarle, pero no contesta, prendo el computador para mandarle un correo, pero encuentro uno que me manda mi asistente, lo abro y veo de qué se trata, un artículo de periódico.

¿Quién es realmente T/n Parra?

Las últimas semanas se ha hablado mucho acerca de la mujer que conquisto al enigmático empresario Cesar Parra, se ha cuestionado que fue mes era en un bar, que porque están juntos, por interés y quién sabe cuántas cosas más...

Verdaderamente, fue mesera, pero para pagar sus estudios y ser sustento de su familia cuando su padre murió, cada quien sobrevive como puede, ahora es una gran editora que con esfuerzo ha sacado adelante una de las editoras más importantes de Phoenix, esta es la historia de cenicienta moderna, que se enamoró de su príncipe azul y el de ella, el amor verdadero no conoce edad, clase social, ni color de piel, solo llega y si es de la mano de un hombre apuesto, inteligente y rico mucho mejor.

Veamos a las personas no por su pasado, sino por lo que hacen en el presente para salvaguardar su futuro...

Valeria Di' Jara - periodista.

Veo una foto de Cesar y de T/n en un evento público y lo veo reír auténticamente, como nunca en sus 27 años, fui un mal padre, un egoísta e insensible por darle la espalda cuando más me necesitaban.

Cuando subo a la habitación, encuentro a Paola ya acostada, me acuesto a su lado y la abrazo...

- Espero que algún día puedan perdonarme - le digo con voz entre cortada, ella suspira y se da la vuelta y me abraza.

- Cesar, te necesita mucho - solloza en mi pecho - El bebé es muy pequeño.

- Yo lo necesito más a él...

𝐘𝐚 𝐞𝐬 𝐦𝐮𝐲 𝐭𝐚𝐫𝐝𝐞 𝟑. 𝐄𝐬𝐭𝐚 𝐯𝐞𝐳 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐬𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora