CUENCA

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Otra vez en esta gran ciudad,

llena de mujeres encantadoras,

haciendo cuentas he conocido a tres,

tres de quienes he tratado de conocer el amor,

pero me terminé enamorando de cada calle a la que me llevaron,

de cada rincón absolutamente mágico,

lugares que no hubiera podido conocer sin ellas,

cada una con su forma de ser.


Al final del día no me quede con ninguna,

pero me encanta recorrer ciertas calles

con la certeza de que nuestro amor aún se pasea

entre las paredes de esta ciudad,

ciudad que un día nos vio de la mano,

con un abrazo o con un beso.

Colmillos de un gato maquiavélicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora